Cualquier lavador de dinero experimentado tiene un “intermediario” que abre cuentas bancarias para él y moviliza y oculta su dinero.  Cuantos más tenga a su disposición, más se puede distanciar de su dinero sucio.  La tarea es más fácil si el intermediario puede contar con la ayuda de empleados de instituciones financieras.

Augusto Pinochet fue muy afortunado. Tuvo familiares y compinches que se alega actuaron como su coartada para lavar dinero, y bancos en Nueva York, Miami y Washington, D.C. que ayudaron a abrir cuentas para él con nombres falsos.

Una parte importante de la fortuna de Pinochet se movilizó a través de instituciones financieras de EE.UU. desde el 16 de junio de 2001, fecha en que el Departamento del Tesoro de EE.UU., publicó una guía formal dirigida a instituciones financieras referida al manejo de cuentas de “figuras políticas extranjeras importantes”, titulada “Guía sobre el Escrutinio Mejorado para Transacciones que Incluyan los Fondos de la Corrupción Pública Extranjera”.

La guía aconsejaba a las instituciones financieras a que obtuvieran la identificación de las personas, tomaran “pasos razonables” para evaluar su “reputación comercial” y determinar la “fuente de riqueza” de aquellas personas que solicitaran la apertura de cuentas.

Bajo la Ley USA Patriot, que entró en vigencia 8 meses después, las instituciones financieras deben realizar diligencia debida en las cuentas relacionadas con esas personas (Título 31, USC Sec. 5318(i)). Además, la Ley USA Patriot convirtió a la corrupción extranjera, como el soborno y la malversación de fondos, en delitos bajo la ley criminal de lavado de dinero (Título 18, USC Sec. 1956(c)(7)(B)).

Ocho miembros de la familia

Descubrir a la totalidad de las 125 cuentas ocultas de Pinochet hubiera requerido que los bancos investigaran profundamente en las vidas financieras, profesionales y familiares de una figura política prominente.  Sólo 26 de las cuentas eran personales, de las cuales sólo tres eran mantenidas a su nombre, informó el subcomité del Senado.

Los investigadores del Senado informaron que Pinochet escondió grandes sumas de dinero en cuentas que eran muy difícil de ser relacionadas con él.

Las cuentas de la esposa, hijo, dos hijas, dos nietos y dos yernos eran los canales para su dinero.

Ocho militares subalternos

Al menos ocho cuentas de una filial en Miami, abiertas a nombre de funcionarios militares chilenos, – incluyendo a generales, coroneles y directores – fueron utilizadas para movilizar hasta US$ 1,7 millones hacia otras cuentas de Pinochet entre 1979 y 1997, indicó el informe del Senado.

En esos casos, varios funcionarios del banco Riggs tenían conocimiento del uso de estas cuentas para las transacciones de Pinochet, dice el informe.

Un abogado sospechoso

El abogado chileno Oscar Custodio Aitken Lavanchy, controlaba 15 de las 24 cuentas de Pinochet en el Banco de Chile en Estados Unidos, de acuerdo con el informe.  Estas cuentas deberían haber sido motivo de gran preocupación, pero no fue así, en relación con todas las cuentas de Pinochet en el banco, dijeron los investigadores del Senado.

Luego de que el banco Riggs diera por terminada su relación con Pinochet en 2002, el banco transfirió US$ 6 millones a una cuenta corporativa offshore controlada por Aitken, abierta el mismo día en el Banco de Chile en Nueva York – varios meses después de que la Ley USA Patriot modificara la Ley de Secreto Bancario para obligar a realizar diligencia debida sobre las cuentas de “figuras políticas extranjeras prominentes”.

Pero los funcionarios del banco no preguntaron a Aitken sobre el origen de los fondos – aún cuando los fondos representaban una suma significativamente mayor a las estimaciones del banco sobre su patrimonio neto”, menciona el informe del Senado.

A causa de sus omisiones, el Banco de Chile en EE. UU ya ha sido objeto de sanciones por parte de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC por sus siglas en inglés) y de la Junta de la Reserva Federal.

Citibank le dijo “no” al dinero de Pinochet

De todos los bancos mencionados en el informe, Citigroup tenía la mayor cantidad de cuentas de Pinochet, 63. De las cuales, 15 habían sido abiertas por Pinochet mismo en las afiliadas del banco en Miami y Nueva York entre 1981 y 1996. Pero durante varios años los gerentes de relaciones de las sedes de Nueva York y Miami creyeron que no estaban administrando las cuentas de Pinochet, sino de su hermano.

En 1992, el gerente de relaciones de la sede de Miami se dio cuenta de que las cuentas pertenecían al ex dictador y le informó al director de la oficina de Citigroup en Miami, quien entonces decidió cerrar las cuentas, dice el informe.

El gerente de relaciones de Nueva York, quien según Citigroup supo de la verdadera identidad del cliente en 2005, no tenía información sobre las medidas tomadas por la oficina de Miami, según el informe.  Pinochet fue obligado a cerrar las cuentas de Nueva York entre 1994 y 1996.

Citigroup dijo que hace mucho tiempo dejó de operar con la familia Pinochet.

“De acuerdo con una política de Revisión de Figuras Públicas revitalizada en 1998, Citibank comenzó a cerrar cualquier cuenta remanente de los hijos de Pinochet”, según una declaración del banco hecha el mes pasado.

No obstante, los investigadores del Senado criticaron al banco por la diligencia debida inadecuada sobre las cuentas de Pinochet, la que “si bien mejoró con el tiempo, fue marcada por la existencia de información inexacta y la falta de información.