Por Rachael Lee Coleman
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La amplia operación de tráfico de cocaína y lavado de dinero recientemente descubierta en California no era nada muy distinto a un asunto familiar.
Los investigadores federales aducen que un hombre de Sacramento, su padre y su esposa, planearon una operación masiva de cocaina que llevó cientos de kilos de la droga a barrios ubicados en lugares tan distantes como California a Alaska y Pennsylvania. Entonces, con la ayuda de su madre y ex esposa, lavaron los fondos mediante la compra de inmuebles y en una tienda de ropa en Sacramento.
El hombre, Daryl Summerfield, 40, su padre, Solomon Summerfield de 72 años; y su esposa de 29, Tpring Knox Summerfield están acusados de conspirar para distribuir al menos cinco kilos de cocaína . Daryl Summerfield enfrenta otros cinco cargos de lavado de dinero, su madre, Barbara Brown, 64, enfrenta un cargo y su ex esposa Angela Summerfield, 30, el único miembro de la familia que no fue arrestado todavía, enfrenta dos cargos.
“Esta organización de cocaína le da un nuevo significado al término ‘tradición familiar”, dijo Gordon Taylor, agente especial en la Administración de Control de Narcóticos (por sus siglas en inglés, DEA), que lideró la investigación de tres años de duración.
Vestimenta sucia
Según la demanda criminal presentada por la Oficina del Fiscal Federal, Daryl, Solomon y Tpring Summerfield movilizaron “múltiples embarques” de cocaína y “ladrillos” de efectivo en todo el país en compartimentos ocultos en camionetas y SUVs y en embarques vía UPS y FedEx. Los investigadores de la DEA y el Servicio de Rentas Internas (por sus siglas en inglés, IRS) dicen que Daryl Summerfield no solamente ocultó algunas de las ganancias en la casa de su madre en Arizona, sino que también canalizó el dinero a través de su ahora cerrada tienda de ropa, Goodfella’s Urbanwear, y compró al menos cuatro casas en California a nombre de él y su madre.
La acusación, y una declaración jurada del agente especial de la DEA David C. Parkhurst II, detalla la operación elaborada y muestra cómo el Citibank, dos compañías de hipotecas (Fannie Mae y Freddie Mac) y una cantidad de individuos involucrados en las transacciones de bienes raíces no se dieron cuenta de muchas señales de alerta de lavado de dinero.
Los cargos aparecen mientras la Red de Control de Crímenes Financieros (por sus siglas en inglés, FinCEN) propone ampliar la Ley de Secreto Bancario (LSB) para obligar a cualquiera involucrado en transacciones de bienes raíces o compras – incluyendo a los agentes y abogados – a presentar informes de transacciones sospechosas y establecer programas de cumplimiento antilavado de dinero. Aunque esa propuesta todavía está bajo revisión, la Oficina Federal de Supervisión de Empresas de Vivienda – el regulador las compañías de hipotecas – acordó en mayo compartir las conclusiones del examen sobre el supuesto fraude con hipotecas con FinCEN.
Ese acuerdo, sin embargo, no ayudó a los investigadores federales a desentrañar la operación Summerfield. En lugar de ello, los agentes de la DEA y el IRS obtuvieron grandes cantidades de documentos y registros, utilizaron los antiguos métodos de vigilancia callejeros e interrogaron a docenas de testigos, incluyendo a seis informantes.
Coca por efectivo
Según la acusación, Daryl Summerfield pagó a los conductores US$5.000 para transportar cocaína oculta en compartimentos secretos de los vehículos que él había comprado a nombre de amigos y familiares. Los conductores – incluyendo a su padre Solomon Summerfield – transportaron hasta 30 kilogramos de cocaína por viaje desde Sacramento hasta un hotel en Pittsburgh, Pennsylvania. Cada vez, Daryl Summerfield volaba allí para encontrarlos y vender inmediatamente la carga a precios que iban desde los US$15.800 hasta los US$25.000 por kilo.
Los testigos que cooperaron dijeron a los investigadores que entonces habían ayudado a Daryl y Solomon Summerfield a organizar el dinero en efectivo en “ladrillos”, envolverlos en celofán, untarlos con mostaza y envolverlos en otra capa de celofán antes de ocultarlos en los compartimentos secretos para regresar a Sacramento.
El grupo también trasladó drogas desde Sacramento hasta Anchorage, Alaska, en vehículos y a través de servicios de correo, según con la acusación. En diciembre del 2003, Daryl y Solomon Summerfield y sus conductores llevaron los vehículos llenos de cocaína al puerto de Seattle y los embarcaron hacia Anchorage, donde la esposa de Daryl, Tpring, alquilaba un departamento. Cuando viajaron allí para encontrarse con los cargamentos, Tpring Summerfield les dijo que el negocio estaba “aumentando”, de acuerdo con un informante.
