Por Matt Squire.
La propuesta de regulación bancaria federal dirigida a los juegos de apuestas en línea obligarán a las instituciones financieras a renovar sus procedimientos de diligencia debida, según algunos consultores antilavado de dinero.
Las reglas propuestas, publicadas por la Junta de la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en octubre, obligaría a las instituciones financieras a impedir la realización de pagos de operaciones de juegos de apuestas en Internet ilegales, en los términos de la definición dada por la Ley de Control de Juegos de Apuestas Ilegales en Internet (UIGEA, por sus siglas en inglés). La ley fue promulgada en octubre de 2006 y ha sobrevivido a varias propuestas de cambio por parte de legisladores y la industria financiera.
Según las regulaciones, las instituciones financieras deberán elaborar procedimientos de diligencia debida y otros procedimientos preventivos que impedirán los pagos vinculados a juegos de apuestas en la forma de cheques, transferencias, remesas y tarjetas de crédito.
Los bancos primero deberían actualizar sus acuerdos de apertura de cuentas para requerir que los titulares de cuentas no realicen transacciones prohibidas por la ley, según indicó Dan Gill, director gerencial de la consultora Daylight Forensic & Advisory, de Nueva York.
Los acuerdos con los clientes también deberían ser actualizados de manera que incluyan una “redacción severa” con relación a las posibles sanciones contra el cliente si se realizan transacciones de juegos de apuestas en línea a través de la cuenta, precisó Gill, quien también fue agente especial de la unidad de decomisos de activos de la oficina de Nueva York del FBI.
Además, las instituciones financieras deberían implementar programas sobre conozca su cliente rigurosos para las relaciones de banca corresponsal para protegerse frente a la posibilidad de verse involucrados con pagos de juegos de apuestas en línea offshore, señaló Carol Van Cleef, socia de la firma de abogados Bryan Cave en Washington D.C.
“Solo estamos obligados por ley a realizar una diligencia debida reforzada en el contexto de las cuentas corresponsales de los bancos extranjeros y de banca privada”, precisó Van Cleef, en una entrevista. Pero con los requisitos de las regulaciones propuestas destinados a asegurar que los clientes no estén realizando o recibiendo transacciones restringidas relacionadas con apuestas en Internet ilegales, “ahora estamos agregando un tercer elemento a la lista de áreas donde va a ser esencial una diligencia debida reforzada”.
Y si bien los bancos deberán rastrear los pagos realizados a compañías de juegos de apuestas en línea offshore de sus clientes, los códigos utilizados con ciertos sistemas de pagos no serán suficientes para detectar esas transacciones, dijo Gill.
Los bancos también deberían revisar sus procesos de clasificación de los clientes comerciales para asegurarse que tienen la información acerca de si esos clientes están procesando pagos de tarjetas de débito y crédito a empresas de juegos de apuestas, indicó Marie Kerr presidenta de Shamrock AML, consultora de Anápolis, estado de Maryland.
“Habría que saber de quiénes se reciben las transacciones de tarjetas de crédito y débito”, indicó Kerr.
Una vez que los clientes han sido identificados, el banco debería tener más información para conocer qué porcentaje de estas transacciones son rutinarias desde el punto de vista del monitoreo, como los depósitos de seguridad social, expresó Kerr.
“Lo que se busca es en su mayoría las transacciones de débito, que son las más importantes para los individuos que apuestan en línea, y luego hay que analizarlas y clasificarlas”, explicó Kerr.
Lo que es más importante, sin embargo, es que los bancos deberán protegerse de realizar servicios bancarios a operaciones de juego efectivas, advirtió Teresa Pesce, jefa del servicio Forense ALD de KPMG.
Los reguladores federales restaron importancia a la creación de una lista de compañías que participan en operaciones de juegos de apuestas en Internet ilegales, indicado que en las regulaciones propuestas eso “requeriría una importante investigación y análisis legal”.
Ante la ausencia de una lista gubernamental de compañías incluidas en esa lista negra con la que puedan trabajar, los bancos podrían querer realizar sus propias investigaciones y crear su propia lista para que funcionara como un filtro para los clientes nuevos y los ya existentes, dijo Pesce.
“Claramente sería de ayuda para las instituciones si existiera una lista elaborada a nivel gubernamental que no fuera responsabilidad de la industria”, señaló Pesce. Si bien las regulaciones propuestas no obligan a la industria a crear su propia lista de compañías restringidas, “es un mecanismo que los bancos pueden utilizar para monitorear las transacciones”, señaló Pesce, “pero también tiene su carga”.




