Muchos de los negocios de remesas de dinero pueden ser muy lucrativos y representar una buena oportunidad para proveer servicios bancarios a los inmigrantes, sin embargo también las ganancias traen aparejados riesgos al lavado de dinero.
La edición de septiembre de la publicación de la Oficina de Contralor de la Moneda de EE.UU. (OCC por su siglas en inglés), Insight, se enfoca en las remesas y transferencia de servicios que los bancos proveen –ya sea al permitir que los negocios de remesas tengan cuentas en el banco o al proveer el servicios directamente—para atraer la gran población de inmigrantes “sin servicios bancarios” dentro de Estados Unidos.
Las remesas se definen como fondos que los inmigrantes envían a sus hogares en sus países—por lo general para apoyar a sus familias—a través de varios canales tales como bancos y servicios cablegráficos. Según la publicación de la OCC, el 43% de los receptores de remesas en México, que es mayor mercado de EE.UU. para este negocio, recogen sus fondos en bancos mexicanos, que funcionan como “agentes de distribución” para los transmisores de dinero desde EE.UU. Sólo el 22% de los mexicanos, sin embargo, tiene cuentas bancarias.
Por qué es riesgoso
Los productos de remesas conllevan un importante riesgo para el lavado de dinero debido a que “permiten una transmisión internacional rápida y económica de fondos y pueden ofrecer un camino incierto para la auditoría”, señala la publicación de la OCC. Los dos principales riesgos antilavado asociados con la remesa de dinero tienen que ver con:
Anonimato: si un negocio de servicios de remesas tiene una cuenta en un banco a la cual se transfieren fondos remesados, ni quien envía ni quien recibe está sujeto los procedimientos de identificación del cliente por parte del banco—el banco debe confiar en el programa de identificación del cliente del negocio de envíos monetarios. Los beneficiarios de las remesas pueden enviar los fondos recibidos a otros, y el banco no tiene forma de obtener la información sobre la identidad del cliente de esos individuos.
Riesgos de Países: las remesas son “productos que cruzan países” y asumen el riesgo de lavado de dinero de cualquier país a donde se envían los fondos.
Cómo mitigar el riesgo
1. Conozca su socio comercial: en general, en EE.UU. los negocios de remesas de dinero caen bajo las regulaciones de la Ley de Secreto Bancario para los negocios de servicios monetarios, que se consideran cuentan con un alto riesgo al lavado de dinero, y según la OCC, “los clientes de alto riesgo obligan a mayores procesos de diligencia debida para la apertura de las cuentas de los clientes, y continuas revisiones de las transacciones de las cuentas”. Antes de entablar una relación comercial con un negocio de remesas de dinero, la OCC aconseja que las instituciones financieras obtengan:
–El estatus de los registros y licencia de cualquier transmisor de dinero con los que se llevan a cabo los negocios—si no cuentan con licencias, no piense en hacer negocios con ellos.
–Información financiera, incluyendo principales negocios y mayores clientes.
–Copias de las políticas, procedimientos y controles antilavado de los transmisores de dinero.
–Referencias de terceras personas y negocios, incluyendo reputación local, e información sobre los dueños del negocio de servicios de verificación.
–Razón por la cual la cuenta fue abierta, la fuente de los fondos, y la actividad estimada de la cuenta.
2. Ponga Límites: control del volumen y montos de transacción realizados a través de las cuentas de los productos de los negocios de remesas de dinero, dice la OCC. Facilita el monitoreo y salvaguarda las cuentas del abuso. Las cuentas de los productos de los negocios de remesas de dinero deberían tener límites en:
–El monto de fondos que puede ser depositado o retirado en forma diaria.
–El balance máximo de la cuenta.
–En número de transacciones diarias.
3. Monitoree, monitoree, monitoree
Compare los tipos, modelos y actividad de la cuenta con las actividades que se estiman, dice la OCC. Entre los tipos de actividad sospechosa a prestar atención:
–Cuentas múltiples con los mismos beneficiarios.
–Cuentas múltiples con direcciones o teléfonos que concuerden.
–Cuentas con altos balances.
–Cuentas con altos volúmenes de transacciones.
–Sorpresivos incrementos en las actividades de las cuentas.
Y siempre recuerden: si surge un modelo sospechoso, dice la OCC, presenten un informe de actividad sospechosa.




