Los que se encuentran dentro del mundo anti lavado de dinero conocen el nombre del Senador estadounidense John Kerry mucho antes de que comenzara su campaña como candidato presidencial del partido demócrata.

“El Senador Kerry hace mucho que tomó la perspectiva de que la seguridad nacional de Estados Unidos requiere que tengamos la habilidad de rastrear fondos globalmente cuando alguien se involucra en actividades criminales o terroristas” dijo Jonathan Winer, abogado principal de Kerry.


Durante su tiempo como senador demócrata de Massachussets, fue autor de varias propuestas, leyes e informes sobre lavado de dinero. También le dedicó al tema un capítulo de un libro que publicó en 1997. En el 2000, patrocinó el Acta Internacional contra el Lavado de Dinero y la Corrupción Extranjera, que autorizaba al Departamento del Tesoro a solicitar a las instituciones financieras que completen reportes de actividades sospechosas en transacciones que involucraban a cualquier persona o jurisdicción consideradas cercanas al lavado de dinero. La ley también requería que las instituciones financieras identificaran y mantuvieran un archivo de los dueños de cualquier cuenta abierta o mantenida por una persona extranjera. Aunque la ley no fue aprobada, muchos de estos requerimientos son similares a los del Título III de la Ley USA Patriot.


El affaire BCCI


Kerry empezó a trabajar públicamente para lograr controles anti lavado a mediados de los años 80, durante las investigaciones del Senado sobre el Banco Internacional de Crédito y Comercio (Bank of Credit and Commerce Internacional, BCCI), que estaba relacionado con el gobernante panameño Manuel Noriega. 


Como resultado de estas investigaciones, Kerry escribió una medida ambiciosa (S.AMDT.3697), llamada también la Enmienda de Kerry. La enmienda, que se convirtió en parte del Acta Anti Abuso de Drogas de 1988, requería que el Departamento del Tesoro negociara con países extranjeros para permitir que se compartiera información sobre cualquier transacción que superara el monto de los 10 mil dólares. Las personas e instituciones financieras que no compartieran información podrían ser excluidas del sistema de clearing de Estados Unidos, o se les podría prohibir abrir cuentas bancarias en Estados Unidos.


 “Hay cada vez más conciencia de lo serio que es el problema en otros países, pero todavía se tienen que tomar pasos mas concretos”, dijo Kerry en un artículo de Money Laundering Alert en 1989. Luego de eso se realizaron varios “Acuerdos Kerry” para asegurar que se intercambiara información entre los Estados Unidos y otros países, como Venezuela.


En 1992, Kerry junto con el ex Senador Hank Brown, escribieron “El affaire BCCI”, también conocido como el Informe Kerry. Era un informe de la investigación sobre el banco, de 575 páginas en el que se detallaban los crímenes de lavado de dinero del banco. Money Laundering Alert escribió ese año: “Nadie ha perseguido el escándalo de BCCI más de cerca que el senador John Kerry”.


En el libro de Kerry “La nueva Guerra: el delito en Internet que amenaza a la sociedad Americana”, publicado por primera vez en 1997, le dedica un capítulo al lavado de dinero y cómo él cree que Estados Unidos debe trabajar para combatirlo. Kerry escribió que el lavado de dinero es un crimen global y por eso se necesita cooperación global para detener el fluyo del dinero sucio. Sugiere que se deben imponer sanciones financieras a los paraísos fiscales con leyes estrictas en secreto bancario como las de las Islas Caimán y se debe crear “un sistema de leyes que trabaje para combatir el crimen trasnacional (…) entre naciones de buena fe”.


Hacia el futuro


¿Qué tipo de políticas de lavado de dinero establecería Kerry si fuera electo presidente?


Su campaña no ofrece muchos detalles. Kerry hizo un llamado para que los Estados Unidos “nombre y avergüence” a quienes financian el terrorismo y para sancionar a los bancos extranjeros que se involucran en lavado de dinero. También quiere ser más estricto con Arabia Saudita, dándole un final a lo que él llama “tratamiento con guantes de seda” que la administración de Bush le dio a la provisión y lavado de dinero del terrorismo en ese país.


“Para decirlo en palabras simples” dijo Kerry, “no haremos negocios como lo hacemos usualmente con Arabia Saudita”.


Los planes de Kerry, que son los mismos que los de la plataforma del partido Democrático, también llaman a incluir a todas las instituciones financieras que no son bancos en las disposiciones anti lavado de la ley USA Patriot. Según un comunicado de la campaña de Kerry, los criminales no deberían poder “evadir nuestras leyes de lavado de dinero utilizando diversas formas no reguladas de instituciones financieras”.