A punto de participar como oradora en uno de los paneles de la 13ª Conferencia y Exhibición Anual Internacional de Lavadodinero.com y Money Laundering Alert y pendiente del conflicto entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, Luisa Vargas, oficial de cumplimiento de ABN AMRO, tiene mucho que contar sobre la actualidad antilavado de su país y de toda Latinoamérica. Su extensa trayectoria profesional le ha dado la oportunidad de trabajar en la Fiscalía de Bogotá y la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) de Colombia, donde adquirió una gran experiencia en el campo antilavado como nos cuenta en la siguiente entrevista.
“Realidades y mitos de los requerimientos antilavado en países supuestamente de alto riesgo como Colombia, México y la República Dominicana”, es el titulo del panel con el que usted participará en la 13ª Conferencia y Exhibición Anual Internacional de Lavadodinero.com y Money Laundering Alert ¿Está de acuerdo con el título?
Si, estoy de acuerdo, porque muchas personas tienen a veces la idea que no existen suficientes controles en países como los nuestros en el tema de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, entonces la idea del panel es registrar un poco ese título, esos mitos y presentar las realidades de lo que existe en materia de legislación en Colombia.
¿Por qué cree que son denominados países de riesgo?
En el caso de Colombia por el tema que nos ha estigmatizado durante muchísimos años que es el del tráfico ilícito de drogas o de narcóticos; en el caso de México porque desafortunadamente está siendo usado como vía de entrada para Estados Unidos; y en el caso de República Dominicana, obviamente por los narcotraficantes y los lavadores de dinero que buscan todos los días nuevas rutas con el fin de llevar a cabo sus actividades ilícitas, entonces por eso la gente los ha denominado como de alto riesgo.
¿Incluiría algún otro país que no está en la lista?
Es una pregunta un poco difícil en este momento. Nosotros vemos que el tema del lavado de activos se ha extendido a otros países de Latinoamérica, pero cada uno tiene una experiencia diferente. Sería bueno en próximas ocasiones oírlos a ver sobre cómo están viviendo ese tipo de situaciones frente a la legislación que se está desarrollando en cada uno de esos países en Latinoamérica y en muchos más países.
¿Cree que la situación de malas relaciones por la que atraviesan Colombia y Venezuela a raíz del incidente de las FARC puede favorecer al tráfico de drogas y las operaciones de lavado de las bandas criminales que operan en la zona?
Yo considero que este es un momento para que ambos países refuercen sus controles, sobre todo a través de las fronteras y, pues, se está hablando de la posibilidad de que vengan cuerpos extranjeros, cascos azules o algo así… yo creo que eso obligaría a que los criminales tengan que variar un poco las rutas y ser más creativos para ver cómo pueden realizar sus actividades.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el oficial de cumplimiento en la banca latinoamericana hoy en día?
Desde hace un tiempo se ha empezado a crear una cultura del tema de prevención del lavado de activos, pero en el común de la gente esa cultura no existe. Cuando a mi me preguntan cuál es mi trabajo en el banco y yo digo oficial de cumplimiento, hay mucha gente que todavía no sabe qué hace el oficial de cumplimiento, entonces lo primero es crear la cultura dentro de una entidad y a su vez dentro de la gente en general para que sepan cuál es la labor del oficial de cumplimiento.
El segundo tema básicamente, una vez se crea esa cultura, es que la gente empiece a cumplir con las normas, a saber que en el caso de Colombia, el Reporte de Operación Sospechosa (ROS) no es una denuncia, no tiene que estar firmada, que la gente si ve una situación irregular o una operación inusual, la reporte… es básicamente uno de los principales retos que los oficial de cumplimiento tienen.
¿El tema del lavado debe ser algo que se maneje a todos los niveles de una institución financiera?
Dentro de las capacitaciones que yo hago a los funcionarios destaco sobre todo ese tema, que la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo no es sólo responsabilidad del oficial de cumplimiento, sino de todos los funcionarios de la entidad financiera. Siempre se piensa que si existe alguna situación, el responsable es el oficial de cumplimiento y no, es desde el presidente del banco hasta el último funcionario en todas las escalas. En el caso de Colombia existe el delito del lavado que es una conducta no sólo activa sino pasiva, en el sentido que hay un artículo que se llama “Omisión al Control”: si un funcionario de alguna entidad financiera no realiza los controles necesarios para prevenir el lavado de activos se verá envuelto en una situación de una investigación y tendrá consecuencias que la norma colombiana prevé, ya sea detención, prisión y multas.
¿Cuáles son las principales debilidades de lavado en el campo del mercado de valores?
En el mercado de valores, desde la fusión de la Superintendencia bancaria con la Superintendencia de Valores se han incrementado los controles, no sólo para bancos sino también para comisionistas de bolsa. Entonces estamos en el desarrollo de un sistema de administración de riesgos, el cual determinará los riesgos que asume cada entidad. En este momento las comisionistas están siendo visitadas y hasta ahora, tal vez un poco el tema del conocimiento del cliente, por ser personas naturales, lo que ellos manejan es un poco difícil, pero sé que están poniéndose muy al tanto de los controles y el conocimiento del cliente y están haciendo una buena labor.
