Por Departamento Editorial.

Un nuevo servicio telefónico de denuncias relacionadas al deporte aparece en Estados Unidos y Canadá para que todas las personas que trabajan o pertenecen a estas disciplinas puedan exponer irregularidades, incluyendo monetarias o financieras, que observen en su entorno.

El Centro Internacional para la Seguridad Deportiva (ICSS, por sus iniciales en inglés), entidad sin fines de lucro, es responsable de esta vía segura y confiable para la realización de denuncias. El canal fue implementado recientemente en Norteamérica, pero está previsto aumentar su alcance y dirigirse a Europa próximamente. Asimismo, aficionados, atletas y empleados del área de los deportes podrán exponer cualquier eventualidad de la cual tengan información, ya sea abusos, compra de partidos, delitos financieros, entre otros.

WhistleBlower Security es la compañía encargada de manejar el servicio telefónico, que mediante un sistema de reportes encriptado protege la identidad de las personas que ofrecen la información. En ese sentido, cuando los datos relacionados a las irregularidades son suministrados a la compañía, esta por su parte los transfiere al cuerpo de investigación del ICSS el cual revisará la evidencia, que, a su vez, después del análisis, lo enviará a las autoridades competentes.

“Una de las razones por las que estamos haciendo esto es presionar a las organizaciones deportivas, así como a las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley para que estén más preparadas para manejar este tipo de reclamos de manera imparcial”, expresó Michael Hershman, jefe ejecutivo del grupo ICSS. “Queremos presionar a las organizaciones diciendo que conocemos la acusación y que seguiremos con la acusación si no lo hacen”, agregó.

 Con respecto a la confidencialidad de las denuncias, Hershman manifestó: “Mi experiencia es que hay mucha reticencia por parte de las personas a denunciar una ofensa a una organización deportiva porque no creen que el manejo de una queja sea objetiva o que los protegerán de represalias”. Asimismo, enfatizó en que la ICSS “está en condiciones de investigarse a sí misma o de asegurarse de que la autoridad adecuada les otorgue el tipo de prioridad y atención que merecen a los que denuncian”.