Mayores costos de cumplimiento pudiera generar el plan del Servicio de Rentas Internas de Estados Unidos (IRS por sus iniciales en inglés) de solicitar a las instituciones financieras americanas que reporten las cuentas que mantienen de clientes extranjeros, advirtieron algunos abogados especializados en impuestos.
La propuesta presentada por el IRS el pasado 7 de enero y que estará en revisión hasta el 7 de abril, obligaría a los bancos estadounidenses a informar anualmente a la agencia sobre las cuentas que generen intereses que estén a nombre de extranjeros.
El plan, que es idéntico a uno propuesto en el 2001, busca ayudar a consolidar los acuerdos de intercambio de información impositiva firmados con otros países, según han informado voceros del IRS. Otro de los objetivos del organismo fiscal es descubrir a los estadounidenses que tienen dinero depositado sin declarar, al hacerse pasar por cuentahabientes extranjeros ante el banco.
Michael McDonald, un consultor independiente que fue agente especial de investigaciones del IRS, considera que “un inventario de las cuentas de extranjeros mantenidas en bancos estadounidenses puede ser una gran pieza de negociación de acuerdos de intercambio de información fiscal con otros gobiernos”; pero para los bancos puede ser un gran problema de mercadeo de sus servicios internacionales.
Más carga de cumplimiento
“Esto es un gran problema en términos de cumplimiento”, dijo Roger Wise, un abogado de la firma K&L Gates LLP (Washington D.C.). La norma pudiera aumentar la tensión en los departamentos de cumplimiento y tecnología, los cuales “ya tienen sus manos llenas” cumpliendo con otros requerimientos antilavado de dinero y fiscales.
El experto indicó que algunos grupos representantes del sector financieros se encuentran preocupados porque esta nueva regulación puede hacer que muchos capitales se vayan del país.
“A los bancos se les ha pedido que incrementen la población que están reportando”, indicó un oficial de cumplimiento (pidió no ser identificado) de un banco con sede en California, quien agregó que los bancos con alcance internacional serán los más afectados por esta medida.
Más diligencia debida
Si el proyecto es implementado, las empresas financieras pudieran verse obligadas a revisar nuevamente la identificación de sus clientes que no son residentes de Estados Unidos. Este proceso requerirá tiempo y puede contemplar dificultades que impulsen a los bancos a soltar a algunos de sus clientes actuales.
Los ajustes en el proceso de cumplimiento para plegarse a las nuevas exigencias pudieran requerir entre seis y nueve meses, más el tiempo necesario para reconfigurar los sistemas computacionales, según cálculos del oficial de cumplimiento californiano.
De no ajustarse adecuadamente a los requerimientos de la nueva propuesta, las entidades financieras pudieran recibir costosas multas, advirtió Wise. En septiembre de 2010 fue aprobada la Ley de Créditos y trabajo de Pequeños Negocios, en la cual se aumentaron hasta US$ 250 mil las multas que puede aplicar el IRS si no se hacen las correcciones en las declaraciones de impuestos en un máxima de 30 días siguientes al 15 de abril (fecha máxima para declarar los impuestos en Estados Unidos). Sin embargo, en algunos casos las multas pudieran alcanzar el US$ 1,5 millón.
La propuesta surge como parte de un esfuerzo general del gobierno de Estados Unidos para combatir la evasión fiscal. En marzo de 2010 se aprobó una ley que le exige a los bancos extranjeros reportar datos de las cuentas de sus clientes estadounidenses, de lo contrario tienen que pagar 30 por ciento de retención anual sobre los pagos de intereses o dividendos en esas cuentas.
Estos esfuerzos han arrojado resultados. Reportes emitidos por el Departamento del Tesoro indican que durante el 2010 se registró un aumento del 115 por ciento en el reporte voluntario de las cuentas bancarias sostenidas por empresas y personas estadounidenses en el extranjero.




