Por Sergio Antequera y Juan Alejandro Baptista. 

En una histórica decisión para el deporte estadounidense, la Corte Suprema de Justicia autorizó las apuestas deportivas en todo el territorio nacional, lo que impulsará la apertura de miles de salas de apuestas y, al mismo tiempo, pudiera generar un mercado atractivo para los flujos de dinero de procedencia ilícita.

La decisión tomada por la corte el 14 de mayo deja sin validez la Ley de Protección de Deportes Profesionales y Aficionados (PASPA, por sus iniciales en inglés), que fue aprobada en 1990 con la finalidad de mantener la integridad deportiva. Solamente en el Estado de Nevada se autorizaban las apuestas deportivas. 

“El fallo de hoy permite a los estados y naciones tribales soberanas dar a los estadounidenses lo que quieren: un mercado abierto, transparente y responsable para las apuestas deportivas”, dijo en un comunicado el presidente de la Asociación Estadounidense de Juegos de Azar, Geoff Freeman.

Sin embargo, otros sectores mostraron su preocupación, porque el enorme flujo de dinero que se generará también vendrá acompañado de riesgos de fraudes, estafas, lavado de dinero y otros delitos relacionados a las apuestas deportivas.

Apuestas de alto riesgo

La implementación de sistemas de alerta temprana para detectar conductas de apuestas irregulares y el posible arreglo de partidos es un deber por parte de los entes reguladores en su lucha contra los crímenes financieros y el lavado de dinero, aseguró a Wall Street Journal Emanuel Macedo de Medeiros, jefe ejecutivo de Sports Integrity Global Alliance. “El propósito de regular las apuestas deportivas es claramente detener esas amenazas, y eso implica un esfuerzo concertado a gran escala”, señaló.

Medeiros asegura que, para mitigar los riesgos de arreglo de partidos por parte de los jugadores, los árbitros, el personal médico o los propietarios de equipos, se debe establecer una regulación efectiva, teniendo en cuenta parámetros como quién puede recibir apuestas, quién puede apostar, qué tipos de apuestas se permitirán y establecer un límite a cuánto se puede apostar. Aunque esta regulación se puede aplicar de manera general mediante una ley federal del congreso, Medeiros creé que el escenario más probable será reglamentaciones propias de cada estado: “mi preocupación es que esto puede llevar a una fragmentación de las reglas”, expresó.

Por otra parte, la falta de regulación general otorga una responsabilidad a organizaciones involucradas en el negocio, indicó al Wall Street Journal John Arvanitis, director gerente asociado en la práctica de cumplimiento de Kroll Inc. Con esto, Arvanitis se refiere a la creación de controles y programas antilavado de dinero (ALD), de cumplimiento, de debida diligencia, entre otros, por parte de casas de apuesta y empresas relacionadas.

Debido al probable incremento de la afluencia de personas en el mundo de las apuestas por la decisión de la Corte Suprema de Justicia, las compañías que reciban apuestas tendrán que invertir en tecnología y en materia de debida diligencia para poder cumplir con los requisitos y regulaciones a las cuales se ven sujetos, indicó Arvanitis. 

Estas empresas necesitan estar preparadas para estar a la altura de sus obligaciones regulatorias, pues toda compañía involucrada en las apuestas debe “estar en posición de proteger la infraestructura financiera y económica de este país porque el dinero corrupto puede abrirse camino a través de múltiples lugares”, expresó Arvanitis.

Las preocupaciones a causa de la decisión de la Corte Suprema de Justicia están presentes en todos los sectores relacionados al deporte estadounidense, teniendo como ejemplo al profesor de economía y derecho de la Universidad de Duke, Charles Clotfelter, quien comentó al Washington Post: “lo último que desea la Asociación Nacional Atlética Universitaria (NCAA, por sus iniciales en inglés) es cualquier cosa que pueda llevar a otro escándalo de recorte de puntos como el que experimentó en 1951”, en referencia a un escándalo de apuestas en el baloncesto universitario perpetrado por City College of New York (CCNY).

De igual forma, a nivel internacional se han expresado preocupaciones. El presidente del Comité Olímpico de Portugal, João Paulo Almeida, destacó “la necesidad extrema de establecer un plan de acción integral para evitar la infiltración delictiva y el amaño de partidos en el mercado estadounidense de deportes profesionales y apuestas deportivas”.

Bancos y las apuestas

Con esta nueva variable dentro del mundo financiero de Estados Unidos, los bancos se pueden ver tentados a formar parte del panorama y aprovechar los beneficios económicos de la industria de las apuestas, aseguró a American Banker Matt Schulz, analista senior de CreditCards.com. “Creo que habrá tanto dinero que los bancos podrían encontrar la manera de involucrarse”, señaló.

A pesar de que la decisión de la Corte Suprema de Justicia ya es efectiva, Schulz no creé que lo bancos tomen parte del asunto inmediatamente, teniendo primero que analizar la situación actual y el desarrollo de la misma, además de como estarán involucradas las tarjetas de debito y crédito en el mundo de las apuestas. “No creo que esto vaya a suceder mañana. Y puede que ni siquiera suceda este año. Pero creo que hay razones para creer que los bancos pueden ver esto como una razón para al menos reconsiderar su punto de vista sobre algunos juegos de azar con una tarjeta de crédito” indicó.

“Cada vez que haces que sea más fácil para la gente apostar más dinero, estás asumiendo un riesgo bastante grande”, dijo Schulz, a causa de los riesgos relacionados al pago de las deudas de tarjetas de crédito.

JPMorgan, uno de los emisores de tarjetas de crédito más reconocidos de Estados Unidos aún no permite a sus clientes apostar con estas. Sin embargo, la compañía “observará de cerca el desarrollo del fallo y considerará cualquier implicación en su política a medida que los estados pongan en marcha sus propios procesos “, aseguró a Bloomberg Mary Jane Rogers, vocera de JPMorgan.

Por otro lado, alrededor de 15 millones de estadounidenses apuestan ilegalmente en un sector de hasta US$ 3.000 millones, según un reporte de la industria del juego mencionado en el blog de Ted Leonsis, dueño de los Washington Wizards, equipo profesional de baloncesto de la NBA. “El apetito por las apuestas deportivas está ahí, y ahora, en lugar de los corredores de apuestas offshore que cosechan los beneficios, tenemos un camino para llevar estos ingresos a la economía estadounidense”, expresó Leonsis en su blog.