El enfoque basado en el riesgo para combatir el lavado de dinero está extendiéndose en el mundo del cumplimiento.

El Grupo de Acción Financiera (GAFI) junto con numerosos países miembros como el Reino Unido, urge la adopción de controles basados en el riesgo.  También lo hace Estados Unidos (a través del Artículo 326 de la Ley USA Patriot) cuando se refiere a la identificación y evaluación de clientes.  El proyecto de la Tercera Directiva sobre Lavado de Dinero de la Unión Europea también recomienda el análisis basado en el riesgo cuando no hay contacto directo con un cliente, o el individuo es una “persona expuesta políticamente” (PEP). ¿Pero qué es exactamente un enfoque basado en el riesgo, y cómo podría ser un modelo basado en el riesgo?


Un paso crucial en la concepción de un modelo basado en la evaluación del riesgo abarca el riesgo por jurisdicción.  Los negocios deberían considerar cuidadosamente la suficiencia de la evidencia de la identificación y la información “conozca su cliente” (CSC) obtenida para clientes ubicados en países con alto riesgo de lavado de dinero. 


Pero dado que no existe un sistema independiente para clasificar a los países y territorios por sus inclinaciones de lavado de dinero, las compañías deben diseñar sus propios métodos. Un buen punto de partida es cualquiera de la gran cantidad de listas sobre terrorismo y sanciones publicadas por los gobiernos.  Dichas listas incluyen las prohibiciones legales y las designaciones publicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros y la Red de Control de Crímenes Financieros de EE.UU., la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido, la Unión Europea, el Banco Mundial, el Comité del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas , y muchas otras.


Cuando se analiza específicamente el riesgo de lavado de dinero, el modelo también podría tener en cuenta si el país es miembro del Grupo de Acción Financiera, si aplica controles antilavado equivalentes a las mejores prácticas internacionales, o si tiene estándares deficientes.  El GAFI, a través de su lista de “Países y Territorios No Cooperadores” (PTNC), también incluye en esa lista negra a países con marcos legales y regulatorios deficientes.


Las compañías podrían considerar la reputación general de los países en cuestión.  En algunos, el dinero en efectivo puede ser el medio estándar de cambio. Otros pueden tener regimenes políticos inestables y altos niveles de corrupción en los sectores público y privado.  Incluso otros pueden ser ampliamente conocidos por ser productores de drogas o estar ubicados en zonas de tránsito de drogas. ¿Cómo pueden encontrarse a esos países? Transparencia Internacional publica anualmente un Índice de Percepciones de Corrupción, disponible en el sitio www.transparency.org, que califica a más de 100 países sobre la corrupción que se percibe.  Freedom House califica a los países de acuerdo con los derechos políticos y las libertades civiles, en el sitio www.freedomhouse.org. También existe un Índice del Observador de Derechos Humanos (www.guardian.co.uk/rightsindex/0,2759,201749,00.html) que mide los abusos de derechos humanos, y el sitio www.ftse.com/ftse4good resalta aquellos países con los peores antecedentes sobre derechos humanos.  Revisar los principales medios de noticias también es recomendable, y debe tenerse cuidado respecto a que todas las listas de países sean monitoreadas trimestralmente para poder advertir los cambios.


Una vez que esos riesgos fueron comparados y asimilados, las jurisdicciones pueden ser clasificadas como:


Prohibidas: La firma no tendrá tratos de ninguna clase con el país.  Las listas de países con sanciones por terrorismo son los principales candidatos para no realizar transacciones prohibidas.


Riesgo Alto o Medio a Alto: Las transacciones no están necesariamente prohibidas pero la compañía debería emplear una diligencia debida mejorada y monitoreo de las transacciones de mayor nivel.  Las jurisdicciones incluidas en las listas del GAFI, la lista de PTNC, por ejemplo, deberían ser automáticamente consideradas de alto riesgo.


Riesgo bajo o medio a bajo: No existen dificultades conocidas para realizar negocios o mantener relaciones de cuentas en el país, se aplica la regla del negocio normal.  La membresía al GAFI generalmente indica un riesgo bajo, pero no siempre.  Las actividades conectadas con Rusia y los países del Consejo de Cooperación del Golfo (como Irak), por ejemplo, deberían ser objeto de requisitos de diligencia debida mejorada. Una matriz para la evaluación de riesgo


Los riesgos son generalmente mayores si un lavador de dinero puede esconderse detrás de velos corporativos tales como fideicomisos, organizaciones sin fines de lucro, compañías limitadas o estructuras en las que es difícil identificar a los titulares beneficiarios del dinero.  El riesgo es aún alto si las compañías están ubicadas en países con estrategias antilavado inadecuadas.


Determinando una respuesta basada en el riesgo


Los riesgos de lavado de dinero más altos requieren controles más fuertes que aquellos garantizados por el bajo riesgo de individuos o países.  Sin embargo, todas las categorías de riesgos “sea bajo, medio o alto” deben ser mitigadas por la aplicación de controles, como la verificación de la identificación del cliente, las políticas CSC, el monitoreo y la capacitación.


La competencia de los controles debería ser comparada con los riesgos que se presentan.


-Adriana Juric funcionaria de prevención de lavado de dinero para Abbey Financial Markets en Londres y co-presidente del Forum de Profesionales Antilavado de Dinero, un grupo de expertos profesionales antilavado de dinero.