El mercado de subastas en línea, el cual se espera que experimente un crecimiento de un tercio en los dos próximos años, presenta una amenaza de lavado de dinero cada vez mayor, que las instituciones financieras a menudo pasan por alto, según analistas de cumplimiento bancario.

Las compañías de subastas en línea, como eBay, Amazon Marketplace, Bidz.com y Ubid.com, permiten a los usuarios realizar operaciones de comercialización de productos a través de las fronteras, fuera del ámbito tradicional de los negocios. La compañía norteamericana Forrester Research manifiesta que las ventas de la industria aumentarán de US$41.000 millones en 2007 a US$65.000 millones en 2010, representando una quinta parte de todas las ventas minoristas en línea.

El crecimiento del mercado, que no está sujeto a disposiciones antilavado de dinero, ha representado una oportunidad para los criminales que buscar movilizar el dinero subrepticiamente, porque se realizan pocas verificaciones sobre la legitimidad de las transacciones en línea, dice John Wood, director ejecutivo de la consultora de cumplimiento antilavado de dinero Playfair Group.

“Aquí se da una situación problemática perfecta: un sistema de cumplimiento altamente no regulado, donde unas pocas personas controlan las operaciones, que se ha trasladado al ciberespacio donde todos pueden actuar”, dijo Wood. “Eso es una receta para crear un vehículo a través del cual puede realizarse el lavado”.

El lavado de dinero a través de las subastas en línea – no se conocen casos donde se haya presentado este delito – podría ser realizado utilizando métodos vistos más comúnmente en el lavado de dinero basado en el comercio. Los criminales pueden organizar subastas para productos que están sobrevaluados o subvaluados y ocultar la diferencia en los registros en línea, según lo indicado por John Zdanowicz, presidente del departamento de financias de la Universidad Internacional de Florida, en Miami.

Los productos subvaluados, por ejemplo, relojes de oro pagados con fondos obtenidos ilícitamente pero con un precio de US$ 5 cada uno en una subasta en línea, pueden ser embarcados a un socio cómplice que gana la subasta y puede revender los productos a su valor de mercado, explicó el experto.

“Parece una transacción normal”, dijo Zdanowicz, quien también es presidente de la compañía de análisis comercial International Trade Alert. “Nadie está observando el hecho de que vendí relojes de oro por valor de US$ 5.000 a US$ 5 cada uno”.

“Nadie está vigilando”

Los derechos aduaneros sobre las importaciones han hecho que los funcionarios aduaneros presten mayor atención a lo que ingresa al país desde el exterior, pero nadie está realmente vigilando las exportaciones”, señaló John Zdanowicz.

En algunos casos, las mercaderías que fueron ingresadas y vendidas podrían no haber sido enviadas nunca, mientras que el pago por la operación será enviado a través de facilitadores de pago, como el procesador de pagos de eBay, PayPal.

Las instituciones financieras están obligadas a revisar y reportar transacciones derivadas del lavado de dinero, pero el monitoreo de los fondos de una supuesta venta en línea puede llegar a ser difícil de realizar, según indicó Rick Small, jefe de cumplimiento de GE Money.

“No tengo idea de cómo se monitorea eso, especialmente a nivel de los bancos”, indicó Small, quien anteriormente fue jefe del programa antilavado de dinero del Citigroup, al hablar en una conferencia antilavado en Octubre en Nueva York.

Dada la gran cantidad de transacciones que una compañía en línea podría ver, las instituciones financieras que facilitan las transacciones, en lugar del subastador, podrían estar mejor preparadas para detener el flujo de dinero lavado, dijo Andrew Reynolds, consultor sobre regulación bancaria y participante en el blog Oprisk.net, sitio de Internet de Australia que se ocupa de los temas de cumplimiento antilavado de dinero.

“PayPal puede optar por no realizar operaciones con ciertos países donde prolifera el lavado y el sistema bancario es conocido por las sospechas que pesan sobre él, o los bancos mismos tendrán que considerar a los fondos que provengan de PayPal como posibles sospechosos y tratarlos como si fuesen fondos sospechosos si provienen en grandes cantidades”, dijo Reynolds.

Si bien la mayoría de las transacciones que impliquen subastas en línea son consideradas legítimas, los bancos deberían revisar más cuidadosamente aquellas operaciones que involucran operaciones comerciales en línea.
“Eso no significa que tienen que estar en cuarentena o que están contaminadas de ninguna manera, pero los bancos simplemente deberían considerarlos dentro del perfil de riesgo elevado”, afirmó.

Por su parte, un vocero del subastador en línea Webidz.com en un mensaje de correo electrónico indicó que la “carga de la prueba recaería sobre el comprador y/o el vendedor, quienes deberían demostrar de dónde provinieron los fondos, y hacia dónde fueron”. PayPal y su compañía matriz, eBay, entre otras, no respondió los mensajes de correo electrónico en el que se les solicitaron comentarios sobre el tema.

Las subastas en línea pueden resultar problemáticas también para las autoridades de cumplimiento legal, porque ellas, como los juegos de apuestas en línea y el e-oro, sirven como medios para transferir dinero fuera del país rápidamente hacia jurisdicciones donde es difícil llevar a cabo procesos judiciales.

“Cuando se está en un mundo virtual, pero se lo asocia con dinero real, el rastreo del dinero, la incautación de los bienes y la posterior obtención de jurisdicción y cumplimiento legal son increíblemente difíciles”, dijo el consultor John Wood.

Pero estos temas siguen en su mayor parte ubicados por debajo del radar del sector financiero, según Wood, quien agregó que posiblemente no se logre pronto la atención de la industria, impidiendo de esta forma la concreción de un caso o proceso de cumplimiento en un caso de elevado interés general.

“El Congreso ha estado lejos de brindar cualquier tipo de regulación al ciberespacio en razón de los temas de interés práctico sobre “cómo se va a aplicar esto”, porque ellos realmente no lo comprenden”, declaró Wood. “Nadie puede llevarse la mano al corazón y decir que realmente saben en qué medida qué está sucediendo, salvo que no sea para decir que no es fácil de hacer”.