Por: Fernando Martínez

Una investigación de la policía en la provincia argentina de Rosario, da cuenta de cómo las publicaciones en redes sociales pueden convertirse en una valiosa herramienta para adelantar cruce de datos que pueden significar un “disparador” para detectar a organizaciones criminales.

Hace dos anos se inició una investigación del Ministerio Público producto de una millonaria defraudación de una banda dedicada a adueñarse de propiedades ajenas a través de papeles legales y luego las hacían “pasar de mano en mano con el fin de aparentar legitimidad de los bienes adquiridos”, como destaca el diario rosario3.com.

De manera superlativa, el rastreo de las publicaciones de los sospechosos en redes sociales fue clave para el desmantelamiento de este esquema fraudulento.

“Cuando una persona no estaría en condiciones de justificar lo que tiene o hay algo que no es compatible con la vida que tiene, a partir de esto, empezamos a rearmar sus bienes y empiezan a aparecer propiedades, vehículos que no se corresponden con la actividad declarada oficialmente. Se trata de un disparador para investigar”, explicó a medios locales Alejandro Elías uno de los líderes de las pesquisas perteneciente a la Fiscalía.

El funcionario destacó que “a facebook u otras redes las usamos como complementos de las bases de información oficial, juntamos esta información, cruzamos todo y nos permite sacar una foto patrimonial de esa persona (…) Si su estilo de vida no se condice con lo que formalmente le dijo al Estado que gana suena una alarma”.

 Uso creciente

Más allá de una técnica de investigación utilizada en este caso por cuerpos policiales, es de destacar que la información colectada en las redes está siendo utilizada de manera creciente por las empresas para debida diligencia y múltiples decisiones estratégicas, como la identificación de individuos sospechosas de fraude, detectar riesgos internos, cerrar negocios, seleccionar a un miembro de un jurado, etc.

   “Con la abundante y accesible cantidad de información que hay en las redes, el uso de las redes para labores de debida diligencia e investigaciones debe continuar incrementándose y las herramientas de análisis de estos datos deben proliferar”, en el futuro, indicó Wendy Schmidt, experta de Deloitte en un artículo publicado por el Wall Street Journal.

Según una encuesta realizada por la firma Deloitte entre julio y agosto de 2015, el 82% de las empresas utilizan alguna red social para reforzar sus procesos investigativos. Incluso, el 51% de los ejecutivos encuestados afirmó que la información extraída de las redes sociales es considerada “extremadamente valiosa” o “muy valiosa”.

Si bien las organizaciones de delincuencia organizada trasnacionales intentarán evitar que informaciones sensibles alcancen la web, la dinámica de nuestros días y lo que estos fenómenos representan, pueden facilitarnos la obtención de información de valor que nos permita ser más diligentes y eficientes en procesos de análisis e investigación.

   Qué conseguir en la red?

El experto antilavado Roderick  Schwarz en un artículo publicado en Lavadodinero.com, hizo un balance  sobre los aspectos más importantes que se pueden conseguir haciendo uso de la Internet y las redes sociales más utilizadas en un proceso de debida diligencia:

a. Información relativa a datos filiatorios de una persona u organización.

b. Información sobre relaciones personales, familiares, profesionales y hasta sentimentales.

c. Antecedentes judiciales y decisiones judiciales que puedan recaer sobre una persona o empresa.

d. Inclinación política.

e. Información que facilitaría comprender a cuál estrato social pertenece la persona objeto del análisis o la investigación.

f. Información geográfica (dónde vive, reside o inclusive su localización en algún momento particular).

g. Información relativa a amistades, proveedores, clientes.

h. Hobbies, gustos y hasta países visitados.

i.  Situación sentimental y estado civil.

j. Profesión.

k. Lugar de trabajo y a veces la posición que ocupa en la empresa.

l.  Muchas fotografías y documentaciones varias.

m. Correo electrónico.

p. Dirección IP, proveedor de servicios de internet y el país donde se presta el servicio.

q. Blackberry PIN y hasta el número de teléfono para contactar vía What’sapp.

r. Si se contrata con el estado o gobierno alguno, entre otras.