Los recortes presupuestarios y la falta de personal están atentando contra los planes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de modernizar la tecnología usada por su unidad de inteligencia financiera para recopilar y almacenar información procedente de las instituciones reguladas, advirtieron congresistas la semana pasada.
La Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO por sus siglas en inglés) recomendó en su reporte de diciembre de 2009 que la Red de Crímenes Financieros (FinCEN por sus siglas en inglés) modernizara su base de datos para almacenar mejor la información, incluidos los reportes de actividades sospechosas (conocidos en inglés como SARs). Actualmente el Servicios de Rentas Internas (IRS por sus siglas en inglés) almacena información del FinCEN.
Sin embargo, los legisladores del Subcomité de Finanzas Internas de la Cámara de Representantes dijeron que los cambios inesperados en el presupuesto reducirían los esfuerzos del organismo para finalizar el proyecto en el año 2014, como originalmente fue planeado. Para este año, FinCEN espera un déficit presupuestario del 10% de los US$111 millones proyectados, según informó la Oficina de Estadísticas Presupuestarias.
El congresista Stephen Lynch considera que es difícil que el FinCEN implemente las recomendaciones del GAO con sólo 325 empleados y un presupuesto inesperadamente reducido. “Organizacionalmente hay un problema y no lo veo resuelto hasta que nosotros le suministremos recursos adicionales al FinCEN. Almacenar la información que actualmente guarda el IRS requeriría más personal”, dijo Lynch.
El GAO también recomendó que FinCEN suministre información detallada acerca de los distintos tipos de productos de análisis que pudieran ser utilizados por los organismos encargados del cumplimiento de la ley. Como respuesta, la unidad implementó un plan para distribuir oportunamente información y mantener un inventario de herramientas de análisis que puedan servir para los requerimientos de las agencias federales de investigación.
El jefe de prensa de FinCEN, Bill Grassano, señaló que “la continua modernización tecnológica es algo que las organizaciones enfrentan”.




