Dicen que la muerte y los impuestos son las únicas dos cosas ciertas en la vida.

Ahora, según fiscales federales y reguladores bancarios hay una tercera certeza que hasta puede trascender a la muerte: la presentación de Informes de Actividad Sospechosa (IAS).


Esta certeza fue ilustrada en un acuerdo que la fiscalía le ofreció a AmSouth Bank, por el cual deberá entregar al Departamento de Justicia de Estados Unidos US$40 millones y pagar otros US$10 millones a la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN por sus siglas en inglés).


Al explicar por qué AmSouth sufrió tal penalidad, el acuerdo,y la notificación de penalidad de FinCEN, explicaron un panorama de fallas en el reportaje de actividad sospechosa en AmSouth. Esas deficiencias incluían la falta de presentación, presentación incorrecta o tardía  de IAS, incluso después de que un juzgado supremo pidiera documentos de cuentas bancarias.


Y en un caso, AmSouth aparentemente no presentó un IAS sobre un titular de cuenta muerto.


En ese caso, según el acuerdo y la penalidad de FinCEN, una sucursal de AmSouth no presentó un IAS para el juez Howard Butler, quien se suicidó luego de los alegatos de que había malversado más de US$450.000 de una cuenta de AmSouth en Rockwood, Tennessee. Las razones de AmSouth para no presentar un IAS eran que no creían que  ninguno de sus empleados habían actuado en forma indebida, y según las palabras de un oficial de AmSouth, el “juez Butler está muerto”.


Especialistas antilavado dicen que esa es una lógica errada


“Muerto o no, presente el IAS”, aconsejó Michael McDonald, ex agente de la división de Investigación Criminal de la Agencia de Rentas de Estados Unidos y ahora consultor en Miami. “El IAS puede tener muchos usos, uno de ellos puede ser ayudar a los agentes de la ley ubicar los activos adquiridos en forma ilegal. Los IAS podrían también llevar a la identificación de otros individuos o delincuentes”.


Otra falla en la política de presentación de IAS en AmSouth incluyó no haber presentado el informe por creer que no había sufrido una pérdida. La Ley de Secreto Bancario y sus regulaciones, sin embargo, dicen que los bancos y otras instituciones financieras deben presentar IAS para todas las transacciones por encima de los US$5.000 donde la institución “sepa, sospeche o tenga alguna razón para sospechar” que los fondos son producto de actividad ilegal, o están siendo estructurados para evadir obligaciones de reportaje, o no tienen ningún propósito comercial o legal aparente. Entre estas regulaciones no se encuentran excepciones por muerte.


“La política entre las agencias de regulación es de tolerancia cero” dijo Bonnie Mizrahi, una especialista antilavado con el banco Far East National. “Fraude es fraude, y lavado de dinero es lavado de dinero si importar si el perpetuador está vivo o muerto. Puede sonar duro, pero es la realidad actual”.


“A lo mejor la muerte de la persona que estaba presentando el informe sería una excusa para una presentación tardía”, señaló.


Nota del editor: La muerte, sin embargo, es una excusa admisible para faltar al trabajo.