Por Brian Monroe
Los reguladores bancarios federales están modificando sus prioridades de evaluación del antilavado de dinero y otros programas de cumplimiento para concentrarse en el monitoreo de los portafolios de préstamos de las instituciones financieras, la liquidez y las asignaciones de pérdidas, dicen algunos ex examinadores.
Lo que alguna vez se vio presionado por el Congreso para convertir a los bancos en la primera línea de defensa contra los terroristas y los lavadores de dinero, los evaluadores “posiblemente no puedan estar preparados lo suficientemente rápido” para realizar en forma simultánea revisiones exhaustivas de antilavado de dinero (ALD) y asegurar la “seguridad y eficiencia” de las instituciones financieras que enfrentan problemas por la crisis hipotecaria subprime, señaló un ex examinador.
Los reguladores – incluida la Oficina de Contralor de la Moneda del Departamento del Tesoro de los EE.UU. (OCC, por sus siglas en inglés), la Junta de la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) – están canibalizando algunos departamentos, incluidos el de ALD y cumplimiento del consumidor para “salvar a los bancos” agregando personal específicamente para las evaluaciones de crédito, según indicó el ex examinador.
Y, los reguladores están obligados a realizar elecciones difíciles sobre la asignación de sus tiempos porque sus dotaciones de personal se han mantenido iguales o se han reducido, indicó el examinador.
En los últimos cinco años, la cantidad de examinadores de la Reserva Federal aumentó en solo siete, hasta llegar a 1555. En los últimos dos años, la OCC incrementó su dotación de examinadores en 66 llegando a 2.061. Los examinadores de la FDIC se redujeron en los últimos cinco años en más de 200, contando actualmente con 1.631, de acuerdo con la información brindada por las agencias.
En una presentación dada a comienzos de mes, el contralor John Dugan admitió que los bancos nacionales enfrentan “importantes desafíos de crédito y liquidez”. Como resultado de ello, la agencia está desviando más de sus recursos de revisión para atender los temas de mayor riesgo, indicó.
“Habrá un momento en que algunos de ustedes que dedican la mayor parte de su tiempo en el cumplimiento se les pedirá que colaboren en temas de seguridad y eficiencia”, dijo Dugan, agregando que la supervisión de la Ley de Secreto Bancario (LSB), si bien “no produce más titulares en los diarios… no ha perdido su importancia”.
Por su parte, una fuente regulatoria gubernamental afirmó que la agencia entrena a sus examinadores para que tengan conocimientos del ALD y del crédito y no les están indicando que dediquen menos tiempo a los programas LSB. En lugar de ello, el funcionario dijo que la agencia está contratando a expertos en revisión de préstamos para dedicarse específicamente a los portafolios bancarios y no obligará a que esos examinadores realicen otro tipo de revisiones. “No podemos pasar nada por alto.
Aún así, está claro que “los reguladores, como cualquier otra entidad, están desviando recursos para atender temas más urgentes que se han presentado últimamente”, indicó Bob Pasley, consultor independiente de cumplimiento LSB en y ex director asistente de control y cumplimiento de la OCC.
Menos sanciones bancarias
Como resultado de ello, la mayor atención dedicada a los temas del crédito y la liquidez podría significar una disminución en la cantidad de sanciones de cumplimiento hasta que el ambiente bancario y la economía mejoren, auguró Robert Serino, socio de la firma de abogados Buckley Kolar LLP en Washington, D.C. y ex examinador de la OCC.
“Los examinadores tenderán menos a buscar fallas a todos los temas en el ALD”, indicó, agregando que los examinadores sólo pueden iniciar un procedimiento de cumplimiento como consecuencia de serias falencias de cumplimiento, como el no haber reportado operaciones sospechosas.
Peter Djinis, consultor ALD de Sarasota, estado de la Florida y ex director asistente ejecutivo de política regulatoria de la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro de EE.UU. (FinCEN, por sus siglas en inglés) está de acuerdo en que podría haber una tregua en los proceso de control ALD, especialmente entre aquellos que van acompañados de sanciones monetarias.
“Si el objetivo último de los reguladores es mantener a los bancos en buenas condiciones, no tiene sentido acumular procesos de fiscalización mientras los bancos asumen pérdidas enormes”, explicó. “Eso amenaza la vitalidad financiera de la institución”.
El cambio para algunos examinadores, sin embargo, del ALD al crédito, no será mucho porque de esa forma comenzaron sus carreras, indicó Flattery. Como resultado de la mayor atención al crédito y al fraude, los bancos podrían ver en el futuro más sanciones por temas de “seguridad y eficiencia” a medida que los reguladores analicen más rigurosamente las decisiones erróneas sobre el crédito.
Actualmente, los comités parlamentarios no están tan interesados en el “tema complicado y nebuloso” del lavado de dinero, sino que quieren saber cómo ayudaron los reguladores a eliminar a “corredores de hipotecas sin respaldo que estafaron a la gente con casas de millones de dólares”, dijo Wood.




