Por Colby Adams.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus iniciales en inglés) aplicó al JPMorgan Chase una multa de US$ 88 millones, que representa la más alta sanción impuesta por la agencia de forma independiente bajo los poderes recibidos en 2007.
La agencia, que forma parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, informó mediante un comunicado que el banco con sede en Nueva York había violado las regulaciones en contra de Cuba, Irán y el ex gobernante de Liberia Charles Taylor entre diciembre de 2005 y marzo de 2011, y además no presentó reportes sobre estas infracciones a la agencia.
Tres de las violaciones fueron consideradas graves, según las políticas de sanciones de OFAC. El monto total de la multa contempla diversas sanciones, “ninguna de las cuales revela intenciones de violar las regulaciones de OFAC”, indicó el organismo estadounidense.
En total el banco permitido que US% 178.5 millones fuesen transferidos mediante 1.711 transferencias cablegráficas y violaron la sanción estadounidense contra Cuba.
“La empresa escribió cientos de millones de transacciones y registros de clientes por día y el porcentaje anual de error en solo una pequeña fracción”, señala un comunicado del JPMorgan Chase, que catalogó las violaciones como un “raro incidente” que no se relacionaban y fueron aislados unos de otros.
“Es difícil creer que más de 1700 transacciones eran raras y desconectadas unas de otras”, afirmó Aarón Kahler, director de ICS Compliance de Nueva York. El banco “absolutamente” tenía que detectar y prevenir las transacciones cuestionables, indicó el experto.
Una gran parte de las violaciones ocurrió después vivía en que entró en vigencia una ampliación de poderes de la Ley Internacional de Emergencia de Poderes Económicos (IEEPA por sus iniciales en inglés) en octubre de 2007, la cual aumentó el límite de las sanciones civiles de $50,000 a $250,000, o el doble del monto de la transacción involucrada.
La guía complementaria emitida en noviembre de 2009 por OFAC también hizo una distinción entre transacciones “graves” y “no graves”, a la vez que introdujo la posibilidad de sanciones adicionales.
Una multa de esa magnitud no hubiera podido ser considerada como no grave, dijo Julia Court, abogada de Steptoe & Johnson. “De acuerdo a OFAC (JPMorgan Chase) descubrió lo que estaba pasando, sabía lo que sucedía y posiblemente decidió no frenar las transacciones”, precisó Court, quien agregó que está multa es una clara demostración de que las violaciones no tienen que ser intencionales para ser consideradas graves.
En una oportunidad, el banco procesó transacciones para ciudadanos cubanos a través de una cuenta corresponsal y se dio cuenta de esta violación sólo después de que otra institución financiera estadounidense cuestionó las operaciones, informó OFAC. A pesar de que los empleados del JPMorgan investigaron el caso y le informaron a la gerencia, no se aplicaron medidas para prevenir estas relaciones no se notificó a OFAC.
En diciembre de 2009, JPMorgan violó sanciones en contra comerciantes de armas de destrucción masiva al otorgar una carta de crédito para un préstamo por US$ 2,9 millones para una empresa incluido en la lista negra por su relación con la empresa naviera Islamic Republic of Iran Shipping Lines. Los representantes de OFAC notificaron la operación a OFAC tres meses después, pero solo 3 días antes de recibir el pago del préstamo.




