Por Brian Monroe.
La Casa Blanca pidió a los legisladores la semana pasada que elaboren un proyecto de ley que disminuiría el uso de paraísos fiscales offshore por parte de las instituciones financieras que realizan operaciones comerciales en los Estados Unidos.
Según las normas vigentes, las compañías y los individuos que evaden impuestos utilizan bancos extranjeros en los Estados Unidos o bancos estadounidenses con subsidiarias en el exterior para ocultar cientos de miles de millones de dólares en ingresos gravados fuera del alcance del Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés), afirmaron representantes del gobierno estadounidense en una declaración.
Según el mismo gobierno, el IRS actualmente tiene escaso poder para detener los abusos. Para detener la evasión impositiva, los legisladores deberían requerir que más instituciones financieras extranjeras se conviertan en “Intermediarios Calificados”, una definición legal que requiere que las compañías compartan información sobre sus clientes estadounidenses con los agentes de control legal.
Un alto precio para los no colaboradores
Las instituciones financieras estadounidenses deberían retener entre el 20% y el 30% de los pagos vinculados a las compañías financieras que no hayan celebrado acuerdos para compartir información, según la propuesta. El plan también otorgaría más autoridad al IRS en sus investigaciones de los bancos extranjeros que no hayan firmado el acuerdo o no hayan presentado informes regulatorios sobre cuentas offshore en las que haya depósitos por más de US$200.000 durante un año calendario.
Si los legisladores adoptaran el plan, los bancos estadounidenses y los bancos extranjeros sin duda “sentirán más presión” para entregar información sobre sus clientes con depósitos offshore, explicó Alvin Brown, abogado impositivo de Fairfax, estado de Virginia.
Brown señaló que el IRS ya se ha vuelto “extremadamente agresivo” en el seguimiento de la evasión fiscal. Si una empresa o un individuo de los EE.UU. tienen un domicilio, un fideicomiso o una inversión offshore, “es una señal de alerta para el IRS y podría resultar en una auditoría automática”, inidcó Brown, quien trabajó en la oficina del asesor legal jefe del IRS durante casi 30 años.
Los bancos, sin duda, considerarán “ofensivo” al plan del presidente de EE.UU., Barack Obama, porque “se mete en la forma en cómo deben manejar sus negocios”, y podría hacer peligrar la relación con algunos clientes, indicó el experto, agregando que los grupos de “lobby bancario” probablemente resistirán cualquier iniciativa tendiente a lograr un mayor intercambio de información. “Ellos van a tratar de resistir esto al máximo”.
Las propuestas impositivas de Obama “producen impacto en muchas industrias, pero las partes clave probablemente afecten a algunos de nuestros miembros”, dijo Jon Snowling, vocero de la Asociación de Banqueros Estadounidenses, en Washington, D.C. “Estamos digiriendo el plan para asegurar que todos los temas de interés de la industria bancaria sean considerados.”
Según la propuesta del presidente Obama, casi 800 agentes del IRS se incorporarían a la agencia, y las multas a individuos que oculten ingresos gravados se duplicarían en algunos casos. La Casa Blanca también indicó que esperaba requerir que las instituciones comerciales estadounidenses informen sobre sus entidades extranjeras como compañías sujetas a impuestos, una modificación que resultaría en el cobro de US$86.500 millones en impuestos entre 2011 y 2019, según estimaciones.
Las propuestas se basan en varios proyectos parlamentarios que no fueron aprobados en años anteriores y se presentan luego del acuerdo logrado por los miembros del G-20 el pasado 2 de abril, para detener la evasión impositiva global.
La Casa Blanca informó que las modificaciones propuestas, junto con la cooperación internacional, podrían en última instancia resultar en el cobro de US$210.000 millones en los próximos 10 años.
Crece el uso de los “offshore”
La utilización de vehículos offshore para evitar el pago de impuestos y la protección offshore de los bienes está en aumento, según una encuesta realizada en abril de 2008 por la revista Custodia Internacional y Administración Financiera, que citó al deterioro económico como la razón principal para los movimientos de capitales.
La encuesta mostró que los bancos Citibank, State Street, JPMorgan Chase, Bank of New York Mellon, Citco y UBS, tenían bienes offshore por más de US$500.000 millones bajo su administración.
El respaldo oficial a los proyectos contra la evasión impositiva dado por la administración Obama significará que probablemente se apruebe alguna medida este año, advirtió Brown. “El presidente tiene la habilidad de lograr que se hagan estas cosas y el Congreso está siendo merodeado por los paraísos fiscales offshore” por sus vinculaciones con casos de fraudes impositivos masivos y de lavado de dinero”, indicó.
La propuesta no es la primera incursión del presidente Obama en los esfuerzos de supervisión de las inversiones offshore. En febrero de 2007, el entonces senador Obama presentó un proyecto de ley junto con el senador Carl Levin, demócrata por el estado de Michigan, que hubiera limitado la habilidad de las compañías estadounidenses para utilizar compañías pantalla y hubiera facultado al Departamento del Tesoro para aplicar multas por US$1 millón a compañías que cotizan en bolsa que no habían informado a la Comisión de Valores y Bolsas de los EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) sobre sus bienes offshore.
La propuesta anunciada el lunes tiene la “capacidad de “detener los abusos impositivos offshore de manera inmediata”, indicó Levin en una declaración. “El próximo paso deberá ser dado por los comités de impuestos del Senado y de la Cámara de Representantes para avanzar sobre la reforma fiscal offshore”.
En una conferencia de prensa, el presidente Obama citó las propuestas del presidente del Comité Financiero del Senado, Max Baucus, y del presidente del comité de Formas y Medios de la Cámara, Charles Rangel, recordando que habían sido esfuerzos realizados en el pasado para reformar el cobro de impuestos. La administración también pidió a los legisladores que modifiquen los créditos por impuestos para incentivar a las compañías a crear y mantener puestos de trabajo en los Estados Unidos.




