Por el Departamento Editorial. ![]()
Aplicar la Política Conozca a Su Empleado como una forma de combatir el fraude interno no parece ser suficiente en la industria financiera, pues cada vez las organizaciones criminales enfocan más esfuerzos en reclutar a trabajadores del sector para facilitar sus operaciones de fraude, lavado de dinero y otros delitos financieros.
Tal como lo afirma el gobierno de Estados Unidos en el documento sobre la Evaluación Nacional de Riesgo de Lavado de Dinero 2018: “Los delincuentes buscan información privilegiada en las instituciones financieras para ayudarles a lavar sus ganancias ilícitas. Las personas que poseen, administran o trabajan de otra manera para proveedores de servicios financieros presentan un riesgo significativo de lavado de dinero si abusan de su posición profesional con fines delictivos, incluido el lavado de dinero!.
El reporte también indica que “Estos profesionales pueden socavar el programa o la cultura de cumplimiento ALD de una institución, entre otras cosas, al no llevar a cabo la diligencia debida con el cliente, no cumplir con los requisitos de mantenimiento de registros o informes, o facilitar o hacer la vista gorda ante una actividad sospechosa”.
Banqueros criminales
Las advertencias de las autoridades estadounidenses son aún más amplias, al afirmar que “los delincuentes, en algunos casos, han adquirido el control de instituciones extranjeras y nacionales para promover sus planes delictivos. Estas instituciones financieras comprometidas, ya sean extranjeras o nacionales, presentan riesgos para las instituciones financieras y el sistema financiero de los EE. UU., ya que pueden disfrazar el movimiento de fondos hacia y desde Estados Unidos por parte de actores criminales”.
Un caso emblemático de este tipo de conspiraciones fue revelado en marzo de 2017, cuando un gerente de sucursal del banco estadounidense Wells Fargo de California fue encontrado culpable de crear un esquema interno para permitir a un grupo de estafadores lavar el dinero producto de una estafa. El gerente ofreció pagos y ascensos a los empleados que ayudaran en el esquema, que consistía en procesar transacciones relacionadas al fraude, como retiros de efectivo, transferencias cablegráficas y emitir cheques de caja (cheques de gerencia). En total, el grupo de empleados permitió el lavado de más de un millón de dólares.




