José Balda pidió un préstamo—poniendo su casa como garantía—para pagar a los reguladores estadounidenses el 10% de los ingresos anuales de su negocio por haber quebrantado la Ley de Secreto Bancario de EE.UU.
Pero el inmigrante ecuatoriano y dueño del negocio Frosty Food Mart—gasolinera, almacén y negocio de servicios monetarios (NSM) en la ciudad de Tampa—no comprende todavía cómo fue que infringió la ley.
“No hice nada malo”, dice Balda, quien abrió el negocio en 1982. “Pagué un par de cheques a gente que conocía mucho. Todos vivimos en la misma comunidad latina”.
La Red de Control de Crímenes Financieros de EE.UU. (FinCEN por sus siglas en inglés) impuso una pena de US$10.000 contra Frosty Food Mart por no reportar más de 80 transacciones de pago de cheques por encima del límite de reportaje de US$10.000 por un total de US$1,2 millones entre enero de 2003 y junio de 2004.
A pesar de que la multa es la más pequeña de FinCEN desde 2003, pequeñas cantidades pueden afectar a miles de pequeños negocios de servicios monetarios como Frosty Food Mart, que están obligados a cumplir con las mismas –y complejas—regulaciones de la Ley de Secreto Bancario que los negocios de servicios monetarios más grandes.
El pequeño negocio pagó en efectivo US$1 millón contra cheques de unos 25 clientes, todos por montos superiores a los US$10.000. También pagó múltiples cheques por un total mayor a los US$10.000 por cliente en un solo día para ocho personas diferentes—por un total de US$200.000, según FinCEN.
No se sabe quiénes eran los clientes o por qué los cheques eran por cantidades tan elevadas.
Frosty Food Mart – con un solo propietario, tres empleados y ventas anuales de US$100.000—no informó ninguna de las transacciones ni creó un programa de cumplimiento como lo exige la Ley de Secreto Bancario.
La agencia de rentas de EE.UU. (IRS por sus siglas en inglés), que es la agencia encargada de examinar los negocios de servicios monetarios—a pesar de que no puede penalizarlos—, advirtió dos veces al negocio sobre sus deficiencias en el área de cumplimiento antes de 2003. Luego refirió el problema a FinCEN.
“El cumplimiento es crítico para todas las instituciones financieras sujetas a las obligaciones de la Ley de Secreto Bancario, sin importar cual sea su tamaño”, señaló Anne Marie Kelly, vocera de FinCEN. Sin embargo, la agencia tomó en cuenta las finanzas de Frosty antes de penalizarlo.
“Parece pequeña en comparación con otras multas, pero es mucho para un negocio pequeño”, dijo Kelly.
David Landsman, director ejecutivo de la National Money Transmitters Association, dijo que “es ridículo” poner a pequeños negocios de servicios monetarios al mismo nivel que otros más grandes como por ejemplo Western Union.
“Las instituciones financieras tienen gente inteligente, sofisticada a cargo de los programas de cumplimiento”, dijo. “No se puede esperar lo mismo de un pequeño negocio familiar”.




