Por Fernando Martínez.

Los esquemas piramidales no dejan de afectar a los ciudadanos incautos que buscan ganancias elevadas para sus inversiones, a pesar de que es un método clásico de fraude y lavado de dinero. A continuación presentamos las características de dos casos muy sonados en Latinoamérica, por el impacto que tuvieron en varios países de la región: Telexfree y DMG.

Telexfree-DMGTelexfree tuvo penetración en 40 países, 11 de ellos latinoamericanos, especialmente en Brasil y República Dominicana. Por su parte, la corporación DMG –de origen colombiano- tuvo presencia en 7 países, oficinas en 57 ciudades colombianas, 7.000 afiliados, 800 empleados y se estima que millones de clientes en varios países.

El estadounidense James Merril, fundador de Telexfree en 2002, fue arrestado el 9 de mayo de 2014 en Boston, luego de que la Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC, su inicial en inglés) iniciara un proceso contra TelexFree el 15 de abril por considerarlo un esquema de fraude piramidal de US$ 1.100 millones.

Carlos Wanzeler, que figura en la lista de copropietarios de la empresa, y otros 6 directores y promotores de la firma fueron acusados de conspiración por cometer fraude electrónico, lavado de dinero y otros delitos. La SEC estimó que solo en el Estado de Massachusetts, la estafa a ciudadanos procedentes de Brasil y República Dominicana alcanzó los US$ 300 millones.

Por su parte, el creador de la pirámide financiera DMG, David Murcia Guzmán, fue condenado en Nueva York en julio de 2011 a 9 años de prisión por lavado de dinero. Luego será deportado para cumplir condena de 30 años y 8 meses más en Colombia, en donde ha sido sentenciado por el mismo delito.

La oferta engañosa

La promesa de ganancias importantes, rápidas y fáciles de ambos esquemas piramidales llevó a miles de personas en la región al extremo de vender sus propiedades para invertir en este “negocio” y recibir jugosos intereses que le garantizarían prosperidad como “socios” de por vida.  Hoy la realidad es que decenas de miles de personas resultaron estafadas.

Telexfree fue descrita por muchos expertos como una pirámide digital, teniendo como herramienta principal de captación las redes sociales y como actividad central la publicidad online. Se prometía que el dinero se recuperaba apenas en tres meses y se exhortaba a tener una visión “emprendedora” para invitar a otros “inversionistas”. La empresa se presentaba como un proveedor de servicio de telefonía VoIP, pero el esquema piramidal lo ejecutaba mediante dos planes que les permitían a los supuestos “inversionistas” colocar publicidad “en línea” y comercializar el servicio de llamadas VoIP. Las víctimas tenían dos opciones:

– Programa 1: inversión de US$ 289 + US$ 50 (gastos administrativo).

– Programa 2: inversión de US$ 1,375 + US$ 50 (gastos administrativo).

Al invertir en el programa 1, la víctima recibía un “kit de publicidad” y quedaba registrado para recibir dinero por colocar en internet anuncios publicitarios del servicio VoIP. Podía colocar un anuncio diario y recibiría un beneficio anual de al menos US$ 681, lo que representaba un retorno superior al 200%. Además, tenía 10 líneas del servicio VoIP que podía vender por US$ 20 al mes cada una.

Un participante que invertía US$ 1.375 podía colocar hasta cinco anuncios al día, por lo cual recibiría US$ 3.675 anuales, un retorno de más del 250%. Además, disponía de hasta 50 programas de VoIP que podía vender.

Por su parte, la corporación DMG Holding S.A  era una mezcla de varias empresas comercializadoras de bienes, que recibían dinero en efectivo por tarjetas prepagadas, con las cuales los inversionistas podían adquirir productos (desde electrónicos y ropas hasta vehículos) en las tiendas pertenecientes a la comercializadora.

Luego de un período de 6 meses, los inversionistas recibían un interés de hasta un 150% del dinero que invirtieron en la tarjeta prepagada y, por supuesto, conservaban los bienes previamente adquiridos. Además, las personas obtenían incentivos por cada cliente que llevaban a la empresa a comprar tarjetas prepagadas.

El riesgo

Con el caso DMG quedó claramente definido como este tipo de esquemas Ponzi son el caldo de cultivo perfecto para el lavado de dinero. La fiscalía norteamericana los acusó de transportar millones de dólares pertenecientes a los carteles de drogas de México. Su creador fue acusado de haber invertido millones de dólares procedentes del tráfico de drogas en el sector de los bienes raíces en Estados Unidos, mediante algunas “compañías de responsabilidad limitada” (LLC).

El documento de la sentencia explica que la comercializadora DMG blanqueaba capitales a través del Mercado Negro de Cambio de Pesos (BMPE, por sus siglas en inglés).

En el caso de Telexfree, el manejo del dinero de las operaciones se hacía a través de los mecanismos tradicionales de comercio electrónico (transferencias desde cuentas bancarias y tarjetas de crédito), como paso inicial para que los “inversionistas” formaran parte del esquema que prometía ganancias hasta de US$ 39.000 mensuales, cuando se llegaba al tope del plan.