La operación en todo el país cambió sustancialmente en enero del 2004 cuando oficiales de la Patrulla Estatal de Ohio detuvieron a las dos camionetas llenas de drogas en la ruta a Pennsylvania – una por tener una registración exhibida incorrectamente y la otra por no ceder el paso a la policía cuando ésta trató de parar el primer vehículo, según los informes policiales. La policía confiscó 24 kilos de cocaína oculta en las camionetas y arrestó a los cinco pasajeros, al menos tres de los cuales acordaron cooperar a cambio de cargos menores.
Después de los arrestos, los investigadores dijeron que Daryl Summerfield, también conocido como “Heavy D,” inmediatamente desconectó sus teléfonos, vació sus cuentas bancarias, cerró su tienda de ropa y abandonó Sacramento. Luego, en marzo del 2006, los agentes de la DEA y un perro detector de drogas llamado “Kilo” detectaron dos embarques conteniendo un total de 13 kilos de cocaína en las tiendas de UPS y FedEx en Elk Grove, California.
Ocultando la plata
La generó para Daryl Summerfield una fortuna durante los tres años de la investigación, pero no la ocultó bien.
La demanda indica que era el dueño de varios vehículos llamativos – cinco motos Harley Davidson, un Mercedes Benz modelo 500, un camión Harley Davidson, un Yukon y un bote – y compró varias propiedades a nombre de los anteriores dueños y de miembros de su familia. Un testigo dijo a los investigadores que él depositó dinero en su cuenta comercial de Goodfella’s Urbanwear. Otro describió cómo había ocultado cientos de miles de dólares en la casa de su madre en Arizona.
En enero de 2002, Summerfield acordó pagar al dueño de una casa, Richard Jones, US$60.000 en efectivo y asumir el saldo del préstamo de Jones de US$40.000 por una casa en Sacramento. Sin embargo, Summerfield dejó la casa a nombre de Jones después de pagar por ella, en lugar de registrar la venta con la compañía Fidelity National Title Company.
Más tarde ese año, cuando Jones, el dueño en los papeles, le dijo a Summerfield que alguien había ofrecido comprar la casa, Summerfield estuvo de acuerdo y remarcó que la venta le daría dinero “limpio”, dijo Jones a los investigadores. Sin embargo, Fidelity National no iba a entregar los US$100.000 de ganancias a Summerfield porque su nombre no figuraba en el título, entonces ambos presentaron a la compañía un acuerdo falso, predatado, que los mostraba como socios en la propiedad.
Jones dijo que esos y otros factores – incluyendo las transacciones por montos elevados en efectivo de Summerfield, los automóviles y la ropa vistosos – le llevaron a sospechar que Summerfield era un traficante de drogas.
Esas son las misma clase de señales de alerta que, 16 años atrás, los fiscales argumentaron que la agente de bienes raíces de Carolina del Norte, Ellen Campbell, debería haber visto cuando ella vendió una propiedad al traficante de drogas Mark Lawing. Aún cuando los fiscales no presentaron pruebas de que Campbell supiera que Lawing era un traficante de drogas, un jurado la condenó por lavado de dinero en 1991 porque ella había estado “ciega voluntariamente” frente a la fuente de su dinero. Un juez federal revocó el veredicto y absolvió a Campbell posteriormente ese año, mencionando que para alguien que no sea un traficante de drogas pueda ocultar intencionalmente la fuente del dinero del traficante, él o ella primero deben conocer la ocupación del traficante. Pero cuando la corte de apelación posteriormente ordenó un nuevo juicio por un error del tribunal, Campbell se declaró culpable de cargos menores por no haber reportado transacciones en efectivo.
Señales de alerta
Daryl Summerfield abrió una cuenta en el Citibank cinco días después del cierre de la operación con el cheque de cajero por US$100.000 que había recibido de Fidelity National, según los registros del banco citados en la demanda. Una semana después, él retiró US$20.0000 para comprar fondos mutuos a través de una cuenta nueva en Citicorp Investment Services. Luego, en noviembre del 2002, Daryl Summerfield abrió una cuenta comercial en el Citibank con un depósito inicial en efectivo de más de US$71.000 para Goodfella’s Urbanwear, un negocio que los investigadores dicen que utilizó como compañía de pantalla para sus operaciones de drogas.
Summerfield realizó 16 depósitos en efectivo, totalizando US$71. 328 en la cuenta – en incrementos de US$1.000 a US$7.500 – antes de cerrarla en enero del 2004. De acuerdo con la demanda, eso es más dinero que el que la tienda hizo realmente.
