Sólo unas pocas empresas financieras de pequeño tamaño del Reino Unido han adecuado sus programas antilavado de dinero y de cumplimiento de sanciones, informó este lunes la Autoridad de Servicios Financieros (FSA por sus siglas en inglés) en un reporte de 59 páginas basado en un estudio que analiza la situación del cumplimiento en el sector.
La agencia indicó que los problemas están presentes hasta en los procedimientos de debida diligencia para los clientes de alto riesgo. La FSA criticó la debilidad de los programas de cumplimiento de las sanciones en el reporte, que también incluye información sobre la seguridad de la información y el control de fraudes en las empresas financieras pequeñas.
La deficiencia de los programas antilavado de dinero en las empresas de menor tamaño es una realidad y un signo de un grave problema de cumplimiento en el país, afirmó Simon Dilloway, de la consultora londinense Lopham Consultancy.
De las 159 compañías revisadas, sólo el 26% tiene programas antilavado. Además, la FSA entrevistó a 42 consultores financieros independientes, de los cuales solo 17 afirmó que tienen sistemas de monitoreo de transacciones en el lugar de operaciones, mientras que apenas 9 tienen procedimientos para manejar las banderas rojas surgidas durante el monitoreo.
Una de las conclusiones más preocupantes es que solo una “minoría” de las compañías tiene procesos de diligencia debida ampliada para clientes de alto riesgo, incluyendo a las personas políticamente expuestas (PEPs) y a los clientes que nunca han interactuado cara-a-cara con los empleados de la empresa, señala el reporte.
Las empresas que decidieron suspender sus procedimientos de cumplimiento ALD porque sus clientes no presentan riesgos, no pudieron justificar razonadamente su decisión, precisa el documento de la FSA.
El vocero de la FSA, Joseph Eye, informó que la agencia espera que las firmas pequeñas -incluidos los consejeros financieros y los “brokers”- implementen controles preventivos.
El Reino Unido le impuso obligaciones de cumplimiento a las empresas financieras pequeñas desde el 2007, pero muchas están tratando barrer las normas debajo de la alfombra y esperan que se alejen, señaló Dalloway, quien agregó que “el reporte puso a todos estos pequeños negocios al descubierto”.
Las instituciones financieras han estado reacias a mirar de cerca a sus clientes desde que empezó la recesión, debido a la preocupación de perder sus inversiones, precisó el experto.
En el año 2007, el Grupo de Acción Financiera criticó al Reino Unido por no extender las reglas ALD / CFT a las empresas de bienes raíces, a los agentes/gestores creadores de empresas y a las firmas de crédito del consumidor. Además, el organismo exigió que se solicitara más información sobre el beneficiario final de las empresas.