Como suele suceder en estas estructuras piramidales, en los primeros años la primera línea de “inversionistas” recibe ganancias, lo cual se convierte en testimonios virales que dan credibilidad al esquema.

Un oficiales de cumplimiento de un banco de Latinoamérica consultado por Lavadodinero.com explicó que “Telexfree tiene un carácter muy difuso, pues estamos al frente de operaciones online, que son un reto para el mundo antilavado. No hay dudas que esta masa monetaria penetró en bancos de la región, por ello se hicieron reportes de operaciones sospechosas. En algunos casos se suspendieron cuentas de promotores en algunos países, por el riesgo que significa este tipo de operaciones”.

Hasta ahora, a los principales propietarios de esta compañía, las autoridades estadounidenses solo los vinculan con presuntas actividades de fraude electrónico, aunque en República Dominicana y Brasil la justicia sí asoció a sus promotores locales con actividades de lavado de dinero.

El carácter online de Telexfree lo convierte es un esquema piramidal más agresivo, aunque hay serias evidencias de que se trata de un gran fraude, hasta ahora no hay ningún dato que indique que está interrelacionado con otras actividades ilícitas como el narcotráfico, como sí fue develado con el caso DMG”, dijo un experto que prefirió mantener el anonimato.

En el caso de DMG, se comercializaban en efectivo las tarjetas prepagadas –similares a las tarjetas telefónicas-, las cuales no eran respaldadas por ninguna entidad financiera y significaban un gran riesgo; en el caso de Telexfree, el primer paso para incorporarse a la pirámide era un registro digital de datos personales y la cancelación del “plan de inversión escogido” por transferencia desde cuentas bancarias o tarjetas de crédito, que ofrecían un retorno de hasta un 250% en un plazo de un año.

Lavando dinero con una pirámide

Algunas consideraciones que es importante tener en cuenta para comprender estos esquemas:

– El esquema piramidal permite lavar grandes cantidades de forma muy rápida debido al gran número de personas que participan como inversionistas, lo que hace el origen del dinero muy difícil de detectar.

– Al final, la cadena se rompe, porque llega un momento en que son incapaces de captar a más personas para sostener la trama.

– La estructura consiste básicamente en ir formando una pirámide de inversores en la que los últimos en llegar son los que van pagando los beneficios prometidos a los primeros y entre todos convierten generalmente en millonarios a los organizadores de la cadena. Los beneficios se multiplican según la pirámide va avanzando.

– En el caso de los lavadores se crea una empresa fachada bajo cualquier pretexto que servirá como excusa para que los incautos inviertan su dinero y los lavadores les devuelvan cantidades superiores a lo que invirtieron en concepto de intereses ganados por su inversión.

– En otra modalidad, los inversores están vinculados con el lavador e ingresan en sus cuentas los intereses ganados, que en realidad es dinero para lavar, a cambio de comisiones.

– Una vez ingresado en la cuenta de los inversores, los lavadores retiran el dinero en pequeñas cantidades para no levantar sospechas.

Alerta en los bancos  

Las investigaciones han demostrado que en promedio los fraudes Ponzi tienen una vida de 5 años. No obstante, este período se acorta a 3 años en los casos en que los estafadores ofrecen elevadas ganancias de hasta un 80% de intereses. Este lapso de tiempo es suficiente para que los departamentos de cumplimiento ALD y antifraude detecten y reporten actividades sospechosas. Algunas recomendaciones y experiencias:

1.- “Revisar los anuncios de prensa es una buena medida que nos ha permitido ver ofertas sospechosas que hacen individuos o empresas. Luego revisamos en nuestra base de cliente para ver si están en el banco. En el caso afirmativo, hacemos una revisión minuciosa para detectar patrones irregulares que puedan estar ligados a esquemas Ponzi”, afirmó un oficial de cumplimiento de un banco de Panamá, quien pidió mantener su nombre en anonimato.

2.-  “Debemos escuchar lo que comentan nuestros clientes y tener un proceso para que esa información de primera fuente llegue al departamento de cumplimiento. Muchos clientes nos comentaban que una empresa llamada DMG les ofrecía más intereses que nosotros, pero nunca investigamos y resultó que en el mismo banco teníamos cuentas de familiares de David Murcia Guzmán”, afirmó un analista de una entidad colombiana que se vio involucrada en el multimillonario esquema Ponzi.

3.- “En nuestro caso, cuando detectamos que una cuenta de una persona jurídica empezó a recibir vía transferencias electrónicas las mismas cantidades por decenas en un mismo día, la colocamos en observación y no fue difícil determinar que se trataba de un promotor local de Telexfree. Más aun cuando por canales digitales como YouTube, supuestos beneficiados por altos intereses mostraban que se les había pagado con cheques de nuestra institución. Procedimos de inmediato a cancelar la cuenta, la cual por cierto, ya habíamos reportado a la UIF”, reveló un oficial de cumplimiento de un banco latinoamericano que prefirió el anonimato.

4.- “Se conocen los esquemas piramidales que son masivos por la repercusión publicitaria que logran, pero en nuestros países continúan operando empresas más pequeñas, más localizadas en una región, en donde de igual forma caen como incautos centenares de personas y ese dinero podría estar ingresando a la banca”, concluyó un gerente bancario.