Una poderosa estructura de lavado de dinero procedente del narcotráfico fue desarticulada este jueves por la Policía de Control de Drogas de Costa Rica, que allanó numerosas propiedades y detuvo a varios sujetos integrantes de la banda del colombiano Silvio Montaño Vergara, quien fue capturado el pasado 8 de enero en Colombia.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, Jorge Rojas, y la ministra de Seguridad Pública, Janina del Vecchio, no dudaron en afirmar que la red “lavaba millones de dólares del narcotráfico”, mediante sociedades creadas y administradas por costarricenses.
Las autoridades indicaron que la banda legitimaba el dinero mediante la adquisición de propiedades y una completa red de establecimientos comerciales, que incluía casas de habitación, cafés internet, bufete de abogados y hasta una fundación llamada FUNDALIPA, que se dedicaba a la conservación de Aves y Medio Ambiente.
El operativo conjunto llamado Sea Clam, en el que participaron la Agencia Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en Inglés) y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), se inició el pasado 8 de octubre. En diciembre de 2008, en un trabajo conjunto con la Policía de Panamá, el Servicio Nacional de Guardacostas y la PCD, se logró incautar la suma de 2.600 kilos de cocaína en Tivives. En total, entre octubre y diciembre del año pasado la policía incautó más de 9 toneladas de cocaína a dicha estructura.
La PCD logró confirmar que Montano Vergara recibía la droga del Pacífico, mientras que el hondureño, Andrade Ramírez, la controlaba en el Caribe. De acuerdo los informes de la policía, Corrales Sánchez era el encargado de comprar o alquilar casas de habitación y todo lo relacionado a transportes, bodegas, comunicación satelital y local.
Por su parte, el abogado de apellidos Bustamante Chaves, era quien creaba sociedades anónimas utilizadas para el lavado de dinero. Además realizaba los trámites de residencia, matrimonios por conveniencia y otros trámites legales ante las instancias de Migración y Extranjería y el Registro Civil.
La Policía también incautó 18 vehículos y se espera que en los próximos días se realicen nuevos allanamientos y detenciones como parte de este operativo.
Lavado mediante los bienes raíces
En el año 2008, el Grupo de Acción Financiera (GAFI) emitió un reporte sobre el lavado de dinero mediante los bienes raíces, en el que señalaba que este sector ofrece a los delincuentes una “extraordinaria variedad de posibilidades” de uso incorrecto, ya que los lavadores pueden utilizar y abusar de préstamos complejos, compañías offshore y cuentas de fideicomisos, o manipular el valor de la propiedad para ocultar las transferencias de dinero, indicó el informe.
Los traficantes de drogas podrían disfrazar sus fondos ilegales creando una compañía y adquiriendo terrenos a través de la cuenta de clientes de un notario, señaló la organización. El dinero proveniente del tráfico de drogas, mezclado con los fondos legítimos del notario, aparecería como procediendo de una fuente válida.
En otro ejemplo de cómo podría abusarse de los bienes raíces, el GAFI indicó que algunos agentes terroristas habían tratado de incluir a un agente de bienes raíces para adquirir propiedades en Bélgica a través de un fideicomiso. La utilización de un fiduciario generó sospechas de que los miembros de la junta del fideicomiso estaban tratando de encubrir al dueño beneficiario de la propiedad, dijo el informe.
Entre las señales de alerta que identificó el GAFI se encuentran las transacciones con bienes raíces en las que participan paraísos fiscales, operaciones llevadas a cabo en representación de menores de edad, pagos realizados en efectivo y operaciones en las que participa un préstamo que tiene garantías en el exterior.
Enfoque basado en el riesgo
Otra de las recomendaciones del GAFI fue la implementación de un enfoque basado en el riesgo para los profesionales de la industria inmobiliaria, debido al alto riesgo de lavado de dinero que representa el sector. Algunas de las recomendaciones emitidas para detectar transacciones sospechosas ligadas a una estructura de lavado de dinero fueron:
– Transacciones que son agilizadas indebidamente sin una explicación razonable.
– Ciertos tipos de propiedades: residencial o comercial, terrenos, inversiones, propiedades con un alto índice de rotación o transferencia, edificios con varias unidades para ser alquiladas.
– Transacciones sucesivas, especialmente de la misma propiedad en un período corto de tiempo con cambios inexplicables en el valor.
– Conversión de propiedades grandes en unidades más pequeñas.
– Presentación de terceros desconocidos en las últimas etapas de las transacciones, p.e., acuerdos celebrados entre compradores.
– Entidades o vehículos de terceros (p.e., fideicomisos) utilizados para ocultar la verdadera titularidad del comprador.
– Transacciones con propiedades sobrevaluadas o subvaluadas.
– Venta de propiedades inmediatamente antes de un embargo o de una bancarrota.
– Valores de la propiedad que no figuren en el perfil del cliente.




