Por Carla Valero.

Mientras los negocios de servicios monetarios ven el costo de ofrecer remesas aumentar cada día más al paso que las regulaciones se hacen más fuertes, las empresas de telecomunicaciones están entrando al sector con nuevos servicios de remesas a través de teléfonos celulares.

Empresas como Vodafone y Citigroup se han asociado y lanzado al mercado creando un sistema de remesas a través del celular.

Además, Smart Money, la operadora filipina pionera en este servicio, lleva más de un año operando para los inmigrantes filipinos que residen en otros países.

Mientras este tipo de servicios despierta preguntas sobre su vulnerabilidad al lavado de dinero, Citigroup asegura que “la alta eficacia de los sistemas de seguridad con los que trabajamos y el cumplimiento a raja tabla que llevamos a cabo de las regulaciones no deja lugar para las operaciones de blanqueo”.

Vodafone es básicamente un cliente de Citigroup que utiliza su servicio financiero y actúa como mediador del servicio, conciliación y distribución de pagos en los países de destino.

El número PIN, parte clave del envío

Por el momento, el servicio de Vodafone está establecido solamente para enviar dinero entre localidades dentro de Kenia y se está probando entre el Reino Unido y Kenia.

Para usar el servicio, el cliente debe tener una cuenta con Vodafone y contestar a una serie de preguntas de seguridad estándares sobre información personal, que no quisieron detallar.

Si un cliente quiere enviar dinero a otro dentro de Kenia, debe acercarse a una tienda Safaricom (operadora de telefonía socia de Vodafone en África) y recargar la tarjeta telefónica con la cantidad de dinero que se quiera enviar.

Una vez el remitente ha pagado el importe en la tienda, el destinatario de la transferencia recibe un mensaje de texto del remitente con un número PIN con el cual deberá dirigirse a cualquier tienda asociada para obtener el dinero.

Antes de recibirlo, el cliente deberá responder a unas preguntas de seguridad para verificar su identidad: de dónde viene el dinero, quién es el remitente y qué cantidad de dinero se le ha enviado.

El sistema va a funcionar de la misma forma cuando se ponga en marcha entre el Reino Unido y otros países. Pero en el país británico, además de acercarse a cualquier oficina de Vodafone, también se podrán enviar las remesas a través de una página de Internet donde los usuarios registrados podrán mandar las remesas a cualquier parte del mundo enviando mensajes de texto desde Internet al teléfono del destinatario.

La cantidad máxima de dinero que se puede enviar estará basada en el patrón típico de dinero que se manda a un país en particular, además de los requerimientos y regulaciones que cada país tenga establecidos en cuanto al máximo dinero permitido a recibir.

Controles antilavado poco claros

En el caso del servicio Vodafone, la empresa de telefonía decidió hacerse cliente de la entidad Citigroup y actuar bajo una plataforma conjunta para que le proporcionara diferentes servicios de monitoreo y control de transacciones además de ejercer la función básica de una entidad financiera. 

Por otro lado, fuentes allegadas a Vodafone dijeron que a pesar de que una porción de la empresa se dedica a las remesas, la parte del cumplimiento (monitoreo, controles y la cantidad máxima permitida enviar) será un servicio de Citigroup.

La plataforma conjunta creada por las dos empresas monitoreará todas las transacciones para comprobar que no provienen de actividades relacionadas con el lavado de dinero. Sin embargo, Vodafone no está regulada bajo la legislación antilavado ni quiso detallar cuáles eran los controles que iban a implementar.

A pesar de que Vodafone es una operadora de telefonía móvil, el hecho de que haya creado un servicio para poder enviar dinero teóricamente lo convierte en una empresa de remesas.

Sin embargo, según Citigroup, “Vodafone no es un cliente de alto riesgo”, y según el funcionamiento del servicio, todas las transacciones que se realizan a través de la plataforma deberán cumplir con las políticas internas de riesgo y control del grupo Citigroup y Vodafone.

La legislación en este campo es inexistente

El uso del teléfono móvil como servicio de remesas es tan nuevo que ha tomado a los reguladores de todo el mundo por sorpresa y su ámbito de legislación se encuentra de momento en un vacío legal.

Organizaciones como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y el Banco Mundial se han encargado de realizar informes y alertar sobre el uso del teléfono móvil para realizar diferentes pagos y transacciones, y sus riesgos de ser utilizados para el lavado de dinero.

GAFI elaboró un informe en octubre de 2006 donde alertaba y recordaba sobre su recomendación número ocho, emitida en 1996 y revisada en 2003, sobre las nuevas amenazas de lavado de dinero que pueden surgir con el desarrollo de nuevas tecnologías.

Por su parte, el Banco Mundial dio a conocer un estudio publicado en marzo de 2006 en el que hablaba del envío de remesas a través del móvil y citaba como ejemplo el negocio de las dos operadoras en Filipinas que comenzaron a ofrecer el servicio en países con grandes comunidades de filipinos.

El informe explica que los servicios de trasferencias de remesas a través del móvil están regulados por el Banco Central de Filipinas dentro de la circular 0471/2005 que habla de las empresas que ofrecen servicios de remesas. El Banco actúa como un supervisor del sistema de pago. La regulación es principalmente para evitar operaciones de lavado de dinero o financiación del terrorismo e incluyen, por ejemplo, requisitos de conocer al cliente y limitar el monto que puede ser transferido cada mes.

Según la circular, las empresas de remesas están obligadas a realizar diligencia debida sobre el cliente que incluye saber el nombre, la dirección actual, la fecha y el lugar de nacimiento, la nacionalidad, la cantidad de dinero que se va a remitir y la relación con la persona que va a recibir el dinero.

El celular, ¿Hawala moderno?

En un futuro próximo, el envío de dinero a través del celular podría ser el sustituto del método de remesas informal o Hawala. Los dos se basan en un sistema de identificación personal para recoger el dinero, un numero PIN en el caso del teléfono y documentos informales como la mitad de la carta de una baraja en el caso del Hawala.

En el Hawala, la operación se lleva a cabo básicamente en tiendas de comestibles y otros negocios legítimos, que actúan como “socios” de un socio en el extranjero y donde el dinero en efectivo puede recogerse o entregarse. La prueba del pago puede ser la mitad de la carta de una baraja que el beneficiario debe entregar al encargado de la tienda y que tiene que corresponder con la otra mitad de la carta que el Hawala le ha enviado al encargado. Posteriormente, los socios concilian las operaciones entre ellos.

Mientras el Hawala fue siempre un sistema que por su informalidad no se logra regular, la transmisión de remesas a través del celular puede llegar a quedar en el mismo vacío legal mientras no se incluya a las instituciones financieras en la cadena de pago de las remesas o se regule a las empresas de telecomunicaciones.