Estados Unidos extenderá sus operaciones de lucha contra el lavado de dinero hasta la zona de la Triple Frontera que conforman en Sudamérica Argentina, Brasil y Paraguay. Las autoridades de EE.UU. están preocupadas por el lavado de dinero en la zona a través del comercio y creará unidades especiales para que los países compartan información detallada sobre sus transacciones de importación-exportación.

Las agencias de ley tradicionalmente se han enfocado en el lavado de dinero a través de bancos y otras instituciones financieras. Sin embargo, el uso del comercio para mover dinero sucio de un país a otro es una técnica de vieja data para los lavadores y que, según los investigadores, sigue en boga.


Es así como el gobierno de EE.UU. decidió establecer tres unidades de transparencia comercial (trade transparency units, TTU) para combatir el lavado de dinero a través del comercio—y otros delitos financieros— en cada uno de los países que conforman la zona conocida como la Triple Frontera (delimitada por Puerto Iguazú, en Argentina; Foz do Iguazú, en Brasil; y Ciudad del Este, en Paraguay).


“Vemos el lavado de dinero basado en el comercio como una amenaza que crece y como un mecanismo por el cual los delincuentes pueden casi por completo evitar el sistema financiero para lavar dinero”, dijo Dean Boyd, vocero de agencia de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE por sus siglas en inglés), que supervisa la creación de estas unidades.


La clave es el intercambio de información


La base del programa es el intercambio de información sobre comercio exterior entre los países donde operan estas unidades y EE.UU., para reconocer todas las incoherencias y determinar si se está lavando dinero o se está cometiendo algún otro tipo de delito. El criterio que sirve de cimiento para los controles es que el valor de la mercadería que sale de un país debe ser equivalente al valor de la mercadería que entra a otro país.


Otra clave de esta iniciativa es un programa informático que busca discrepancias entre la información de las exportaciones e importaciones. También puede vincular exportadores con importadores y bienes.


EE.UU. ha provisto a los tres países fondos para ayudar a comprar computadoras y el programa informático, conocido como DARTT, y para ayudar a entrenar al personal de las unidades de cada país.


Los países que participan del programa podrán utilizar estas unidades como una valiosa herramienta para acceder a información de EE.UU., identificar e investigar individuos y compañías que lavan dinero o cometen fraude en las operaciones de importación y exportación.  Por ejemplo, los países pueden acceder a los datos de exportación de EE.UU. y compararlos con sus datos de importación y ver qué exactamente se está importando, qué se está contrabandeando, y otros tipos de anomalías.


Colombia como conejillo de indias


A principios de 2005, ICE colaboró con el gobierno de Colombia para establecer la primer TTU fuera de Estados Unidos, y a fines de 2005 y principios de 2006, recibió US$750.000 del Departamento de Estado y US$1,5 millones del Departamento del Tesoro para establecer, equipar y poner en condiciones operativas a las TTU en Argentina, Brasil y Paraguay.


Anne W. Patterson, secretaria adjunta del Estado para la oficina de Narcóticos Internacionales dijo que el programa piloto en Colombia “demostró vínculos directos entre el lavado de dinero a través del comercio y la organización terrorista FARC”,  cuando presentó el Informe Estratégico sobre el Control Internacional de Narcóticos (INCSR) a principios de marzo.


“La experiencia con Colombia fue excelente, los ayudó a identificar la evasión de millones de dólares en aduanas, y algunos esquemas gigantescos de lavado en donde se exportaba oro a Estados Unidos a un valor absurdamente inflado”, dijo Boyd. Una de las razones por las cuales los delincuentes estaban haciendo esto en Colombia era para reclamar subsidios a las exportaciones y estafar al gobierno Colombiano.


Las unidades TTU serán operadas por los distintos países, y de acuerdo con Boyd en cierto sentido ya se encuentran en operación ya que ICE ha estado intercambiando información y proveyendo material para su funcionamiento. “Durante 2005, hemos trabajado con Argentina, Brasil y Paraguay intercambiando información y proveyendo equipos, computadoras, software y entrenamiento”.


Problemas en la triple frontera son de larga data


Desde hace tiempo EE.UU. considera que la zona de la Triple Frontera es utilizada  para recaudar fondos para grupos islámicos radicales y las autoridades estadounidenses y de varios países de la región también estiman que esta zona es uno de los centros de contrabando más activo de América del Sur, donde se generan anualmente miles de millones de dólares procedentes del tráfico de armas, el contrabando de drogas ilícitas, la falsificación, las violaciones de los derechos de propiedad intelectual y otros delitos.


Según Boyd, “la zona de la triple frontera fue elegida para poner en marcha este programa debido a que ICE estima que este tipo de unidades puede ayudar a combatir algunos de los problemas financieros, contrabando de mercaderías y divisas y por todo el dinero sucio que se genera en la zona, pero eso es sólo uno de varios aspectos… básicamente estos gobiernos nos contactaron y expresaron interés en participar en el programa”.


Expansión de unidades por el mundo


ICE ya ha recibido solicitudes de una enorme cantidad de países para poner en funcionamiento estas unidades. “Estamos superados por solicitudes de otros países, éstos reconocen que estas unidades pueden ser una poderosa herramienta”.


Las TTU en estos tres países investigarán y apuntarán también a los sistemas alternativos de envío de remesas; la financiación del terrorismo; el contrabando; la evasión impositiva y otros delitos.


“Para nosotros, es un concepto muy importante porque estas unidades de transparencia no sólo nos ayudarán para combatir el crimen transnacional tal como el lavado de dinero sino también el fraude en el comercio”, dijo Marcos Vinicius Pinta Gama, jefe de la unidad de Crimen Transnacional del Ministerio Público de Brasil.