Por Selina Román

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Tres importantes directores del Great Florida Bank presentaron sus renuncias un mes después de que su regulador federal ordenara que tomara medidas para corregir sus laxos controles de lavado de dinero.


 


La Corporación Federal de Seguros de Depósitos de EE.UU. (por sus siglas en inglés, FDIC) citó al banco de dos años de antigüedad en una orden de cesar y desistir por falencias en casi todos los componentes de su programa de cumplimiento con la Ley de Secreto Bancario (LSB) y, entre otras cosas, por operar “sin la supervisión efectiva de la junta de directores”.


 


La orden, fechada el 17 de noviembre, obligó al banco a que capacitara a todos sus empleados – incluyendo a los ejecutivos, directores y mensajeros – y obligó a la junta a que supervisara la revisión e implementación de sus políticas escritas de cumplimiento con la LSB y a que aprobara sus procedimientos de capacitación.


 


Los funcionarios del banco calificaron a las renuncias presentadas el 20 de diciembre como “una coincidencia”.


 


“Ciertamente, ellas no estaban relacionadas con la orden de cesar y desistir”, dijo el vocero del banco T.L.Brown.


 


Mitchell Mandler, abogado de Miami que trabaja en Becker & Poliakoff; Joseph Lacher, ex presidente de Bell South, y Susana Ibarguen, ex integrante del Bank of New York, renunciaron en una reunión de la junta, según el banco.


 


El Great Florida – reconocido como uno de los bancos comunitarios de crecimiento más rápido del estado, con US$1.400 millones en activos y 220 empleados – informó las renuncias en un formulario 8-K presentado el 27 de diciembre ante la FDIC.  El banco publicó la novedad en su sitio en Internet el 19 de enero.


 


“Aún cuando los miembros de la junta renunciaron, los accionistas, reguladores y otros podrían hacerlos responsables por las infracciones ocurridas durante el ejercicio de sus cargos”, dijo Kathleen Hamm, directora gerente de la división de valores de Promontory Financial Group.


 


Sin embargo, Brown dijo que los directores, que habían asumido sus cargos en el banco desde su creación en 2004, renunciaron por la creciente presión para “darle más tiempo” a la junta.


 


Esa presión se aplica a las juntas “en general”, agregó Brown. “Nuestra compañía no es el único caso”.


 


El banco, que todavía cuenta con 10 directores, “no tiene planes inmediatos para cubrir las tres vacantes”, dijo Brown.  “Los reemplazantes serán designados en la próxima elección”, dijo.