Por Selina Román
[email protected]

En un proceso esperado, los fundadores del cartel de Cali, Miguel y Gilberto Rodríguez-Orejuela cumplieron sus promesas el jueves pasado de declararse culpables en un tribunal federal de EE.UU. de lavar US$1,5 millones a través de más de 400 compañías farmacéuticas.

Los hermanos, que alguna vez controlaron el 80 por ciento del mercado de cocaína del mundo, llegaron a un acuerdo con los fiscales federales en septiembre para evitar futuros juzgamientos de familiares por lavado de dinero y obstrucción de la justicia.  Bajo el acuerdo, los hermanos se declararon culpables del cargo de tráfico de cocaína en Miami, prometieron el decomiso de US$2.100 millones al Departamento de Justicia de EE.UU. y acordaron declararse culpables de los cargos de lavado de dinero que se originaron en Nueva York.

El Juez de Distrito Federal en Miami Federico Moreno sentenció a cada uno de los hermanos a más de siete años detrás de las rejas por sus actividades de lavado de dinero – un término en prisión que corre concurrente con la sentencia de 30 años recaída sobre ellos en setiembre por tráfico de cocaína. 

Los acuerdos de culpabilidad anticipados del jueves cerraron la puerta sobre el proceso gubernamental de 15 años realizado por el gobierno para capturar a los líderes del grupo de tráfico de drogas y lavado de dinero más notorio y amplio del mundo.

Según la acusación en Nueva York, los hermanos Rodriguez-Orejuela y sus asociados lavaron millones de dólares en fondos procedentes del tráfico de cocaína a través de farmacias y laboratorios en Colombia que aparentaban ser legítimos que transferían millones de dólares a cuentas bancarias en la ciudad de Nueva York.

Aunque Gilberto, 67, y Miguel, 62, fueron inicialmente identificados en documentos públicos como socios en varias de esas compañías, ocultaron que eran los propietarios y evadieron sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU. (por sus siglas en inglés, OFAC) eliminando sus nombres de aquellos negocios y creando compañías “nuevas” u “organizando” compañías en las mismas localidades bajo los nombres de los miembros de sus familiares y asociados que no habían sido sancionados por OFAC, indicó la declaración.

Los cargos en Florida y Nueva York se originaron en la “Operación Angular”,  una investigación federal que comenzó en 1991 cuando agentes de la entonces Aduana de los EE.UU. descubrieron más de 12.000 kilos de cocaína escondidos en envíos de concreto en el puerto de Miami. Esa investigación llevó a la “Operación Dinastía”, una investigación internacional de las operaciones de lavado de dinero del cartel realizada por la Administración de Control de Estupefacientes, la OFAC, la Oficina del Fiscal Federal de los EE.UU. en el Distrito Sur de Nueva York y las autoridades colombianas.