Por Brian Monroe
[email protected]
Una pequeña unión de crédito de Dover, Nueva Jersey, debe mejorar casi todos los aspectos de su programa antilavado de dinero y posiblemente realizar una costosa revisión retrospectiva de las identidades de su base de miembros en los últimos siete años, según una orden de la Administración Nacional de Uniones de Crédito (por sus siglas en inglés, NCUA) publicada el martes.
La orden de cesar y desistir de ocho páginas se concentró principalmente en cómo la Spanish American Federal Credit Union, con 4.000 miembros y US$14 millones en activos, administró su programa de identificación de clientes (PIC). La unión de crédito atiende a una iglesia católica y a una organización que presta ayuda en el área hispana.
La orden culpa a la unión de crédito por no graduar adecuadamente el riesgo de sus clientes negocios de servicios monetarios, omitir la presentación de informes de actividad sospechosa e informes de transacciones de clientes en los plazos establecidos, y de no mantener la confidencialidad de esos documentos.
Los funcionarios de la unión de crédito no devolvieron los llamados realizados por esta publicación, pero acordaron, a fin de mejorar sus políticas ALD “evitar el tiempo, costo y gastos de un litigio administrativo”. La institución no admitió ni negó los cargos.
La NCUA ordenó a la unión de crédito revisar los nombres de su base de clientes, a fin de rastrear cualquier indicio de fraude, lavado de dinero o vínculos con el terrorismo. La institución debe “verificar la validez” de todos los miembros que ingresaron a la entidad a partir del 1 de Enero de 2000, verificando sus números de Seguridad Social, números de Identificación de Empleado, y números de Identificación Individual de Contribuyente con compañías privadas o con la Administración de Seguridad Social.
Además, la institución debe revisar los nombres entre sus miembros para verificar cualquier posible coincidencia con algún nombre de los que figuran en la lista de Nacionales Especialmente Designados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (por sus siglas en inglés, OFAC) y otras listas que contienen nombres de terroristas.
Es extraño que un regulador ordene a una institución financiera revisar los números de seguridad social y la información de los empleadores, según Marie Kerr, ex banquera y diseñadora de software de cumplimiento y actual presidenta de la consultora Shamrock AML en Annapolis, Maryland. “No puedo decir que vi esta situación antes”, dijo.
El regulador ordenaría semejante revisión retrospectiva tan extensa para saber si hubo individuos que abrieron una cuenta en la unión de crédito mintiendo sobre sus identidades o para quiénes trabajaban, una disposición clave para ingresar como miembro de una unión de crédito, dijo Kerr. No hay muchas posibilidades de que algún banco estuviere alguna vez obligado a cumplir una orden similar para verificar las identidades de todos sus clientes y empleados. La mayoría de los bancos son demasiado grandes y no tienen acceso directo a la información sobre el empleo en relación de dependencia de sus clientes, dijo Kerr.
La orden de la NCUA fue específica en relación a esas medidas, obligando a la unión de crédito a “asegurar que las actividades de cuentas de los miembros de alto riesgo sean revisadas y analizadas mensualmente y que los miembros de menor riesgo sean revisados…trimestralmente”.
Las instrucciones de la orden de medir el riesgo y mejorar la supervisión de los clientes fueron particularmente destacadas en relación a los clientes NSM de la unión de crédito.
La unión de crédito debe revisar el programa ALD y las políticas de revisión independiente de cada NSM. También debería verificar que las transacciones de los clientes NSM sean consistentes con las actividades registradas de sus operaciones.
En las uniones de crédito, al igual que con todas las instituciones financieras, es vital “tener un programa PIC sólido”, que demuestre a los reguladores que la compañía conoce el perfil de riesgo de los clientes y que le ha prestado la debida atención a monitorear a aquellos que presentan un riesgo mayor, dijo Kerr.
La unión de crédito Spanish American fue fundada en 1970 para asistir a los miembros de la iglesia católica de Nuestra Señora del Sagrado Rosario y a la Organización para Asuntos Hispánicos del Condado de Morris.




