Leyes europeas de privacidad dificultan guerra contra el terrorismo

 


Por Brian Orsak


 


Las leyes de protección de datos europeas y de otras jurisdicciones interferirán seriamente en los esfuerzos internacionales para impedir delitos financieros, según declararon dos ex reguladores estadounidenses.


 


William Langford y William Fox, ambos ex funcionarios de la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (FinCEN, por sus siglas en inglés), la agencia responsable por el establecimiento de reglas antilavado de dinero (ALD), hicieron esas declaraciones durante una conferencia sobre delitos financieros realizada en Nueva York.


 


En razón de que las leyes de protección de datos en Europa y otras jurisdicciones dificultan el hecho de que las instituciones financieras multinacionales compartan información entre todas sus sucursales, las leyes “serán el mayor impedimento para protegerse contra el terrorismo”, dijo Langford, el ex subdirector de la división de política reguladora de FinCEN.


“Estamos teniendo problemas con esto”, le señaló el experto a una audiencia de alrededor de sesenta personas dedicadas al cumplimiento bancario durante un panel sobre cooperación entre agencias de cumplimiento legal y la industria financiera.


 


Langford, quien actualmente es director de la división global antilavado de dinero de JP Morgan Chase, dijo que las investigaciones realizadas por las autoridades de cumplimiento legal y las instituciones financieras mismas que involucran a líneas de negocios que operan en distintas jurisdicciones, como las de corresponsalía y banca privada, se ven particularmente dificultadas por las leyes.


 


Hablando en el mismo panel, William Fox, ex director de FinCEN, precisó que “la protección de datos y la privacidad han reemplazo al catolicismo romano en Europa, y ahora se han convertido en religiones”.


Fox dejó su cargo en FinCEN en febrero de 2006 para hacerse cargo de la división global de cumplimiento ALD en el Bank of America.


Las quejas se producen luego de las repercusiones públicas entre EEUU y Europa respecto a qué tipo de información financiera europea debería estar a disposición de los investigadores estadounidenses. En 2006, legisladores europeos dijeron que las solicitudes de información presentadas por EEUU sobre transacciones internacionales realizadas a través del consorcio bancario con sede en Bruselas, conocido como SWIFT, violaban las leyes de privacidad de los ciudadanos europeos.


 


El consorcio dijo en junio que la Unión Europea y el Departamento del Tesoro de EEUU han logrado un acuerdo sobre el intercambio de información, restringiendo el plazo durante el cual los investigadores estadounidenses podrían retener la información y para lo cual se designaría un “europeo prominente” para supervisar la forma en que era utilizada la información.


Durante la conferencia, Fox indicó que los problemas de intercambio de información no estaban restringidos solamente al área internacional. Ni las agencias de cumplimiento legal ni las instituciones financieras de EEUU estaban compartiendo información en la forma efectiva en que era posible, señaló.


“Realmente, no hay comunicación entre ninguno de los dos lados”, finalizó.