En el año 2008, los países miembro de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) acuerdan adoptar el Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE) como la unidad de cuenta común para reemplazar al dólar estadounidense en el comercio interregional existente entre los nueve países integrantes del bloque: Venezuela, Cuba, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Ecuador y Uruguay.

    Desde hace algún tiempo, las autoridades comenzaron a sospechar que a través del sistema se pudiera estar lavando dinero en el flujo comercial entre Venezuela y Ecuador. Desde 2011, los bancos ecuatorianos han rechazado unas 300 operaciones del SUCRE valoradas en US$ 100 millones, por ser sospechosas y no tener información adecuada, según afirmó el gerente del Banco Central ecuatoriano, Mateo Villalba.

    Esto fue confirmado esta semana por la Unidad de Lavado de Activos de la Policía y la Fiscalía ecuatoriana, que detectaron una compleja red de empresas fachadas creadas hace 3 años con la finalidad de legitimar cientos de millones de dólares mediante operaciones de comercio internacional, aprovechando las vulnerabilidades del sistema SUCRE.

    Una de las principales debilidades del sistema, es que en las transferencias internacionales realizadas mediante el SUCRE no se debe verificar el origen de los fondos involucrados, como lo realiza la banca con todas las operaciones sobre los US$ 10.000, porque estas operaciones se realizan a través bancos centrales, que son instituciones oficiales.

    Las sospechas se originaron a raíz de una serie de irregularidades detectadas por las autoridades ecuatorianas mientras investigaban al Banco Territorial por los delitos de peculado bancario y lavado de dinero. Las transacciones sospechosas se centraron en 4 empresas que dejaron al banco y mudaron sus operaciones para la cooperativa Coopera, donde depositaron más de US$ 31 millones, lo que representaba más del 50% de todos los depósitos de esa cooperativa. 

    Estas empresas mantenían operaciones fluidas de comercio internacional entre Ecuador y Venezuela a través del sistema SUCRE. 

    Señales de alerta

    Las autoridades detectaron varios indicadores considerados señales de alerta de operaciones ligadas al lavado a través del comercio internacional:

– proliferación de compañías constituidas entre 2010 y 2012 que, simultáneamente a su creación, realizaron operaciones millonarias;

– compañías que, en muchos casos, designaban direcciones inexistentes o falsas;

– sobrefacturación en las operaciones de comercio exterior;

– buena parte de los productos negociados no existe en el mercado; 

– muchas de estas empresas están a nombre de testaferros;

– los recursos recibidos por las compañías ficticias en concepto de dineros compensados desde Venezuela permanecían no más de 72 horas en Ecuador para luego salir hacia paraísos fiscales y en algunas oportunidades volvía a Venezuela; y

– Las empresas tenían socios extranjeros, en muchos de los casos, vinculados con el narcotráfico.

    Compleja metodología

    La metodología llevada adelante por estos grupos consistiría en la creación de una empresa de fachada en Ecuador que sería la exportadora de una determinada mercancía hacia Venezuela y que, una vez recibidos los créditos (con gran plus de sobrefacturación) por dicha operación, la empresa desaparecería, mientras los fondos en dólares (moneda oficial de Ecuador) serían girados hacia otros destinos, principalmente paraísos fiscales.

    El esquema para el comercio interregional, según esta metodología, opera de la siguiente manera:

Un Estado A acuerda la compra de mercadería a una empresa ubicada en un Estado B; luego de convenido el precio y la forma de pago, el Estado A transfiere el dinero en su moneda local al Banco Operativo Autorizado de su país quien registra la operación en el Sistema Informático del Sucre (SIS) y, a su vez, hace la transferencia al Banco Central. El Banco Central del estado parte importador A hace la conversión del importe en moneda local al SUCRE y lo transfiere, a su vez, al Banco Central del estado parte exportador B, quien hace lo propio convirtiendo los SUCRES a su moneda local para depositar en la cuenta de la empresa exportadora B.

    A decir del Fiscal General del Estado de Ecuador, Galo Chiriboga, se trata de “empresas golondrinas de reciente constitución y de rápida desaparición, se mueven de un lado a otro para seguir operando, venden bienes que no se producen en el país, entiendo que también hay intermediación”. 

    El titular del Ministerio Público explicó que “lo malo es que el intermediario vende 500 o 600 veces más [caro] del costo original, hay sobrevaloración. Otra característica es que la cantidad de bienes que se exporta no es cierta. Por ejemplo, se declara que venden un millón de colchones y al abrir el contenedor se descubren cinco”.

    Casos específicos

    El caso paradigmático de esta metodología fraudulenta es el de la empresa Fondo Global Construcción S.A., que se constituyó en el 2012 y recibió transferencias desde Venezuela por US$ 135.097.898, aunque su exportación real fue de US$ 3.190.100. Esta empresa, al mismo tiempo, habría presentado información falsa o errónea respecto a su lugar de domicilio sin poder tampoco acreditar operaciones de producción, a pesar de que su razón social es la de construcción de casas prefabricadas. Todas estas irregularidades ocasionaron que el juez Nelson de la Cadena ordenara la retención de US$ 47 millones de una cuenta de la compañía. 

    También está el caso de la firma Ctttechnology Transfer, que se asocia a la cooperativa Coopera el 15 de julio de 2012 y comienza a realizar transferencias por US$ 2.909.811 entre diciembre 2012 y febrero 2013. “Este dinero comienza a salir nuevamente de la cooperativa a diferentes países. Esa es una operación inusual. Por otro lado, esta firma ni siquiera había hecho declaraciones de Impuesto a la Renta”, señaló el fiscal Chiriboga.

    Este mismo esquema estaría siendo utilizado indiscriminadamente por gran cantidad de empresas, siendo el sector agrícola uno de los preferidos a juzgar por las investigaciones que están llevando en conjunto las autoridades de Ecuador y Venezuela.

    El fiscal Chiriboga aseguró que habrá “tolerancia cero” frente a este tipo de operaciones. Mientras que el Gerente del Banco Central de Ecuador, Mateo Villalba, precisó: “El objetivo es tener cero operaciones de este tipo y que el sistema SUCRE sea sólo utilizado para exportaciones verídicas que beneficien al país y al sector productivo”.