Latinoamérica ha avanzado en la lucha contra el lavado de dinero y en la creación de una cultura antilavado entre las instituciones financieras. Sin embargo el proceso es lento y el sector privado se queja de la falta de comprensión de las autoridades sobre las dificultades para cumplir con todas las obligaciones.
Ese fue parte del mensaje que dejaron los expertos en el panel sobre los esfuerzos de Latinoamérica para combatir el lavado de dinero y cumplir los estándares internacionales en la 11va Conferencia Internacional organizada por lavadodinero.com en Florida.
México se pone estricto con su sector financiero
Héctor Hernández Gatica, director de cumplimiento antilavado del Grupo Financiero Banamex en México, señaló que México aprobó en 2004 –después de una muy mala evaluación de la situación antilavado del país por parte del Grupo de Acción Financiera Internacional– y en un muy breve período de tiempo, una serie de medidas muy agresivas para reforzar los mecanismos de control. “Fue muy positivo, pero la negociación de las autoridades con el sector privado para implementar estas medidas fue muy escasa, en realidad casi no hubo negociación sino que hubo un cambio de mando para que el sector privado asumiera mas responsabilidades en los controles antilavado”, dijo. Agregó que ese fue el caso con la identificación de beneficiaros finales y personas expuestas políticamente (PEPs).
México continuará reforzando las políticas antilavado. Las autoridades mexicanas ya han informado que los bancos necesitarán contar con procesos biométricos –huellas y fotografías digitales entre otros–para el proceso de identificación en la apertura de cuentas bancarias.
El Caribe empujado por presiones internacionales
En el Caribe, los países han hecho un esfuerzo grande como respuesta a las presiones internacionales, dijo Shonda Forde, examinadora del Banco Central de Barbados. La mayoría tipificó el lavado de dinero, implementó provisiones de puerto seguro, obligó a sus instituciones a auditar la función de cumplimiento y a reportar actividad sospechosa.
“Los países del Caribe han revisado y modificado sus legislaciones y estatutos para cumplir con las 40 + 9 recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional, y además han incrementado la firma de acuerdos bilaterales de cooperación en el tema de lavado de dinero, como por ejemplo para el intercambio de información”, dijo Forde.
Un importante avance realizado por Barbados y Bahamas el año pasado fue la eliminación de acciones al portador para las compañías incorporadas en los territorios. Además, se nota una mayor cooperación de las autoridades de diferentes países, y cambios en las legislaciones y estructuras locales para reflejar las recomendaciones del GAFI.
Panamá coopera internacionalmente
Ariadna Rojas, oficial de cumplimiento de BNP Paribas en Panamá, resaltó la cooperación entre las autoridades de Estados Unidos, Nicaragua y Panamá en el caso de lavado que involucra al ex presidente nicaragüense Arnoldo Alemán y sus familiares y asociados. Durante su administración se detectaron unos US$75 millones provenientes de las arcas del tesoro de Nicaragua repartidos en unas 60 cuentas en 25 instituciones en Panamá. Cerca de US$9 millones fueron localizados y congelados por las autoridades a la espera de un juicio que estaba previsto para finales del año pasado pero fue pospuesto para este año.
Y como parte de este esfuerzo realizado por las autoridades en Panamá, 5.000 nuevos funcionarios públicos fueron entrenados en el campo de lavado de dinero en varias agencias gubernamentales del país. “Sin embargo, parece que Panamá, Miami y ciertos países en el Caribe continúan siendo altamente vulnerables al lavado de dinero”, dijo Rojas.
El crecimiento de casos y su resonancia en la sociedad no significa necesariamente un crecimiento del lavado sino justamente una mayor conciencia sobre el tema, opinaron los expertos.