Un ex empleado de la tienda dijo a los investigadores que si bien Goodfella producía muy poco dinero legítimo – alrededor de US$1.500 en ventas brutas por mes – Daryl Summerfield vendía varios kilos de cocaína allí cada mes y depositaba el efectivo en la cuenta comercial de la tienda para cubrir los costos operativos.
Aún así, Daryl Summerfield presentó tres de los seis informes requeridos trimestrales de “ventas brutas”con la Junta de Equiparación del estado de California, mostrando cerca de US$25.000 en ganancias de la tienda. Él informó una ganancia de US$8.353 en el cuarto trimestre del 2002 (había abierto la tienda en noviembre), US$10.122 en el primer trimestre del 2003 y US$6.500 en el segundo trimestre del 2003.
En 1999 también presentó dos formularios con el IRS, mostrando pagos de Goodfella’s Urbanwear a él – uno en el 2002 por US$9.400 (el mismo año que le había pagado US$60.000 a Jones) y uno en el 2003 por US$17.500.
“Existen pruebas de que Summerfield usó ese negocio para lavar fondos provenientes de la droga,” dijo Parkhurst en su declaración jurada.
Renuncias: un asunto de familia
También hay evidencia de que su madre y ex esposa ayudaron a lavar otros fondos a través de transacciones inmobiliarias, según la demanda.
En mayo del 2001, los dueños de una casa, Rodney y Valerie Andrews presentaron una escritura renunciando a las garantías de venta y transfiriendo la propiedad de una casa en la Avenida Henrietta de Sacramento a Daryl Summerfield por US$5.000 y el saldo de los US$143.000 del préstamo de Beneficial Financial Company. La pareja dijo a los investigadores que Summerfield en realidad les pagó US$15.000 en efectivo.
Angela Summerfield – la madre del hijo de Daryl de quien los testigos dicen que frecuentemente contaba el dinero durante los intercambios de droga – depositó grandes sumas de efectivo en su cuenta en el Golden One Credit Union y pagó la hipoteca del inmueble de la Avenida Henrietta desde el 2001 al 2004 con cheques y ordenes de dinero totalizando la suma de US$ 24.740, de acuerdo con los registros del banco y la compañía de hipotecas citados en los documentos del tribunal.
Cuando Daryl Summerfield trató de refinanciar la casa en febrero del 2004, le escribió una carta a New Century Homes explicando que él había estado “realizando todos los pagos” desde el 2001, aún cuando la hipoteca no estaba a su nombre. Incluso agregó que “dado que la hipoteca todavía estaba a nombre de la Sra. Andrews, creo que debería pagar la hipoteca directamente al prestamista, en la oficina de la ciudad. Desafortunadamente, mi forma de pago fue en efectivo”.
El título fue posteriormente transferido al asociado de Summerfield, Howard Turley, quien luego fue asesinado en la casa.
Otro propietario de una casa, Jeremiah Ellis, presentó una escritura renunciando a las garantías de venta y transfiriendo la propiedad de una casa en la Avenida 69 de Sacramento a Brown, la madre de Summerfield, en agosto del 2001 por US$4.000. Ellis dijo a los investigadores que Summerfield en realidad le pagó US$10.000 y asumió el saldo de su préstamo de Beneficial Financial Company. Angela Summerfield pagó la hipoteca de esa casa con cheques y órdenes de dinero, también US$10.950 desde el 2001 al 2004.
Sin embargo, los pagos de la hipoteca que ella hizo sobre ambas casas no eran más que la ganancia anual que informaba al IRS en ese momento. De acuerdo con las declaraciones de impuestos del IRS citadas en la demanda, Angela Summerfield reportó un ingreso anual de Crestwood Behavioral Health Inc. y WHC Inc. de US$10.360 en el 2001, US$16.966 en el 2002 y US$3.727 en el 2004. Ella no presentó declaración de impuestos en el 2003.
Eventualmente, en abril del 2005, los investigadores alegan, Daryl Summerfield compró la costosa casa de Chowchilla, California, donde vivía en el momento de su arresto, a nombre de una señora mayor de nombre Willie Jean Brooks por US$600.000.
“Los esfuerzos combinados de las agencias de control en una investigación de esta magnitud producen una fuerza formidable contra el tráfico de drogas y el lavado de dinero”, dijo Roger L. Wirth, agente especial a cargo de las investigaciones criminales del IRS. “Es nuestra prioridad ayudar a erradicar esas organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas rastreando y eliminando las ganancias generadas por sus actividades ilícitas”.




