La continua evolución de los delitos financieros también exige que los sujetos obligados y las autoridades generen nuevos mecanismos de combate. Una nueva tendencia que ha surgido en el sector regulatorio es la implementación de procesos que permitan predecir la acción criminal, lo que pudiera entenderse como un nuevo nivel del concepto de “aproximación basada en el riesgo” (Risk Based Approach).
La iniciativa en este nuevo proceso regulatorio la lleva la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN por sus iniciales in inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. La oficina, que es la unidad de inteligencia financiera estadounidense, está desarrollando un software de análisis de datos que le permitirá predecir posibles crímenes.
La directora de FinCEN, Jennifer Shasky, explicó que los técnicos de la agencia están diseñando algunas reglas para utilizar los reportes regulatorios y otros datos para alertar a las autoridades sobre posibles acciones de lavado de dinero.
“Muy pronto estaremos en capacidad de avisarle a los organismos policiales de forma precisa dónde deben investigar”, indicó la funcionaria durante su participación en la 18° Conferencia Anual Antilavado y Contra el Crimen Financiero de ACAMS, que se realizó este mes en Hollywood (Florida).
El software que está desarrollando la UIF estadounidense descansará su funcionalidad sobre la base del análisis previo que vienen realizando los técnicos del organismo, quienes en una primera instancia están analizando los reportes de operaciones sospechosas que posteriormente han generado investigaciones exitosas. La idea es crear un patrón de datos que luego permita identificar transacciones y situaciones similares, con el objetivo de descubrir esquemas de lavado de dinero que no hayan sido detectados. “Este tipo de análisis mejorará significativamente la inteligencia del organismo y el cumplimiento de las regulaciones”, afirmó Shasky.
Detectar patrones internacionales
Pero el alcance de esta nueva modalidad de herramienta de análisis no se limita a las operaciones de la banca y sujetos obligados estadounidenses. La directora de FinCEN explicó que la nueva herramienta aumentará la eficiencia de los funcionarios para detectar cuando la información relacionada a remesas indique que los negocios de servicios monetarios (NSM) están lavando dinero, incluido los extranjeros.
Además, la herramienta aumentará la capacidad de FinCEN para descubrir esquemas complicados que surjan del análisis combinado de reportes de operaciones sospechosas (ROS), reportes de transacciones en efectivo (RTE) y reportes de ingreso de efectivo transfronterizos que hayan sido presentado de forma independiente, pero que estén relacionados a una misma cadena de operaciones criminales.
“Esto nos da una idea de flujo de dólares que surjan de una jurisdicción extranjera hasta el punto de que los dólares son depositados en un banco de EE.UU. Luego, podemos trabajar para identificar al beneficiario final extranjero al analizar las transferencias que surjan de la cuenta bancaria. Esta coincidencia nos permite seguir realmente el dinero”, dijo Shasky.
El desarrollo de esta herramienta es paralelo al proceso de modernización de la base de datos que concentra todos los datos recopilados por la UIF estadounidenses, para lo cual adelantan un proyecto de US$ 42 millones.