¿Cómo pueden los oficiales de cumplimiento mejorar la prevención en este sector del mercado de valores?
Ante todo el conocimiento del cliente. La norma dice que es obligatorio el tema de las entrevistas personales, pero muchas veces, desafortunadamente, los [empleados] comerciales no tienen en cuenta ese tipo de controles o muchas veces se toma al oficial de cumplimiento como una piedra en el zapato y no debe ser así, sino que es uno de los controles para evitar situaciones negativas en un futuro, pero básicamente es el conocimiento del cliente lo que va a ayudar a prevenir este tipo de situaciones.
¿Qué aprendió de su paso por la UIAF?
Me sirvió en el sentido de poder ver. Muchas veces la Unidad publica las tipologías, pero cuando estas allá ves ya los casos como tal y te permite mejorar el análisis para ver situaciones de posibles lavados de activos. Básicamente eso fue lo que aprendí. Otra es que una cosa es estar desde el lado del regulador y otra cosa es estar ya desde el lado del sector privado como tal, son dos situaciones muy diferentes. Cuando uno está trabajando con el Estado, a veces lo que pides a las entidades son cosas muy difíciles de cumplir, pero en mi caso vine a darme cuenta estando del lado del sector privado.
¿Qué carencias cree que presenta la UIAF colombiana?
En este momento sé que aumentaron el número de analistas que es algo muy importante, porque en mi época éramos 28 personas y me parece que es un número muy pequeño para la cantidad de información que existía. Creo que aumentaron a 40 ó 50 personas, pero considero que puede aumentar más el número de analistas, porque ayudaría a analizar mucho mejor toda la información que está dando vueltas en los sistemas.
¿Cree que se procesan suficientes ROS hacia la Fiscalía?
Más o menos desde diciembre están empezando a reportar otros sectores económicos como son los vendedores de carros, los abogados, los notarios, los joyeros. Realmente se sabe que no es a través de los bancos por donde más se lava el dinero, se sabe que es por otros sectores de la economía… sin estigmatizar a ninguno. Yo creo que con estos nuevos sectores que empiecen a reportar, que las notarias hagan unos reportes más constantes, eso ayudaría a que ellos tuvieran muchos más ROS y pudieran ampliar el análisis y encontrar más casos para enviar a la Fiscalía.
¿Podría por favor explicarnos algún caso práctico relacionado con el lavado que se haya dado en su trabajo o en alguno de los sitios en los que ha trabajado?
Sobre todo me llamó mucho la atención el que contrataban a personas y les decían que fueran a reclamar cierto dinero en algún Money Remiter y ellos iban. Se vieron involucrados en ese caso como 250 personas. Obviamente la judicialización es esas personas es muy difícil, entonces lo que se buscó en ese momento fueron los cabezas de ese caso puntualmente, porque el resto fueron personas utilizadas por desconocimiento y por US$5 o US$10 dólares les dicen que les presten su cuenta del banco o vayan y reclamen este dinero y ese es el papel de ellos, simplemente, mientras que los otros son los verdaderos autores de los delitos de los casos que más me impactaron.
Colombia tiene entre manos un proyecto de ley que de aprobarse convertiría a todos sus ciudadanos en sujetos obligados, ¿tendría sentido dicha ley?
En la práctica es un poco difícil, porque es más fácil por sectores que obligar a una persona. La gente desconoce que [un ROS] no es una denuncia, que simplemente es un reporte y una vez que aprobaran la ley tendrían que hacer un trabajo realmente muy grande de educación para crear la cultura necesaria.
¿Cómo ve la regulación europea, cree que está a la altura o al mismo nivel que las que se emiten en Colombia o Estados Unidos?
Nosotros al ser un banco europeo aplicamos las normas europeas, pero ha sido un poco difícil aplicarlas en el sentido en que hay un tema, lo que denominan UBO (Ultimate Beneficiary Owner) donde la [Tercera] Directiva dice que hay que identificar al último beneficiario y verificar su identidad, y se verifica a través de la cuenta del agua, de la luz, del teléfono o lo que sea. Desafortunadamente en Latinoamérica no existen todavía bases de datos muy robustas que permitan esa identificación y entonces, en ese sentido, ellos sí están más avanzados que nosotros.
¿En qué nivel se encuentra Colombia respecto a otros países en la lucha contra el lavado?
Creo que Colombia a nivel regional ha sido uno de los líderes en el tema de prevención de lavado de activos. Una cosa que cuando yo estaba en la Unidad me impactó fue que venían de otros países a aprender de nuestras experiencias. Tuvimos visitas de funcionarios de Argentina, Chile, Guatemala, Perú y venían a aprender qué estábamos haciendo nosotros, cómo estábamos, cómo se estaba orientando la Unidad, cómo se manejaban los casos, qué análisis se hacia y qué herramientas se utilizaban. Me pareció muy importante que se estuviera valorando el trabajo que se estaba haciendo dentro de la Unidad no sólo a nivel nacional sino internacional.




