El comité bancario del Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto que incrementaría la presión económica sobre Irán y aumentaría los presupuestos de dos agencias gubernamentales que aplican sanciones y regulaciones contra el financiamiento del terrorismo.

El proyecto, aprobado con la denominación 19-2, tiene como objeto desalentar a Irán en sus supuestos planes para producir armas nucleares y se publica luego de una publicitada prueba de misiles iraníes realizada a comienzos de esta semana.


El presidente Bush estaría obligado a congelar los fondos de todos los funcionarios iraníes relacionados con el supuesto programa nuclear y las compañías estadounidenses con subsidiarias extranjeras estarían sujetas a su inclusión en listas negras si esas subsidiarias eludieran esas sanciones, de acuerdo con el texto del proyecto.


Los gobiernos estatales y locales también recibirían la instrucción para no invertir en ninguna compañía que invirtiera US$20 millones o más en el sector energético de Irán.


Según la ley vigente, el presidente tiene la opción de sancionar a un individuo vinculado al gobierno iraní sin la aprobación del Congreso.


La medida también agregaría US$61 millones al presupuesto de la unidad de información financiera y terrorismo del Departamento del Tesoro norteamericano, de la cual forma parte la Oficina de Control de Activos Extranjeros, el principal organismo que aplica sanciones en EE.UU. La Red de Control de Crímenes Financieros del departamento recibiría US$91 millones adicionales si el proyecto llegara a ser aprobado.