¿Donde sería más fácil crear una compañía pantalla (shell company) de forma anónima: en un paraíso fiscal o en un país miembros del Grupo de los 20 (G-20)? Para muchos la respuesta sería obvia. Pero pudieran estar equivocados, según el investigador Jason Sharman, un científico político de la Griffth University de Australia.
Armado con un computador conectado al internet, algunas revistas sobre inversiones “offshore” y US$3.000, Sharman recientemente fingió ser un evasor de impuestos y envió correos electrónicos a proveedores de servicio ubicados en países miembros del a Cooperación para el Desarrollo y la Cooperación Económica (ODCE) y a otros ubicados en jurisdicciones consideradas paraísos fiscales. En el email el supuesto evasor exigía confidencialidad y la minimización del impuesto.
El resultado fue el siguiente: de los 45 intentos de Sharman, 17 fueron exitosos en la búsqueda de vehículos corporativos anónimos, de los cuales 13 fueron en países de la ODCE, distribuidos de la siguiente forma: 7 en el Reino Unido, 4 en Estados Unidos, 1 en Canadá y 1 en España.
Irónicamente, de los 28 proveedores financieros contactados en paraísos fiscales, sólo 4 dijeron que trabajarían con él, mientras que los intentos que hizo en Bahamas, Nauru, las Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Dominica, Seychelles y Panamá fueron fallidos.
Pero esto fue sólo la mitad de su investigación. Luego de la exitosa conformación de compañías pantalla anónimas, Sharman intentó abrir cuentas corporativas a nombres de las empresas. Mientras que los requerimientos de los bancos fueron más estrictos que los exigidos para crear las empresas, 5 de las 45 instituciones bancarias contactadas por Sharman aceptaron abrir las cuentas, dándole acceso anónimo y efectivo al sistema bancario global.
Sharman recientemente conversó con Colby Adams acerca de su estudio y los planes para continuar sus investigaciones.
-¿Cuántas personas formaron parte de su investigación?
Yo realicé toda la investigación por mí mismo, diciendo que mi país de residencia era Australia. Pero hay un proyecto de seguimiento que envuelve a un equipo de personas de diferentes países, quienes contactarán a las empresas financieras proveedoras solicitándole anonimato para ver qué respuesta obtienen, dependiendo del país de origen del solicitante. En otras palabras, ¿los proveedores financieros me hubieran ofrecido un servicio diferente si ellos supieran que yo soy de Venezuela, Rusia o Estados Unidos?
-¿Cree que los criminales utilizan metodologías similares a la que usted utilizó en su investigación? ¿Usted pensó como un lavador de dinero o un evasor fiscal?
Yo pensé como un criminal poco sofisticado. La solicitud no mostraba la conducta de un delincuente muy inteligente. Yo realmente no estoy muy actualizado sobre las técnicas criminales. El ejercicio estuvo diseñado para criminales poco creativos, poco listos, quienes pueden aprovechar exitosamente las fallas del sistema… imagínate lo que un delincuente verdaderamente inteligente puede hacer. Si alguien con una conexión a internet, Google y US$3.000 puede evadir la mayoría de los principios antilavado, es mucho más abierto para los ”grandes” y más organizados criminales, quienes usan ayuda legal y servicios contables profesionales.
-Usted encontró en su investigación que es más difícil crear una empresa pantalla en los centros offshore… ¿quiere esto decir que ha sido efectiva la presión impuesta a los centros financieros offshore?
Yo creo que eso es cierto. Si tú eres una isla pequeña, tú has tenido esta fuerte presión sobre ti por lo menos durante 10 años para poder probar tus estándares. Pero si tu eres un país miembro del G-20, entonces tú has sido tratado más… pero más gentilmente y obviamente no has sido metido en la lista negra o expuesto a las presiones que sufren las pequeñas islas. El resultado: los centros offshore tienen mejores estándares que las otras jurisdicciones.
-Entonces la presión funciona…
Absolutamente.
-Pero el proceso de crear los mismos estándares impositivos, antilavado y contra el financiamiento del terrorismo tomará muchos años. ¿Crees que estás mirando con lupa este problema de una forma muy anticipada?
