Dos normas aprobadas por el regulador del sector de los valores de Estados Unidos podrían obligar a los bancos a aumentar la diligencia debida y a revisar los reportes públicos de las empresas asociadas a la industria de la minería y los hidrocarburos, para determinar posibles nexos con grupos violentos de África.
Bajo los reglamentos aprobados por la Comisión de Valores e Intercambio (SEC, su sigla en inglés) las empresas deben revelar si ciertos metales adquiridos son originarios de la República Democrática del Congo o en países de del entorno africano, y qué medidas de diligencia debida se llevaron para determinar que los pagos realizados no fueron utilizados para financiar a violadores de derechos humanos en la región.
Las compañías del sector deben informar sobre el uso y la adquisición del tantalio, estaño, oro y el tungsteno procedentes de las naciones africanas. Además, tendrán que notificar si esos minerales son “necesarios para la funcionalidad o la producción de un producto” fabricado por estas empresas, según indica la Regulación 34-67716.
Las empresas están obligadas a proporcionar estos reportes -exigidos desde hace dos años por la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor- en una nueva planilla (Form SD).
Los reportes servirán como un “nuevo punto de datos” para los bancos, como parte de sus controles de diligencia debida sobre los clientes corporativos vinculados a la extracción de recursos y a las empresas manufactureras, aseguró Michael Littenberg, abogado de Schulte Roth & Zabel LLP en Nueva York.
“Si una empresa tiene un conflicto en alguno de los reportes, eso no es equivalente a una actividad ilícita conforme a esta regla”, explicó Littenberg. “Esta es una regla de nombre-y-desprestigio, y proveerá más información para los bancos que no quieren hacer negocios con quienes son percibidos como malos actores de la industria”.
Diligencia debida en reversa
Los bancos que compran lingotes de oro estarán más directamente afectados por las reglas, señaló Michael Riess, fundador de Materiales Management Corp., una consultora de la industria de los metales ubicada en Nueva York. Varios bancos internacionales, incluido el Banco de China, el Julius Baer Group, Deutsche Bank, Goldman Sachs y JPMorgan Chase, compran y venden oro.
Los bancos de oro “son una fuente importante de suministro de oro” para los fabricantes, aseguró Riess. Debido a que la norma requiere que las empresas del sector realicen la debida diligencia de sus proveedores de oro, “usted podría tener una situación de debida diligencia inversa, en que las empresas que compran el oro al banco le pidan al [departamento de cumplimiento del] banco adónde lo adquirió y luego reportarlo”.
Una de las medidas adoptadas por la SEC requiere que las compañías estadounidenses de extracción de recursos reporten los pagos de US$ 100.000 o más hechos a los gobiernos extranjeros para la concesión de licencias, extracción o explotación de petróleo, gas natural y minerales a partir de septiembre de 2013.
Las empresas tendrían que revelar el tipo, el monto total, la moneda y el destino final de los pagos, y lo que la norma define como impuestos, regalías, honorarios, derechos de producción, bonificaciones, dividendos y mejoras de infraestructura.
Dado que ambas regulaciones son normas de divulgación y no enunciados directos de violaciones de reglamentación, afectarán a los departamentos de cumplimiento de las instituciones financieras de Estados Unidos dependiendo en gran medida de los inspectores federales, aseguró una sede en Nueva York encargado del cumplimiento de un banco importante de Estados Unidos.
Con la aprobación de las reglas “será fácil [para un examinador] señalarnos y preguntarnos quiénes son los titulares de nuestras cuentas de petróleo y gas, y luego nos preguntarán si hemos leído sus reportes públicos trimestrales”, precisó el oficial de cumplimiento, quien habló bajo condición de anonimato.
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Documentos Relacionados
–Regulación 34-67716 (SEC). Se exige la presentación de reporte de adquisición de metales procedentes de África a las empresas estadounidenses (Agosto de 2012)




