El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de México (UIF), Luis Urrutia, fue designado como nuevo presidente del Grupo de Acción Financiera (GAFI), luego de que el pleno del organismo escogiera al país azteca para liderar el organismo durante el período 2010 – 2011.

La decisión tomada durante el pleno del GAFI realizado el pasado viernes en Francia, consolida a la UIF mexicana como una de las Unidades más influyentes, ya que actualmente también ocupa la presidencia del Grupo Egmont –organismo que agrupa a 108 UIFs del mundo- y durante el año 2008 ocupó la Presidencia del Grupo de Acción Financiera de Sudamérica (GAFISUD). Esta designación se produjo a pesar de que el pasado 9 de junio se había emitido una declaración de propósito en la que se anunciaba que el nuevo titular del GAFI sería el titular de la UIF de Holanda, Paul Vlaaderen.


Mediante un comunicado oficial, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México expresó su satisfacción y catalogó la designación como “un reconocimiento internacional al esfuerzo que ha puesto el Estado Mexicano en la prevención y el combate al lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo”.


Sin embargo, Alberto Ávila, socio gerente de Comlaft, consultora de México, señala que el nombramiento “es un reconocimiento, pero también debe ser entendido como un compromiso mayor, porque en revisiones ALD posteriores que se le harán al país debe haber mejoría en todos los aspectos”.


Ávila afirma que la estructura ALD / CFT en México está muy avanzada en los aspectos administrativos y financieros, pero el gran reto es mejorar el aspecto legal. “Todas las disposiciones tienen que ir mejorando. Las leyes no son muy eficaces… hay que ajustar las leyes para que los juicios sean exitosos y los jueces necesitan capacitación especial sobre el tema antilavado. Ese tipo de modificación tiene que venir de los legisladores, de los que hacen las leyes”.


Urrutia, quien representa a México ante el GAFI desde el año 2006, fue seleccionado de forma unánime para ocupar la presidencia del Grupo Egmont para el período 2009-2010, durante la 17ma. Reunión Plenaria realizada en Qatar a finales del mes pasado. Al frente de este organismo reemplaza a Neil Jensen de la UIF de Australia (AUSTRAC).


En relación a la gestión de México al frente del GAFI, Ávila considera que Luis Urrutia intentará estimular la colaboración y el trabajo conjunto entre las naciones latinoamericanas.


Creada en 1989 a iniciativa de los ministros de finanzas del entonces grupo de los siete países más industrializados, GAFI es una agrupación intergubernamental que ahora comprende entre sus miembros a 32 jurisdicciones, así como a dos organizaciones regionales, y representa a la mayoría de los centros financieros de todas partes del Globo.


Desde su establecimiento, esta agrupación ha enfocado su trabajo en tres actividades principales: establecer estándares internacionales para la prevención y el combate al lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo; asegurar un cumplimiento efectivo de dichos estándares e identificar amenazas de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.


Los estándares de GAFI -emitidos bajo la forma de recomendaciones formuladas inicialmente para evitar el abuso de los sistemas financieros por personas involucradas en el lavado de dinero- cuentan con el mayor reconocimiento internacional, al haber quedado validados por más de 180 jurisdicciones alrededor del mundo, así como por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Esto ha colocado a GAFI en el más alto nivel internacional en materia de prevención y combate al lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo.


México es miembro de GAFI desde el año 2000. En octubre de 2008, GAFI aprobó la más reciente evaluación mutua sobre el cumplimiento de México a las recomendaciones emitidas por la propia agrupación.


A su vez, la distinción que esta agrupación ha concedido al gobierno mexicano refuerza el compromiso de las principales autoridades involucradas en la prevención y el combate al lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, a no reducir los esfuerzos para alcanzar niveles más altos de eficacia en estas materias.