Los reguladores de valores están pidiendo programas antilavado de dinero más sofisticados y completos por parte de los corredores de valores a los que regulan y, como consecuencia de ello, han descubierto un gran aumento en la cantidad de compañías con programas deficientes.
“Ya no estamos más en la fase de aprendizaje”, dijo Karen Buck Burgess, asesora senior en la Oficina de Inspecciones y Examinaciones de Cumplimiento de la Comisión de Valores e Intercambio, el mes pasado en la 11ra. Conferencia anual de Money Laundering Alert.
Burgess indicó que los reguladores están sacándose los guantes ahora que la industria ha tenido tiempo de ajustarse a un nuevo ambiente regulatorio.
La multitrillonaria industria de valores de EE.UU. quedó bajo el ámbito de la Ley de Secreto Bancario (LSB) y las regulaciones antilavado de dinero en el 2002, y fue obligada a presentar informes de actividad sospechosa en el 2003. Desde entonces, ha trabajado para adaptar las nuevas regulaciones y ha recibido varias sanciones por incumplimiento, como la sanción de US$2,8 millones aplicada en diciembre contra la compañía Oppenheimer & Co. de Nueva York. La compañía obtuvo la dudosa distinción de ser la primera compañía importante de Wall Street en ser sancionada por la Red de Control de Crímenes Financieros de EE.UU. y la Bolsa de Valores de Nueva York por violaciones a la LSB.
Mayoría de las revisiones son “deficientes”
Burgess dijo que el 58 por ciento de las examinaciones de cumplimiento ALD realizadas en compañías de valores en el 2005 revelaron programas “deficientes”, sobre el 48 por ciento obtenido en el 2004. En el 2005, la Asociación Nacional de Corredores de Valores (por sus siglas en inglés, NASD) realizó 42 acciones públicas de cumplimiento por un total de US$757.000 por deficiencias de lavado de dinero en las compañías de valores.
Alma M. Angotti, asesora legal del Departamento de Cumplimiento de la NASD, mencionó que los reguladores han comenzado a realizar acciones de cumplimiento por violaciones que no son evidentes.
“La NASD quiere asegurarse que la industria es muy severa”, dijo. “Estamos tratando de iniciar los casos por montos de US$10.000 ahora para evitar iniciar los casos de US$10 millones más adelante”.
Mayor deficiencia es la revisión independiente
De lejos, el área más deficiente de los corredores es la revisión independiente, dijo Burgess, de la SEC. A través de las nuevas revisiones, los reguladores han encontrado que las compañías no realizan auditorías, o no tienen procesos de auditorías independientes. Las compañías deben asegurar que la persona que realiza la revisión está calificada, es independiente y cubre todas las áreas del negocio.
Otros problemas de la industria incluyen la omisión de contar con políticas y procedimientos ALD escritos, capacitación del personal, verificación de los clientes en la lista de criminales y terroristas sospechosos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (por sus siglas en inglés, OFAC) y la verificación minuciosa de los registros de individuos identificados por las agencias de cumplimiento bajo la sección 314 de la Ley USA. La sección 314 autoriza a ciertas instituciones financieras a compartir información las agencias de cumplimiento legal y entre ellas.
Michael G. Rufino, vicepresidente de regulación de miembros de la Bolsa de Valores de Nueva York, mencionó otra falla frecuente: la falta de oficiales de cumplimiento LSB calificados en la industria. Los examinadores, dijo, pueden determinar si los oficiales de cumplimiento tienen un control firme de las regulaciones que aplican a su compañía en “una conversación muy corta”.
La impresión del oficial LSB puede impactar de manera significativa en la intensidad de la revisión. Los oficiales deben tener un conocimiento bueno y adecuado de la LSB y comprender qué se requiere, cuál es el rol del oficial y qué se espera de él cada día.




