Martin Owen fue director de la unidad de política de delitos financieros del Reino Unido, la Autoridad de Servicios Financieros (por sus siglas en inglés, FSA).  Fue responsable de las políticas sobre lavado de dinero, financiamiento del terrorismo y otros delitos financieros.  Ha sido funcionario del área de las regulaciones desde 1985.  En la actualidad, es consultor privado fuera del Reino Unido.

¿Cuál considera que fue su mayor éxito?


Creo que la Autoridad de Servicios Financieros ha contribuido significativamente a promover un enfoque basado en el riesgo, enfatizando más en la efectividad que centrarse sólo en el proceso.  El mayor logro de la FSA ha sido el promover el surgimiento de un grupo de profesionales antilavado inteligente y muy profesional.  Ellos son los que realmente harán que cada vez se aprenda más en el campo antilavado.


¿Cuáles son las mayores deficiencias en el sistema regulatorio antilavado del Reino Unido desde el punto de vista de los reguladores?


Los desafíos para el regulador, y para el regulado, no están en realidad en el sistema mismo, ya tenemos un sistema regulador que es flexible y riguroso al mismo tiempo.  Todavía quedan cosas por hacer, por ejemplo, en el procesamiento y uso de los informes de actividad sospechosa (IASs), pero las autoridades del Reino Unido saben dónde están los problemas y se están haciendo grandes esfuerzos para solucionarlos.


¿Cómo ve el futuro del antilavado en Europa?


El desafío para Europa, como para cualquier otro lugar, está en cómo aplicar un marco antilavado amplio en la práctica.  Es vital que los esfuerzos antilavado sean tanto efectivos como proporcionales – esa es la razón del enfoque basado en el riesgo, pero no es fácil y los profesionales de esta área aún tienen un largo camino por delante.


Es vital que las instituciones privadas reciban tanta libertad como sea posible de parte de los gobiernos (incluyendo a todos en la Unión Europea) para desarrollar sus propias técnicas antilavado.  También, los gobiernos deberían reconocer que son las compañías, no los gobiernos, las que deberían determinar los riesgos antilavado, aunque con el beneficio de información desde el gobierno y las agencias de ley.


¿Hay alguna norma de la tercera directiva sobre lavado de dinero de la Unión Europea que le preocupe?


A diferencia de las 40+8 Recomendaciones del Grupo de Acción Financiera, la directiva de la UE será convertida en ley.  No podremos saber las implicancias de la misma hasta que la directiva haya sido convertida en leyes nacionales por parte de los países miembros.


Debemos tener un marco legal mínimo, pero la efectividad de la lucha contra el lavado de dinero depende más que nada de las técnicas de las instituciones reguladas por un lado y la eficiencia y efectividad del cumplimiento legal por el otro.


Me preocupa que encontremos que la ley haya incorporado cierta inflexibilidad poco útil, por ejemplo, en cómo aplicar un enfoque basado en el riesgo y en la diligencia debida sobre clientes.  También me preocupa que los gobiernos crean que son ellos quienes deban especificar cómo se deberían aplicar los controles antilavado en la práctica.  No creo que los gobiernos sepan mejor cómo hacer eso, ni que la ley pueda brindar la flexibilidad necesaria para tratar la gran gama de circunstancias que existen en la práctica.


El Reino Unido es uno de los pocos países (hasta ahora) que le han impuesto obligaciones antilavado a los denominados “porteros” o “gatekeepers”, como los contadores y abogados.


¿Cómo fue que la incorporación de los “porteros” al marco de las regulaciones mejoró los esfuerzos antilavado del Reino Unido?


Incluir esos tipos de profesiones hace que el lavado de dinero, y consecuentemente el beneficio de los frutos del delito y su inversión en otros delitos, sean de mayor riesgo.  Los beneficios de esto se verán en el futuro, nunca es fácil demostrarlo, y llevará un tiempo en poder apreciar la mejora en la detección y la investigación como resultado de los informes de actividades sospechosas.


¿Cree usted que el Reino Unido debería ser un modelo para otros países en este tema?


Todavía se está en la primera etapa en el Reino Unido, y esto está sucediendo en toda la UE.  Es correcta la imposición de obligaciones antilavado a las firmas profesionales,  pero eso genera muchas cuestiones de carácter sensible.  Ambas profesiones cuentan con grandes firmas, pero también existen muchas firmas pequeñas que son instintivamente hostiles a la intromisión en la relación con los clientes.  Los gobiernos, las autoridades de cumplimiento legal y las profesiones en cada país necesitan trabajar juntos en temas de educación, capacitación y práctica para asegurar la misma combinación de proporcionalidad y efectividad que generalmente necesita aplicarse en el antilavado.


¿Cómo cree que la inclusión de tarjetas de identificación biométrica afectará el panorama antilavado en el Reino Unido?


Una forma universal de identificación que dé confianza general sobre su integridad ayudaría al proceso de identificación y dificultaría el robo y el fraude.  Pero todavía falta un tiempo para aplicar las tarjetas de identificación en el Reino Unido, y se necesita trabajar mucho en los temas de costo, seguridad, privacidad, etc.


–Martin Owen será orador en la Décima Conferencia Anual Internacional sobre Lavado de Dinero en South Florida, del 2 al 4 de marzo de 2005.