Por Brian Monroe
[email protected]
Los reguladores han golpeado a la sucursal de Nueva York del banco comercial privado más grande de Qatar con órdenes requiriendo que la institución solucione un monto de supuestas deficiencias antilavado de dinero – y para que revise sus registros de los últimos dos años para investigar más detalladamente.
En una rara movida de la Oficina de Contralor de la Moneda del Departamento del Tesoro, la orden de 24 páginas de cesar y desistir, obliga al Doha Bank a contratar consultores externos para examinar detalladamente las cuentas y determinar si hay problemas más profundos que deban ser detectados.
Típicamente, los bancos y otras instituciones financieras preparan “informes retrospectivos” con auditores internos o externos independientes en un intento de detectar pequeños problemas antes de que los reguladores lleguen y golpeen la puerta. El objetivo es aislar a la institución de las multas que pudieran empañar su reputación.
Esta acción de la OCC podría indicar que los reguladores simplemente no tiene el personal disponible para realizar sus propias investigaciones, dicen los analistas de cumplimiento. También podría significar que los estándares están volviéndose más altos, según Anjum Nisar, gerente de la sucursal de Nueva York del Doha.
Aún así, los expertos dicen que tal maniobra – sea indicada por el regulador o no – puede ser extremadamente onerosa, con algunos consultores cobrando varios cientos de dólares por hora y costando a la compañía más de US$500.000 por sus servicios.
El gobierno ve la revisión retrospectiva como una oportunidad para hacer que una institución financiera actuando potencialmente en forma equivocada haga el trabajo sucio – y caro – por sí misma, según Lissa Benton, consultora independiente de Nueva York.
Benton agregó que el costo de mirar hacia atrás puede dispararse si la información no está bien organizada y las compañías tienen que rastrear a los individuos para obtener respuestas. Pero los bancos “preferirían gastar el dinero y estar seguros. Ellos no quieren recibir una multa y un golpe a su reputación. Eso puede significar algo y todo”.
Extraña mirada retrospectiva del gobierno
Este año, la OCC ordenó como mínimo a una firma, el Bangkok Bank, con sede en Tailandia, a revisar sus cuentas de los últimos tres años. El regulador ordenó la acción después de que encontrara una amplia lista de deficiencias ALD durante su última inspección.
El Doha Bank no confirmó ni desmintió las deficiencias, pero un funcionario del banco en la sucursal de Nueva York dijo que los exámenes previos no habían encontrado ninguna falencia en el programa antilavado de dinero del banco.
En una escala más amplia, la orden al Doha destaca una tendencia que está sucediendo en las sucursales en EE.UU. de los bancos extranjeros y las operaciones de corresponsalía de los bancos no estadounidenses. La regla final que implementa al Articulo 312 de la Ley Patriot ha puesto más presión sobre los bancos para revisar exhaustivamente las cuentas corresponsales y de banca privada.
Esa práctica no terminará pronto y podría volverse más compleja técnicamente ya que estas compañías extranjeras están obligadas a mejorar el software y contratar personal más experimentado mientras se encuentran bajo la lupa del escrutinio regulatorio mejorado.
En los casos de los bancos Doha y Bangkok, la OCC dijo que no le agradaba la información presentada para los bancos, y que solicitaría que las firmas examinaran detenidamente las transacciones realizadas incluso en épocas anteriores, incrementando exponencialmente el costo y la complejidad del trabajo.
Negocios riesgosos
La orden de la OCC focalizó su atención en los esfuerzos ALD laxos del Doha para monitorear transferencias de dinero, remesas y cuentas corresponsales, que son áreas transaccionales que según la OCC eran de mayor riesgo de lavado de dinero.
La orden de cesar y desistir es un golpe al Doha, que había estado creciendo sostenidamente y recibiendo premios en su región desde el inicio de sus operaciones con los clientes en marzo de 1979. Actualmente tiene cientos de millones de dólares en activos y 31 sucursales en el mundo.
Siguiendo órdenes
En particular, la orden de consentimiento obliga al Doha a tomar diferentes medidas dependiendo del área de negocios que haya estado implicada.
Transferencias cablegráficas: Crear un sistema automático para procesar transferencias de manera que la sucursal pueda identificar actividades sospechosas y transacciones acumuladas para identificar tanto al originador como al beneficiario para determinar si las transacciones superan el límite mínimo de US$3.000 para presentar un informe de transacción.
Consultor independiente: Retener los servicios de un consultor independiente calificado para evaluar el personal de la sucursal, la evaluación del riesgo y las deficiencias de controles internos relacionados con la Ley de Secreto Bancario.
El consultor revisaría toda la actividad no relacionada con transferencias de la cuenta desde el 1 de mayo del 2004.
El banco luego tiene 30 días para presentar cualquier IASs por actividades no reportadas previamente. El consultor puede ampliar la revisión retrospectiva si el regulador considera que es necesario.
Gerente de riesgo: Contratar un gerente de riesgo a tiempo completo en la sucursal, que sea una autoridad en temas de cumplimiento relacionados con la Ley de Secreto Bancario. El gerente de riesgo también debe presentar sus antecedentes a la OCC.
Controles internos: Elaborar e implementar una serie de controles internos para abrir cuentas y monitorear las cuentas de alto riesgo, particularmente aquellas relacionadas con cables, remesas de dinero, negocios de servicios monetarios, compañías de importación/exportación y corporaciones offshore. El banco también debe contar con una forma de rastrear electrónicamente estas cuentas para detectar las tendencias más fácilmente.
IASs: Elaborar un sistema escrito para el personal de las sucursales para detectar problemas y presentar informes de actividad sospechosas relacionadas con cuentas nuevas y ya existentes y los fondos transferidos a través de la sucursal.
Los oficiales del banco Doha dijeron que ellos han implementado todas las recomendaciones de la OCC. Esa rápida acción siguió a las abultadas multas para sucursales domésticas de bancos no estadounidenses que no cumplen sus obligaciones LSB.
Nisar, del Doha, dijo que la orden de OCC le sorprendió porque en años anteriores su operación había recibido calificaciones altas para sus programas ALD.
Él atribuyó el cambio a que el regulador tiene “estándares más altos. Pero hemos tomado nota de sus críticas y hemos hecho todo lo que nos pidieron”.
Nisar dijo que la contratación de los consultores externos para examinar detalladamente la información de las cuentas y las transacciones para satisfacer a la OCC es un “ejercicio oneroso. Pero tenemos que hacer todo lo que ellos dicen”.




