Por Brian Monroe.

Un moderno proceso de análisis de los datos que está implementando actualmente la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN por sus iniciales en inglés) de Estados Unidos pudiera servir de ejemplo para las unidades latinoamericanas que buscan incrementar su efectividad en la revisión de los reportes de operaciones sospechosas (ROS) que presentan los sujetos obligados.

FinCEN está ejecutando una actualización de sus sistemas que le permitirá a identificar mejor las supuestas  actividades criminales indicadas por los oficiales de cumplimiento en los informes de actividades sospechosas (SAR, como se le llaman los ROS en Estados Unidos).

La unidad antilavado estadounidense se encuentra en el proceso de modernización de una base de datos que tiene varias décadas de antigüedad, en la cual concentra millones de reportes regulatorios. FinCEN ha “diseñado y desarrollado nuevas reglas de alertas proactivas que permitan identificar cuando los datos incluidos en los SAR cumplan con ciertas normas establecidas en base a ciertos criterios”, según el informe emitido el 12 de febrero por la Oficina del Inspector General.

El sistema le permitiría a FinCEN marcar de forma automática con banderas rojas los SAR que reúnan ciertos criterios preestablecidos, de la misma forma que lo hacen los bancos con las transacciones inusuales a través de sus software de monitoreo ALD. De esta forma, los SAR importantes serían más rápidamente enviados a los organismos de investigación para iniciar una revisión de forma acelerada, según explicó un ex funcionario del Departamento del Tesoro, quien pidió no ser identificado.

“Esto es nuevo y es algo bueno”, que podría acortar la cantidad de tiempo que toma para que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para obtener información sobre actividades sospechosas, indicó el ex funcionario. La agencia probablemente revisará SAR para las transacciones grandes y zonas geográficas de alto riesgo, entre otras banderas rojas, afirmó.

Se espera que este proceso permita aumentar la efectividad en la identificación de reportes relevantes y “agilizar la detección de actividades ilícitas”, según la auditoría, que revisó el desempeño de FinCEN y los gastos de los años fiscales 2011 y 2012.

Está programado que el proceso de modernización tecnológica que adelanta FinCEN finalice en abril de 2014, luego de una inversión total de US$ 120 millones. El año pasado, FinCEN empezó a exigir a las instituciones financieras que presentaran sus informes ALD por medios electrónicos, como parte de un plan para hacer que su base de datos fuese más efectiva.