Brasil continúa sus esfuerzos para combatir el lavado de dinero que continúa creando escándalos en las altas esferas del gobierno.

Luego del escándalo de lavado del gobierno de Lula, que involucraba a altos miembros del parlamento (ver historia de Lavadodinero.com), ahora la Policía Federal anunció que comenzó la desarticulación de un esquema de lavado que incluía la creación de empresas pantalla en diversos paraísos fiscales y Brasil.


La Policía Federal arrestó a una decena de personas esta semana durante un operativo llamado Operación Babilonia.


La organización, que lavaba dinero a través de empresas fantasma, operaba desde un bufete de abogados en Río de Janeiro. Habría ayudado, en un período de diez años, a cerca de 30 empresas a enviar ilegalmente unos US$30 millones al exterior de procedencia desconocida, y a introducirlos nuevamente al país como inversiones extranjeras, según un comunicado de la Policía Federal.


Operación Babilonia, que comenzó en junio, se originó de un escándalo que reveló en 2003 el envío ilegal de cerca de US$33 millones fuera de Brasil por un grupo liderado por un ex fiscal del gobierno del Estado de Rio.


Durante aquella investigación, la policía de Brasil identificó—con la ayuda de datos aportados por el Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF) —, transacciones financieras sospechosas. Luego de retomar la investigación en junio de este año, se encontró que el bufete de abogados Zalcberg Abogados Asociados había constituido decenas de empresas fachada buscando dar apariencia de legal y esconder del fisco brasileño recursos no contabilizados de empresarios.


Las operaciones consistían en la apertura de sociedades en Brasil a nombre de testaferros y luego la creación de una o más empresas en paraísos fiscales. Por medio de intermediarios o de operaciones fraudulentas como de simulación de préstamos al exterior, los abogados remitían dinero para las compañías offshore, que luego era repatriado a las empresas fachadas abiertas en Brasil muchas veces como inversiones productivas directas (ver tipologías de lavado para más información sobre este esquema).


Según la policía, el bufete de abogados montó empresas en Brasil y en paraísos fiscales como Uruguay, Islas Vírgenes y Panamá. Luego, el dinero procedente del exterior era invertido en empresas montadas con un bajo capital social, principalmente en el sector inmobiliario.


Hasta ahora han sido arrestados tres de los socios del bufete de abogados, en tanto que un cuarto continúa prófugo, además de contadores y administradores que apoyaban la red criminal en Río de Janeiro.


Otro miembro de la organización fue detenido en Sao Paulo, en tanto que la policía busca a una persona al parecer de nacionalidad uruguaya que apoyaba la organización en el país vecino.