Por Fernando Martínez.
Por inconsistencias en la presentación de sus informes obligatorios establecidos por la ley contra el lavado de dinero, el banco estadounidense JPMorgan (una de las empresas financieras más antiguas del mundo) notificó que cerrará el próximo 30 de marzo la cuenta del Instituto para las Obras de Religión (IOR).
El ente financiero religioso, conocido popularmente como el Banco del Vaticano, no tuvo la posibilidad de contestar a las peticiones de más información sobre algunas transferencias de fondos realizadas desde la cuenta de la sucursal en Milán.
El pasado mes de octubre de 2011, la Fiscalía de Roma y el Banco Central Italiano solicitaron a JPMorgan más información sobre la operatividad de la cuenta del IOR. Al no obtener respuestas, ni información concreta de la sede bancaria en el Vaticano, la institución estadounidense optó por el cierre de esta cuenta.
Reseñan periódicos como La Nación y El Cronista de Argentina que dicha cuenta en el denominado Banco del Papa, tiene una particularidad: “Cada día, su saldo cierra en cero y se transfieren los importes a la cuenta que el IOR tiene con JP Morgan en Frankfurt. En un año y medio se han movido más de 1.500 millones de euros”.
Según publica el diario Il Sole 24 Ore, la ruptura fue comunicada al Vaticano el pasado 15 de febrero, JPMorgan argumenta “no tener suficiente información para continuar prestando el servicio de pagos en caja”.
IOR, que es cliente de JP Morgan desde 2009, lleva tiempo siendo investigado por la Fiscalía de Roma por presuntas violaciones de la ley contra el lavado de dinero. En 2010, como consecuencia de estas investigaciones, la entidad estadounidense calificó su cuenta como de alto riesgo y pactó una serie de obligaciones sobre información adicional que el IOR habría tenido que proporcionar.
Antecedentes
-El Departamento de Estado ubicó este año a El Vaticano en una lista sobre centro de lavado de dinero, sin embargo, no fue calificado como de “alto riesgo”, sino como “vulnerable”.
-En 2010, la Fiscalía romana abrió una investigación contra Ettore Gotti Tedeschi, director de IOR, por incurrir en un posible delito contra las normativas europeas antilavado de dinero al no haber comunicado a las autoridades italianas los nombres de dos clientes que ingresaron 20 millones de euros (unos 26 millones de dólares) y tres millones de euros (casi cuatro millones de dólares).
-En 2009, la publicación del libro Vaticano S. A. escrito por Gianluigi Nuzzi sacudió los cimientos del banco, ya que el periodista italiano publicó -basado en presuntos documentos facilitados por un ex directivos del IOR- que el mencionado banco llevaba años supuestamente lavando dinero de la mafia y abriendo cuentas secretas a nombre de políticos como Giulio Andreotti, banqueros y empresarios.
Santa reacción
En diciembre de 2010, el Papa Benedicto XVI promulgó la Ley 127 que establece las obligaciones de prevención del blanqueo proveniente de actividades criminales y de la financiación del terrorismo.
El Vaticano estableció penas de 12 años de cárcel por delitos de blanqueo, 15 por delitos vinculados con el terrorismo, de seis meses a cuatro años por malversación.
La Santa Sede constituyó también la Autoridad de Información Financiera (AIF), cuyos miembros son nombrados directamente por el Papa y vigilan las diferentes entidades que administran dinero en la Iglesia: el APSA (que gestiona el patrimonio inmobiliario), el Governatorato (museos, empleados, farmacia, guardia suiza) y el IOR.




