La Policía Nacional de Colombia, con la cooperación de autoridades estadounidenses, logró desarticular una organización internacional que se dedicaba a lavar dinero a través del creciente método del comercio internacional de bienes, en este caso de productos textiles.

Las autoridades colombianas desbarataron la semana pasada la importante red y arrestaron a ocho personas en Colombia y 22 en Estados Unidos que se dedicaban a lavar el dinero de la droga a través de la importación ilegal de telas de China y EE.UU. También incautaron US$7,2 millones.


Un engranaje de lavado internacional


El Coronel Jaime Castro, jefe de la división de lavado de activos de la policía de Colombia, dijo a lavadodinero.com que la organización delictiva recolectaba de US$3 a US$6 millones semanales a través del envío y comercialización de drogas a EE.UU. La recolección del dinero la realizaban intermediarios del narcotráfico conocidos como ‘brokers’ o ‘corredores’, en diferentes ciudades de EE.UU. y México.


Con ese dinero compraban telas en China y EE.UU. que luego eran enviadas a Colombia a solicitud de empresas importadoras legalmente constituidas. Estas sociedades se encargaban de comercializar las telas y el dinero producto de la venta era recolectado por los brokers.


Según dijo el general Oscar Naranjo, director de la policía judicial colombiana en una conferencia de prensa, la organización era liderada en Colombia por Heriberto Torres Romero, “una persona con muchos vínculos en el sector textil, muy vinculada con empresas importadoras y agencias aduaneras, y con una gran movilidad por Sudamérica, México y Estados Unidos”.


Naranjo señaló que esta operación podría tener otra segunda fase ya que el cabecilla de la banda tiene conexiones con otros países de Latinoamérica. Además, dijo que están utilizando todos los instrumentos permitidos por las legislaciones colombiana y estadounidense como es la participación de agentes encubiertos.


Además, según la policía, María Isabel Barbosa Peñaloza, una conocida empresaria del sector textil en Colombia, conocía bien la modalidad de lavado de dinero utilizado por la organización y servía como su principal colaboradora en la venta de las telas y posterior pago del dinero.


Peñaloza recibía las telas en Colombia para distribuirlas y comercializarlas. Luego invertía el dinero en la compra de droga que enviaba nuevamente a EE.UU., según la fiscalía de Colombia.


El operativo conocido como “hilo dorado” en Colombia se realizó en cooperación con la Agencia de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE por sus siglas en inglés) y descubrió que la organización operaba en Colombia, México y Estados Unidos.