Nosotros no estamos cerca de poder abolir el lavado o la evasión fiscal pronto. Yo creo que es apropiado trabajar en los estándares, trabajen estos o no, inicialmente preguntándonos si las asunciones que hicimos son correctas. Si comienzas con la asunción equivocada –por ejemplo, que el problema es más “offshore” que en los sistemas internos-, entonces la continuidad por esa misma vía durante 20 años va a ser una continua pérdida de esfuerzos, no solo en los términos del efecto que esperamos contra las actividades ilícitas, sino también que las actividades regulatorias imponen un costo real a muchos países, algunos de ellos muy pobres, así como en las empresas y los consumidores. También hay, en muchas formas, un costo para los ciudadanos en términos de disminución de los derechos civiles, como la pérdida de privacidad.
-En febrero de 2010, el GAFI emitió la última encarnación de la lista negra. ¿Qué tan útil es la lista negra del GAFI o la lista de paraísos fiscales de la ODCE?
Son eficaces en asustar a los países y son eficaces en causar dolor y, consecuentemente, son eficaces en conseguir que los países cambien sus reglas y regulaciones.
-Usted ha escrito sobre el peligro que representa la actividad bancaria de los funcionarios públicos extranjeros corruptos. ¿Qué es necesario para reducir la corrupción de los gobernantes?
Lo primero, la voluntad política de los principales centros bancarios, en donde los bancos reciben mensajes mezclados sobre si está bien aceptar dinero de los gobernantes corruptos. En un sentido, tenemos todas esas reglas en los libros diciendo que aceptar el dinero procedente de la corrupción es malo, malo, malo…. Pero cuando tú tienes al gobierno de Estados Unidos felizmente hospedando a [presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro] Obiang comprando una mansión en California, con jet privado y cargando dinero dentro del país; o cuando tienes al gobierno francés hospedando el dinero producto de la corrupción de varios líderes francoparlantes africanos, creo que los bancos están comprensiblemente confundidos por el mensaje mezclado de “no hagas esto” en una mano, o “hazlo, pero permanece como una momia” en la otra. Yo creo que es una cuestión más de política que técnica.
Desafortunadamente, yo creo que este doble estándar continuará y yo no soy realmente optimista que el problema será corregido. Nosotros no vamos a progresar mucho en combatir la ganancia procedente de crímenes como lavado de dinero y evasión fiscal, mientras tengamos este doble estándar.
-¿Leyes como la Ley de Prácticas Extranjeras Corruptas o la Ley de Chantaje y Organizaciones Corruptas (RICO por sus siglas en inglés) –ambas de Estados Unidos- presentan el problema que mencionas?
Siempre se puede pellizcar las leyes. Aunque estén cortas o largas en términos de la efectividad que se supone deben tener estas leyes, la mayoría de las veces las fallas se presentan debido a su implementación. Tenemos una tonelada de regulaciones que le dan a los organismos de cumplimiento de las leyes un gran poder en términos de supervisión y sanción. Yo no creo que más leyes o más leyes detalladas sean realmente la respuesta. Esto aplica para Estados Unidos y para muchos países europeos.
Pero si hay una ley que debe tenerse, es una ley en EE.UU. exigiendo que al momento de la conformación de las empresas se colecte más información sobre el beneficiario final, lo que significa que el cliente debe proveer documentos de identificación adecuados, por ejemplo un escaneo notariado de una identificación con foto, facturas de servicios (luz, agua etc.), referencias bancarias. Esto suena simple, pero puede hacer la diferencia.
-¿Estas grandes multas aplicadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía del Distrito de Nueva York a bancos extranjeros pueden tener un impacto en los negocios de los bancos con los políticos corruptos?
Yo pienso que pudiera, pero a pesar de que las multas pueden ser útiles, no son ellas solas la solución. Hay soluciones que pueden ser efectivas si se vuelven más rígidas, como sería procesar criminalmente a los banqueros e lugar de aplicarle multas a los bancos. Medidas individuales llamarían más l




