Por Brian Monroe.
La decisión de Francia de cerrar los bancos franceses que tengan operaciones en jurisdicciones incluidas en la lista negra internacional, probablemente sea copiada por otros países, según analistas expertos en materia impositiva.
Los bancos más grandes de Francia acordaron comenzar a cerrar sus oficinas subsidiarias en los países que no actúen antes de marzo para ser removidos de la lista negra de paraísos fiscales elaborada por la Organización Para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD por sus iniciales en inglés), según informó el vice presidente de la Federación Francesa de las Instituciones Bancarias, Francois Perol.
Las jurisdicciones que desean evitar el cierre de las entidades francesas deberán también firmar un acuerdo de intercambio de información con Francia, agregó Perol.
El gobierno francés tomó la decisión después de que el Grupo de los 20 acordó que los países que quedaban la llamada “lista gris” podrían recibir sanciones el próximo mes de marzo.
Esta decisión de Francia es la más fuerte y severa medida pública de presión contra los 22 paraísos fiscales -incluyendo Antigua, Liechtenstein, St. San Cristóbal y Panamá-, para lograr un mejor intercambio de información con los investigadores.
Se esperan réplicas
Otras naciones miembros del G-20 que han luchado agresivamente contra la evasión fiscal, tal como Alemania, probablemente seguirán el juego, advirtió Jhon Christensen, director de la Red de la Justicia Impositiva, una coalición independiente con sede en Londres que analiza el impacto de la evasión fiscal. Sin embargo, agregó el experto que la posibilidad de que Estados Unidos implemente una medida similar se ve obstaculizada por los problemas económicos y otras preocupaciones.
Por su parte, Scott Michel, abogado de impuesto en Washington D.C., advierte que “Podría suceder que Alemania y el Reino Unido [cierren operaciones en paraísos fiscales]”. El movimiento por Francia probablemente afecte a la mayoría de las jurisdicciones francoparlantes, afirmó.
Si otros países siguen el ejemplo de Francia, la decisión creará un “incentivo masivo” para que los paraísos fiscales “eleven su juego y cumplan con los estándares internacionales. Las jurisdicciones incluidas en la lista negra harán todo lo posible para estar fuera de ella”, dijo Christensen.
Las naciones pueden ser removidas de la lista negra de la OECD demostrando que han fortalecido sus controles de crímenes impositivos, incluyendo la firma de un mínimo de 12 acuerdos fiscales con otras naciones. Pero, para satisfacer este requisito, algunos países han buscado acuerdos con otros paraísos fiscales, indicó Christensen, quien catalogó esos movimientos como “espantosos y absurdos.” La Red de la Justicia Impositiva está cabildeando actualmente con la OECD para elevar el número de acuerdos fiscales requeridos de 12 a 60.
A finales del mes pasado el director ejecutivo del BNP Paribas, Baudouin Prot, declaró a la estación de radio Europa 1 que el banco cerraría las operaciones en países incluidos en la lista negra de la OCDE, incluyendo Panamá.




