Por Selina Román
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Los bancos de Juneau, Alaska, una importante localidad adonde llegan los cruceros de verano entre mayo y septiembre, no prestarán servicios bancarios al negocio de servicios monetarios (NSM) de Allyn Moore. Los esfuerzos realizados por Moore para mejorar su programa de cumplimiento con un software antilavado de dinero (ALD) de US$45.000 no ayudaron, y se vio obligado a rechazar a cientos de clientes, muchos de ellos miembros de las tripulaciones de los cruceros, quienes confiaban en él para realizar envíos de dinero al exterior.


La situación de Moore no es poco común en Estados Unidos. Desde que los reguladores calificaron a los NSMs como de alto riesgo de lavado de dinero y financiación del terrorismo, los bancos han estado rechazando sus cuentas por temor a sanciones regulatorias. Algunos NSMs, como el de Moore, se vieron en la situación de tener bolsas con dinero en efectivo, y tener que cerrar sus puertas. Otros se han trasladado a un ámbito menos visible.


Esta lucha de la industria estimuló los esfuerzos realizados en Nueva York y Miami para crear bancos especialmente diseñados para atender a los NSMs, como pagadores de cheques, cambiadores de monedas, emisores, vendedores o pagadores de cheques de viajeros, emisores de órdenes de dinero y tarjetas de valor acumulado, y remesadores de dinero.


En Nueva York, los organizadores del First MSB Bank esperan abrir las puertas del banco a los NSMs y a clientes bancarios regulares alrededor de septiembre, dijo Oscar Herasme, presidente y director ejecutivo de External Compliance Officer, una consultora de Nueva Jersey que está trabajando con el grupo. El banco está esperando la aprobación del Departamento Bancario del Estado de Nueva York y la Corporación Federal de Seguros de Depósito.


El First MSB Bank, integrado por representantes de los sectores bancarios, NSM y de pago de cheques, algunos de los cuales según Herasme tienen experiencia directa con el cierre de sus cuentas bancarias, se está acercando a áreas de las cuales otros bancos se han mantenido alejados.


Pero Herasme dijo que la noción de que los NSMs no están regulados “es inexacta”.
“Los bancos no han sido innovadores y no han invertido el tiempo y esfuerzo”, dijo Herasme.  “Todos los tipos de cuentas tienen un riesgo, y al mismo tiempo es posible manejar todo tipo de riesgo.  Este esfuerzo es valioso porque no creemos que el banco sea el responsable ultimo por las actividades ilegales de sus clientes”.


El First MSB funcionará casi como la mayoría de los bancos. Tendrá un programa de cumplimiento ALD, tendrá registros de todos los clientes de los NSMs miembros, y analizará las bases de datos en busca de estructuración. “La única diferencia entre el MSB Bank y los otros bancos es que, si usted cumple, no le cerraremos su cuenta”, dijo Herasme.


A pesar de los efectos positivos evidentes de un banco específico para los NSM, David Landsman, presidente de la Asociación Nacional de Remesadores de Dinero, dijo que no son la solución para un problema nacional porque los NSMs necesitan contar con acceso a otras localidades que funcionen como sucursales, para poder realizar depósitos. “Eso no va a ayudar”, dijo, y agregó que la industria necesita tener acceso a los grandes bancos como el Citigroup y el Chase.


Y hasta que no existan más bancos que atiendan a los NSMs, los propietarios tendrán que hacer todo lo que puedan para poder contar con una cuenta bancaria a la que a veces les es difícil llegar. Landsman dijo que tenía noticias sobre el propietario de un NSM que abrió una cuenta bancaria bajo el pretexto de que su negocio era un almacén. “Nos obligan a actuar como delincuentes”, dijo.


En el estado de la Florida, otro grupo también está dando los primeros pasos para crear un banco que sólo atendería a NSMs.


Richard Rodríguez, de la consultora Centuria, sobre seguridad de la información de Ft. Lauderdale, estado de la Florida, dijo que el banco había solicitado una licencia para tener un objetivo social especial, con la Oficina de Contralor de la Moneda.


Comentó que esos bancos están cubriendo una necesidad no satisfecha, permitiendo a los NSMs transferir miles de millones al exterior todos los años. De acuerdo con las cifras dadas por el Banco Interamericano de Desarrollo, las remesas a América Latina y el Caribe solamente sumaron unos US$63.000 millones en 2006.  El BID espera que las remesas de la región superen los US$100.000 millones en 2010.


Por su parte, Moore dijo que la creación de los bancos pensados para los NSMs es una gran idea, pero que no le ayudará si se encuentran en el otro extremo del país. Incluso, tampoco sabe si recuperaría a los clientes que perdió si un banco que opere con NSMs iniciara operaciones en Alaska.


“Vamos a tener que empezar de vuelta, y eso me preocupa”, dijo Moore.