Por Kieran Beer.

Las firmas pequeñas de corretaje ya no estarán más exceptuadas de la obligación de realizar una revisión anual independiente de los programas antilavado de dinero, luego de una modificación de la regla aprobada recientemente por la Comisión de Valores y Bolsas de los EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés).

La modificación en las reglas de la Autoridad Regulatoria de la Industria Financiera (FINRA, por sus siglas en inglés) pone a la  organización autorregulada en cumplimiento con la guía publicada por la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés), según una carta emitida por FINRA y dirigida a la SEC.

Con esta modificación, algunos corredores-agentes deberán contratar consultores externos para realizar el examen si no pueden identificar a empleados calificados que sean independientes del esfuerzo ALD de la firma, según notificaciones con comentarios enviados a la SEC.

Según la regla anterior, las empresas de corretaje pequeñas que calificaban para la exención estaban autorizadas a realizar revisiones del programa ALD cada dos años calendario. Las empresas también estaban autorizadas a usar empleados para realizar la revisión, aún cuando reportaran para el director de cumplimiento ALD u otros profesionales independientes responsables del programa ALD.

La modificación de la regla fue realizada de acuerdo con la guía publicada por FinCEN que “ha establecido que la excepción de la revisión independiente, como la indicada en NASD IM-30ll-1, es inconsistente con la disposición sobre auditoría independientes de la LSB”, según la misiva enviada a la Comisión de Valores y Bolsas por Patricia Albrecht, asesora general asistente de FINRA.

La revisión es independiente “cuando es realizada por una persona o personas entre las que no se incluye al oficial de cumplimiento LSB, un individuo que reporta directamente al oficial de cumplimiento”, según la guía de FINCEN para examinadores de negocios de servicios monetarios (NSMs).

El vocero de FinCEN, Steve Hudak, dijo que el cambio fue el resultado del trabajo de la agencia junto con la SEC y FINRA, y que eso era parte del mayor esfuerzo de FinCEN para proteger la integridad del sistema financiero.

La excepción a la revisión independiente fue un legado de las reglas de la Asociación Nacional de Agentes Corredores (NASD, por sus siglas en inglés). FINRA fue creada en julio de 2007 como producto de la fusión de NASD y la división de fiscalización de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés).

Objeciones a la nueva Regla 3310 de FINRA

Las objeciones a la regla no se hicieron esperar y muchas fueron notificadas en cartas comentarios enviadas por algunas firmas miembro de la NYSE, incluyeron el argumento de que aumentaría el costo de realizar operaciones comerciales y que las firmas de corretaje pequeñas conocen a sus clientes lo suficientemente bien como para prevenir el lavado de dinero.

“Nuestra capacidad para continuar brindando servicios a nuestros clientes es para controlar el costo asociado con ese servicio”, según Joe Giordano, presidente de la firma
Joseph James Financial Services en Rochester, estado de Missouri, en su carta con comentarios enviada a la SEC.

Agregó que muchos de los clientes de la empresa habían estado con la firma desde hacía varios años. “No es como un banco donde todo el tiempo entra y sale gente nueva”,
La excepción a la revisión independiente “nos permite completar la revisión ALD sin agregar un nuevo costo para la firmas pequeñas”, según Giordano, quien no respondió los llamados realizados para solicitarle comentarios.

“Esto es parte de la iniciativa del Departamento del Tesoro de los EE.UU. para colocar a más instituciones bajo el paraguas de la LSB, afirmó David Caruso, director ejecutivo de Dominion Advisory, una consultora ALD.

Caruso expresó que no creía que el costo para los agentes/corredores realmente fuera tan grande “Estos agentes/corredores generalmente son de bajo riesgo”, conocen a sus clientes y es poco probable que sean el objetivo de los lavadores de dinero, expresó, agregando que el costo de la revisión independiente sería proporcional a cualquier servicio de auditoría que ya hubieren pagado.

Nota: Brian Monroe colaboró en este artículo.