En un esfuerzo por ayudar a los bancos y otras instituciones financieras a identificar transacciones sospechosas, la unidad de inteligencia financiera de México elaboró una guía con una lista de “señales de alerta” o circunstancias sospechosas que podrían ocurrir cuando se negocia con un cliente o potencial cliente. La lista detalla algunas situaciones a las que cualquier oficial de cumplimiento debería prestar atención cuando trata de determinar si una transacción o comportamiento puede estar vinculado al lavado de dinero.

La UIF mexicana, que funciona dentro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), proveyó ejemplos de 95 circunstancias diferentes que podrían estar vinculadas con el lavado de dinero.


Además de presentar un escenario común de criterios generales y comportamientos inusual de los clientes, el informe detalla específicas operaciones y comportamientos sospechosos para diferentes industrias: bancaria, aseguradora, bursátil y sector afianzador.


La guía se emite al mismo momento en que México le pide a las instituciones financieras una mayor calidad en los informes. Con la lista, la UIF busca ayudar a los bancos y otras instituciones financieras a examinar con mayor precisión indicios de lavado de dinero en transacciones inusuales.


Algunos escenarios posibles


La SHCP recomienda que las instituciones financieras presten especial atención a los clientes o potenciales clientes que se muestran disconformes o están en desacuerdo con las políticas de identificación del cliente; aquellos clientes que tratan de esconder la identidad del dueño o beneficiario final de una compañía, transacción u operación; o aquellos que solicitan la ayuda de un empleado en especial de la institución sin ninguna razón aparente.


La UIF también advierte que las instituciones deberían prestar especial atención a los clientes que no muestran interés en las ganancias o rendimiento de los productos que están adquiriendo.


Según el documento, también debería despertar sospecha el hecho que un cliente invierta grandes cantidades de dinero en productos de bajo rendimiento, o cuando un cliente no parece preocupado por las comisiones o las tasas de cambio.


Los banqueros no debería hacer la vista gorda cuando un potencial cliente, al abrir una cuenta o comprar un servicio, parece olvidar la profesión o trabajo que declaró anteriormente como fuente de ingreso.


Notar métodos extraños


También debería llamar la atención a los profesionales antilavado cuando los clientes evaden entrevistas en persona y manejan cuentas a larga distancia, utilizando tecnología como Internet y otra que permite evadir el contacto cara a cara.


El documento también habla de las personas expuestas políticamente –PEPs o altos funcionarios gubernamentales y familiares y allegados. Señala que los profesionales antilavado deberían prestar especial atención a los clientes que caen bajo esta definición, con especial atención a aquellos que manejan sus cuentas a través de terceros sin un aparente motivo comercial o económico.


Otro escenario grisáceo se presenta cuando nuevos dueños se apoderan de compañías en problemas y de repente transacciones de estas compañías—que podrían haber cambiado de nombre—involucran grandes cantidades de dinero en un período corto de tiempo.


En la industria de valores, los profesionales antilavado deberían ver una señal de alerta cuando no puedan contactar al dueño de una operación, o cuando un cliente compra grandes cantidades de acciones y nombre a otra persona o compañía como beneficiario sin una aparente justificación económica.


La UIF mexicana reconoce que la lista no es completa, pero señala que las 95 circunstancias allí descritas deberían ayudar a los profesionales antilavado con un mayor espectro de situaciones que podrían estar vinculados con el lavado de dinero.