Un hecho en concreto encendió las alarmas a las autoridades españolas: una empresa comercializadora de metales preciosos pasó de facturar 11 millones de euros (US$ 14.976.000) en 2012 a mil millones de euros (US$ 1.361.510.000) en 2013.

     Tras una extensa investigación, se detectó que se trataba sólo de la punta del iceberg de todo un entramado multimillonario de lavado de dinero y evasión fiscal, en donde resultaron implicadas 180 empresas y detenidas 164 personas en 12 provincias de España.

     Se estima de manera oficial que el fraude fiscal podría ascender a US$ 12 millones y US$ 13.500.000 en devoluciones del IVA. 

     El “plan oro”  que detectó a la organización criminal, arrancó en marzo de 2012 y registra 500 operaciones culminadas en 2013, vinculadas con el lavado de dinero y otros delitos financieros. 

     En los últimos años las autoridades habían observado un aumento de la circulación de billetes de alta denominación, deducciones tributarias y “alta facturación” en ciertas empresas de compraventa de oro.

     El método

     -Comercializadoras de oro y otros metales preciosos, distribuidas por toda España, entremezclaban el comercio legal con distintas actividades ilícitas. 

     -En la estructura más alta de estas empresas de compra-venta, mayoristas y fundidoras recibían el flujo de oro, plata y platino para exportarlo de manera ilegal al extranjero. 

     -Este flujo era comercializado con registros y contabilidades paralelas, incluyendo también en él piezas robadas, que eran introducidas en el circuito legal. 

     -En esta trama se encuentran implicados seis grupos societarios dedicados a emitir facturas simuladas a través de empresas ficticias, creadas para evadir al fisco y legitimar los capitales.

     -Las facturas irregulares se ofrecían a organizaciones criminales, nacionales e internacionales, para lavar grandes sumas procedentes de estafas masivas (cartas nigerianas *), narcotráfico y fraudes inmobiliarios.

     Caso abierto

     La policía reveló a los medios que incautaron 6,5 toneladas de oro y plata, 1,69 millones de euros (US$ 2 millones), 52 vehículos de lujo, motos, dos barcos. Además bloquearon cuentas y activos por un valor cercano a los US$ 21.700.000.

     La investigación aún no ha cerrado. El procedimiento que ha unido a brigadas policiales y a la Agencia Tributaria ha sido calificado por las autoridades como  el “mayor golpe” a la comercialización ilegal de oro en este país.

     Las pesquisas sobre este complejo esquema de lavado de dinero y evasión fiscal  comenzaron en Valencia, donde operaba el supuesto “cabecilla” de la red, para extenderse luego a Murcia, Málaga, Madrid, Barcelona, Tarragona, Castellón, Alicante, Córdoba, Granada, Toledo y Valladolid.

 

(*) Se trata de un esquema de estafa que utiliza correos electrónicos, para el envío de comunicaciones en las que el remitente pone a disposición del destinatario propuestas “falsas” para participar en negocios aparentemente rentables con la intención de involucrar a la víctima en una situación engañosa, persuadiéndolo a que transfiera una fuerte cantidad de dinero para llevar a cabo la operación. En principio los estafadores se hacían pasar por ciudadanos nigerianos.