La pobreza, la corrupción y las debilidad del cuadro regulatorio son los principales problemas que deben enfrentar las naciones africanas para crear las Unidades de Información Financiera (UIFs), como eslabón efectivo y fundamental de una estrategia antilavado de dinero y contra el financiamiento del terrorismo.
Según un informe publicado el 31 de agosto por Grupo Egmont, un grupo intergubernamental que intercambia información sobre el lavado de dinero y el fraude financiero, están trabajando para mejorar las unidades de información financiera en el África Subsahariano.
La iniciativa del organismo, cuya sede se encuentra en Toronto, se presenta cuando la organización va a aceptar la inclusión como miembros de las unidades de información financiera (UIFs) de Camerún, Seychelles, Madagascar y Costa de Marfil,. Las UIFs de Senegal y Malawi ingresaron a la organización en mayo pasado.
El Grupo Egmont, una asociación de UIFs, está trabajando actualmente para ayudar a crear agencias de información financiera en Liberia, Ghana y la República de Guinea a fin de año, según el informe.
Pero la creación de UIFs efectivas en la región ha demostrado ser difícil a causa de la corrupción pública, según Cari Votanga, Especialista del Sector Financiero del Banco Mundial, que brinda capacitación y asistencia técnica a las organizaciones intergubernamentales regionales para luchar contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. “Cuando hay varios funcionarios de alto nivel en varios países aceptando sobornos de criminales, eso va a jugar un rol muy importante contra la creación y fortalecimiento de la UIF”, dijo Votanga. “Esta gente no se va a condenar a sí misma”.
Esos problemas y la pobreza extendida en la región han obstaculizado los esfuerzos antilavado de dinero, señaló Marshall Hoffman, fundador de Hoffman and Hoffman, asociación de relaciones públicas de Nueva York y coautor del Informe sobre Narcóticos de 2009 elaborado junto con la Oficina de las Naciones Unidas contra Narcóticos y Delitos.
“La pobreza se traduce en una gran corrupción, infraestructura insignificante, control legal con escasos recursos y prácticamente ninguna vigilancia para buscar –y mucho menos llevar a juicio– a los delincuentes internacionales, que luego compran a funcionarios gubernamentales”, afirmò Hoffman. “Por lo tanto, ha sido fácil para las organizaciones criminales establecerse allí”.
Problemas de dinero
Los mayores obstáculos para sostener a las UIFs de África siguen siendo técnicos y presupuestarios, según Abdullahai Sheu, director general del Grupo Intergubernamental Antilavado de Dinero de África (GIABA, por sus siglas en inglés), una organización internacional africana creada siguiendo el modelo del Grupo de Acción Financiera (GAFI). Además, ha habido problemas para asegurar la cooperación entre las UIFs y otras jurisdicciones, indicó.
“Generalmente, las UIFs pueden comunicar información sensible sólo a otras UIFs en razón de las confidencialidades existentes dentro del sistema”, expresó Sheu. “Algunas de las UIFs todavía están en sus primeras etapas, y la mayoría necesita capacitación y apoyo antes de que podamos ver su potencial”, indicó.
Si bien hay obstáculos financieros asociados con la tecnología de información y otros costos, muchos de los problemas surgen porque las UIFs del África subsahariano son “los chicos nuevos de la cuadra”, precisó Muhammad Mustapha, jefe de Operaciones UIFs y Unidades de Enlace de la Comisión de Delitos Económicos y Financieros de Abujua, Nigeria.
“Las UIFs del continente todavía son una agencia relativamente nueva con un poder muy especial que cruza las fronteras internacionales”, dijo Mustapha. “Esto ha creado alguna fricción entre nuestros esfuerzos ALD y las autoridades de control legal”.
Beneficios económicos
Si los esfuerzos para fortalecer a las organizaciones terminan teniendo éxito, un sistema razonable de UIFs podría atraer más inversiones y desarrollo a la región, según Greg Esslinger, director administrador de Riesgo Internacional e Investigaciones de la Consultora FTI Consulting, de Atlanta, estado de Georgia. Pero el llevarlas a un nivel efectivo podría requerir un esfuerzo masivo, agregó.
“Hay que tener gobiernos estables, sin corrupción, para que el sistema funcione. Si no se tiene eso, la UIF simplemente es una fachada”, aseveró Esslinger. “Muchos de esos países tienen buenos esquemas regulatorios, pero carecen de la voluntad política para aplicarlos”.
Un informe de la evaluación mutua elaborado en Sudáfrica en marzo por el Grupo Sobre Lavado de Dinero de África del Este y del Norte calificó al desarrollo de controles ALD en ese país como “un trabajo en progreso”. Culpó, entre otras cosas, a la falta de regulaciones sobre la identificación de cliente que existe en Sudáfrica.
Burkina-Faso, el próximo país de la región subsahariana a ser evaluado, organizará una visita en el lugar para GIABA el venidero mes de octubre.




