Por Dr. John Zdanowicz*
En el 2004 aproximadamente US$ 4.500 millones en dinero sucio lavado pueden haber cruzado las fronteras de Estados Unidos a través del comercio internacional de piedras y metales preciosos, de acuerdo con un análisis estadístico exclusivo de la Base de Datos del Comercio de Mercaderías del Departamento de Comercio de EE.UU. realizado por Lavadodinero.com y Money Laundering Alert.
En junio pasado, la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro de EE.UU. (FinCEN) emitió regulaciones para los comerciantes mayoristas y minoristas que realizan compra y venta de metales y piedras preciosas.
Pero el problema con la regulación vigente es que no se focaliza en analizar las transacciones internacionales realizadas a precios irregulares que resultan en el movimiento de dinero hacia y desde EE.UU. El dinero puede ser movilizado fuera de EE.UU. mediante la importación de metales y piedras preciosas a precios sobrevaluados o a través de la exportación de los bienes mencionados a preciosos subvaluados. El dinero también puede ser ingresado a EE.UU. con el proceso inverso.
Exagerando el valor de las piedras preciosas
Por ejemplo, los traficantes de drogas o los terroristas pueden trasladar el dinero a través de las exportaciones subvaluadas de metales y piedras preciosas sin temor a ser detectados. La transacción requerirá que los lavadores adquieran diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas a los joyeros minoristas, quienes están eximidos de las nuevas regulaciones porque ellos venden “primariamente” al público. Estas compras serán realizadas con dinero sucio y por sumas menores a US$10.000 por transacción, de manera de eludir la presentación del formulario 8300. Doscientas compras de US$5.000 convertirán US$1 millón de dinero sucio en US$1 millón de piedras y metales preciosos.
El US$1 millón de piedras y metales preciosos es exportado a un socio cómplice en Yemen o Colombia por un monto subfacturado de US$1.000. Cuando la mercadería llega al país extranjero es vendida a su valor real de mercado de US$1 millón. El dinero ha sido movilizado y la transacción eludió las regulaciones aplicables a los a los comerciantes de piedras y metales preciosos y las regulaciones aplicables al reporte de las instituciones financieras.
Las conclusiones del extenso análisis realizado con computadoras de los datos del comercio de EE.UU. en el 2004, revelaron que US$ 1.800 millones fueron movilizados fuera de Estados Unidos a través de facturaciones falsas en metales y piedras preciosas. El mismo análisis también reveló que US$ 2.700 millones fueron ingresados a Estados Unidos.
El estudio analizó cada transacción de importación y exportación de metales y piedras preciosas entre Estados Unidos y todos los países durante el 2004. Esta información de las transacciones está incluida en la Base de Datos del Comercio de Mercaderías de EE.UU., preparada por la Oficina de Censos del Departamento de Comercio de EE.UU. El análisis estableció cada operación de importación sobrevaluada y subvaluada de EE.UU. en metales y piedras preciosas de todos los países. El estudio también determinó cada operación de exportación subvaluada y sobrevaluada provenientes de Estados Unidos hacia todos los países. Los precios de importación y exportación irregulares fueron determinados de acuerdo al criterio definido en las regulaciones de precios de transferencia 482 del Servicio de Rentas Internas.
Según el análisis, Israel, Canadá, Japón, Bélgica y Suiza movilizaron la mayor parte del dinero sospechoso fuera de Estados Unidos a través de metales y piedras preciosas. Sin embargo, cuando se clasifica el dinero sospechoso como porcentaje del comercio de piedras y metales preciosos, Sri Lanka, Japón, Lesoto, Sierra Leona y Botswana figuran en los primeros lugares.
Los países que movilizaron la mayor cantidad de dinero sospechoso hacia EE.UU. a través de los metales y piedras preciosas fueron Italia, Costa Rica, Singapur, Israel y Bélgica. Sin embargo, al comparar el dinero sospechoso ingresado a Estados Unidos como un porcentaje del comercio, Costa Rica, Zambia, Singapur, Congo y Kenya aparecen en los primeros lugares.
¿Cuál es el problema en esta situación?
Desafortunadamente, el gobierno de EE.UU. no puede monitorear y detectar el lavado de dinero o la financiación del terrorismo mediante el establecimiento de precios irregulares de los metales y piedras preciosas. Las nuevas regulaciones aplicables a los comerciantes y minoristas monitorearán al primer contacto frente al lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Sin embargo, la calidad y estructura de la información del comercio de metales y piedras preciosas reveló una gran puerta trasera abierta al lavado de dinero a través del comercio internacional.
El primer problema. es que la cantidad de códigos de productos de exportación es significativamente menor que la de importación. En el 2004 existían 130 códigos de productos para las importaciones de metales y piedras preciosas de EE.UU. mientras que sólo existían 67 códigos de productos de exportación. Esto es consecuencia de la sumatoria de códigos de exportación realizada por el gobierno de EE.UU.
Por ejemplo, los rubíes, zafiros y esmeraldas, tienen sus códigos únicos de productos de importación (7103910010, 7103910020 y 7103910030 respectivamente). Pero, cuando son identificados todos juntos, sólo tienen un único código de producto de exportación (7103910000). Esta sumatoria de códigos de productos de exportación dificulta la determinación de precios irregulares. Si el gobierno estuviera realmente interesado en detectar el lavado de dinero, debería incrementar de manera significativa la cantidad de códigos de productos y debería hacer que exista una correspondencia entre cada uno de los códigos de importación y exportación.
Un segundo problema que presentan los datos del comercio de EE.UU. es que las operaciones de importación o exportación para ciertos productos no requieren informar la cantidad de productos. Esto hace que sea imposible para el gobierno determinar el precio unitario de la transacción. Las operaciones relacionadas con la importación de perlas naturales y cultivadas no requieren que se informe al gobierno acerca de las cantidades comercializadas. Las transacciones relacionadas con la exportación de rubíes, zafiros y esmeraldas no requieren que se informen las cantidades, a la vez que la importación de los mismos productos requieren la información referida a la cantidad de quilates.
Tiempo de cerrar la puerta
Los lavadores y los terroristas saben que la falta de regulaciones y monitoreo de los precios irregulares del comercio internacional de piedras y metales preciosos es una “mina de oro” para movilizar los fondos a través de las fronteras. El gobierno de EE.UU. debe focalizarse en cerrar la puerta trasera al lavado de dinero y la financiación del terrorismo si realmente tiene serias intenciones de impedir otro ataque como el de las torres Gemelas de Nueva York.
*Dr. John Zdanowicz, profesor de finanzas en la Universidad Internacional de Florida en Miami, es miembro del Comité Editorial de Money Laundering Alert. [email protected]




