La Red de Control de Crímenes Financieros de Estados Unidos (FinCEN) multó con US$25.000 a un pequeño negocio de servicios monetarios (NSM) y joyería, tras señalar que el negocio no se había registrado a tiempo, no había establecido un programa antilavado y había “estructurado” transacciones para evadir requisitos de reportaje.

Pero el dueño y presidente del directorio de Deprez’s Quality Jewelry and Loans, Inc., Robert Deprez, sólo aceptó la multa porque dijo que funcionarios del gobierno dijeron que si la cuestionaba recibiría una multa más grande y posiblemente una condena en la cárcel. El negociante de 69 años comenzó el negocio hace 25 años.


Anne Marie Kelly, vocera de FinCEN, dijo que la agencia no comentaba sobre los procedimientos abiertos con un negocio que viola los requisitos de la Ley de Secreto Bancario (LSB).


Las regulaciones de la LSB obligan desde diciembre de 2001 a los negocios de servicios monetarios a registrarse en FinCEN. Deprez Jewelry presentó su inscripción en abril de 2004, según un comunicado de prensa de FinCEN.


La agencia, que emitió la multa la semana pasada, señaló que Deprez tuvo muchas oportunidades para cumplir con las obligaciones. La agencia de rentas de EE.UU. (IRS) visitó su negocio en dos oportunidades, en 2001 y 2003, y le señaló que tenía que registrarse porque los NSM están sujetos a los mismos requisitos que los bancos y muchas otras instituciones financieras.


El sector de NSMs es una industria mundial de US$100.000 millones y provee servicios que incluyen el pago de cheques, emisión de giros o efectivo. Existen cerca de 24.000 negocios de servicios monetarios registrados en Estados Unidos.


Esta es la segunda vez en tres meses que FinCEN ha multado a un negocio de servicios monetarios.


En mayo, la agencia penalizó a Frosty Food Mart—una estación de servicio y NSM con sede en Tampa, Florida—con una multa de US$10.000 por no reportar 80 transacciones de pago de cheques por un total de US$1,2 millones, que supera con creces el límite de reportaje de US$10.000 para el período de un año.


En el caso de Deprez, FinCEN dijo que el negocio “estructuró” transacciones financieras para evitar la presentación de informes de transacciones en efectivo mayores de US$10.000.


En algunas ocasiones, cuando un cliente presentó un cheque por más de US$10.000, Deprez Jewelry le daría al cliente aproximadamente US$9.000 en efectivo y un cheque comercial por el resto para evitar una transacción en efectivo por encima de los US$10.000.


Al respecto, Deprez señaló que durante mucho tiempo utilizó esta práctica de no dar más de US$10.000 en efectivo “a nadie”, y no tomar más de ese monto de nadie.


Añadió que las transacciones en cuestión tienen relación con un cheque de la lotería del estado de Kentucky, un cheque de jubilación y un cheque de acuerdo extra judicial, que eran “perfectamente legítimos y fueron investigados”.


Con respecto a la notificación de IRS sobre su necesidad de estar registrado, Deprez dijo que no recuerda esa notificación y que le pidió a la agencia “el nombre de la persona o la fecha cuando se realizó”. Dijo que IRS le señaló que no tenía que proveer tal información.


Robert Werner, director de FinCEN dijo que es vital que los negocios de servicios monetarios se registren para “proteger la integridad de nuestro sistema financiero. Los pocos negocios de servicios monetarios que imprudentemente no hacen caso de la ley tienden un manto de ilegalidad sobre similares negocios que cumplen con la ley y tal conducta les significará severas multas”.


Deprez dijo que está planeando abandonar la parte de su negocio que realiza el pago de cheques. Dijo que los dos años que mantuvo esa porción del negocio fueron especialmente difíciles.


“Hicimos todo lo que nos dijeron que hiciéramos”, dijo, y añadió que la manera en la que IRS determina la estructuración de transacciones es confusa. “Sé que dejar de pagar cheque va a golpear a mi negocio, pero no puedo hacer nada”.


La industria está atravesando un momento delicado, ya que muchos bancos los consideran de “alto riesgo”. Los NSM son utilizados en forma rutinaria para girar dinero a otros países y muchos clientes son inmigrantes de bajos recursos que por lo general desconfían de los servicios que ofrece la banca tradicional.